Todo apunta a que los directivos del Grupo Volkswagen han sentado ya las bases de la nueva generación de vehículos eléctricos. Tras el lanzamiento de los ID, que tampoco es que hayan hecho mucho ruido en mercados como el nuestro, aparecerá una nueva línea de productos que se asentarán sobre la nueva plataforma SSP que se ha desarrollado en conjunto con Rivian.
Esto se desprende de una publicación de nuestros compañeros de Auto Motor und Sport, que citando a Automobilwoche señalan que ha sido el propio director ejecutivo Oliver Blume el que explicó a 150 ejecutivos la importancia de esta nueva plataforma en un evento a puerta cerrada. Con esta SSP se busca reducir la complejidad en todo el grupo, además de generar mayor eficiencia y competitividad. El alto directivo insistió en el estricto cumplimiento de las especificaciones, en particular la reducción de la futura diversidad de variantes. Con esta base modular se cree que se ahorrarán un 20% en costes totales.

Parece que de esa plataforma SSP se desarrollarán ocho variantes diferentes gracias a su modularidad, lo que permitirá dar cabida una amplia gama de vehículos, que van desde los coches más pequeños hasta familiares espaciosos, sin olvidar posibles deportivos. Incluso permitirá la colocación de las baterías en dos alturas diferentes, más bajo para por ejemplo un Golf y más alta para algún SUV como el T-Roc. Y a partir de aquí cada marca podrá adaptarla individualmente a sus características.
El Volkswagen T-Roc eléctrico podría llegar en el 2028
Lo que parece claro es que la ruta detallada se explicará en la primavera del próximo año, aunque para el primer modelo rodando por las carreteras habrá que esperar mucho más. Nuestros colegas alemanes apuestan a que el pionerlo en estrenarla será un futuro T-Roc, con estimaciones todavía un poco difusas que apuntan al 2028 o 2029.

Este no tendrá nada que ver con la segunda generación del T-Roc, a la que esperamos ver en su forma definitiva ya en este 2025 (se empezará su producción en agosto). Con motores de combustión, todavía, su base es la MQB Evo con la que ya se venden los últimos Golf, Tiguan o Passat. Ante esta tesitura, es posible que ambas variantes del SUV puedan convivir un tiempo en la misma fábrica, un patrón similar al que seguirá el Golf IX.
Más allá del tema de los costes arriba mencionado, desde Volkswagen también esperan que esta nueva SSP ofrezca avances tecnológicos significativos comparada con las actuales MEB o incluso la más moderna PPE. En particular, apuntan que habrá mejoras en autonomía, en la velocidad de carga, en la digitalización y en los sistemas de asistencia a la conducción. Incluso podrían aparecer vehículos eléctricos de autonomía extendida.

La evolución de la plataforma SSP de Volkswagen
La idea inicial de la plataforma SSP se remonta a la época de Herbert Diess como máximo mandatario. Bajo sus órdenes se formuló un plan para lanzar al mercado los primeros coches sobre esta base en 2026, pero como hemos ido conociendo posteriormente hubo que modificar los plazos y por eso ahora mismo se apunta al 2028, aunque tampoco se descartaría que finalmente viera la luz en 2029.
Según apuntan los medios alemanes, la principal causa de estos repetidos retrasos son los problemas internos de software que han aparecido en Cariad, la filial del grupo destinada a este desarrollo. Con el fin de poder superarlos y que así lleguen los productos lo antes posible, los estadounidenses de Rivian cada vez están asumiendo un papel más importante en este proyecto.

El objetivo final a largo plazo es que la SSP pueda sustituir por completo a las dos plataformas eléctricas actuales del Grupo Volkswagen, la MEB y la PPE. A diferencia de ellas, más adaptadas a diferentes segmentos de vehículos, la primera es mucho más flexible y modular, abarcando una amplia gama, un gran rango de potencia, soluciones de software y niveles de automatización. Así aspirarían a construir más de 40 millones de vehículos.