Si hubiera tenido que responder a la pregunta del titular hace cuatro años, cuando se estableció que en 2035 se dejarían de vender coches de combustión, hubiera apostado por un “sí” rotundo. Hoy en día creo que la Unión Europea, por fin, va a escuchar a los fabricantes y puede que de marcha atrás a su plan o al menos que lo suavice.
Basta con repasar un poco las noticias que venimos publicando en Autopista para darse cuenta de que muchos de los fabricantes importantes están cambiando su estrategia, tras no llegar las ventas de coches eléctricos a las cifras que esperaban a estas alturas. Y quizás uno de los que primero puso el grito en el cielo fue el director financiero de Porsche, Lutz Meschke, que en la presentación del último Macan eléctrico comentó que “había muchas discusiones sobre el fin del motor de combustión” y añadía que “creía que se podría retrasar”.

Precisamente el Grupo Volkswagen es uno de los que representa este cambio en la hoja de ruta. En muchas de sus marcas se van a estirar los modelos de combustión durante varios años, pudiendo convivir con sus versiones actualizadas. Ya que hemos nombrado a Porsche vamos a tener el ejemplo claro con el Cayenne, cuya nueva entrega será eléctrica, pero que compartirá espacio en los concesionarios con la actual generación de combustión.
Siguiendo con el mismo consorcio alemán, las nuevas generaciones del Golf o del T-Roc se plantean en clave eléctrica, desplazando de alguna manera a la gama ID. Eso sí, mientras tendremos a la venta motores para el compacto o el SUV que sean híbridos tanto con enchufe como sin él.

Otro gran actor del automóvil en Europa es Stellantis y ha sido protagonista hace pocos días al presentar el Fiat 500 Hybrid. En una maniobra de flexibilidad total, han conseguido adaptar a la última generación, en teoría solo preparada para ser eléctrica, para poder montar el propulsor híbrido con el FireFly de la anterior generación. Por no hablar de aquel anuncio de Alfa Romeo que sería completamente eléctrica en 2027, que por ahora mantendrá también algún híbrido en su catálogo.
Incluso marcas que habían apostado de una manera clara por el eléctrico, incluso mostrándose totalmente opuestas a cambios en la normativa a aplicar a partir del 2035 como Volvo o Ford parece que han cambiado también sus planes. Hakan Samuelson, CEO de Volvo, ya ha llegado a comentar que “quizás fueron demasiado optimistas en querer ser una marca eléctrica en 2030”, de ahí que no sorprenda que junto al EX90 se mantenga en el mercado el XC90, ligeramente renovado. En cuanto a los americanos, es sabido que podrían estar preparando un nuevo modelo multienergia para fabricarlo en la planta de Almussafes (Valencia).

Tensiones dentro de la Unión Europea
Ante esta perspectiva de futuro, el propio Comisario de Transporte de la UE, Apostolos Tzitzikostas, ya anunció hace unas semanas en Bruselas que habría próximamente noticias sobre posibles cambios en el fin de la venta de coches de combustión en 2035. Es sabido que desde Italia se apuesta por una tregua, mientras que otros como Francia o Alemania estarían dispuestas a plantear una flexibilización con las fechas.
Ante este panorama, ahora mismo está tomando mucha fuerza que finalmente en 2026 desde la Unión Europea decidan dar un poco más de tiempo a los coches de combustión, eso sí, serían ya híbridos enchufables o eléctricos de autonomía extendida, que son los que menos emisiones tienen. Y no sería la primera vez que desde el organismo europeo cambian de parecer, como ya demostraron con el retraso del objetivo de emisiones de CO2 de 2025 a 2027.

La misma tendencia fuera de la Unión Europea
No vayamos a pensar que este retraso con los coches eléctricos solo sucede en la Unión Europea. Precisamente en el Reino Unido, un ex miembro de la organización ha cambiado su política, dejando que tanto los híbridos sencillos como los híbridos enchufables se puedan vender hasta el 2035, cuando antes el límite se había marcado en cinco años antes.
Y al otro lado del Atlántico, el Senado de los Estados Unidos, en otra decisión polémica de Donald Trump, han votado a favor de quitarle al estado de California la posibilidad de autogobernarse en materia de automóviles. Hay que recordar que en ese territorio se había legislado ya la prohibición de vender coches de gasolina en 2035, medida que había sido replicada por otros once.