Hasta ahora, la movilidad eléctrica ha sido de todo menos un camino fácil para Volkswagen. Sus primeros coches eléctricos, el Volkswagen ID.3 e ID.4, no han terminado de cuajar y su ambiciosa división de software se ha enfrentado a obstáculos importantes. Además, al igual que Toyota, en vez de apostar todo hacia lo eléctrico, la marca alemana quiere potenciar los motores híbridos no enchufables. Un ejemplo de ello es la renovación del VW Polo, que ahora sí, podría incorporar una variante con hibridación ligera.
El ID.2, punta de lanza de la nueva estrategia de Volkswagen
Sin embargo, Volkswagen no pierde de vista su objetivo, ese que pasa por liderar la transición hacia una movilidad eléctrica accesible y eficiente.
El cambio para Volkswagen comenzará con el ID.2, un modelo utilitario de precio razonable que se convertirá en la alternativa al Polo y que promete marcar un antes y un después en la gama eléctrica del fabricante alemán. Esperado ya para el otoño de este mismo año, este coche no solo tiene como objetivo atraer al gran público y democratizar aún más la movilidad eléctrica, también estrenará una nueva plataforma MEB Plus, una evolución de la arquitectura MEB ya utilizada en los modelos eléctricos actuales de la marca.

MEB Plus: baterías más baratas, coches más accesibles
La gran novedad de la plataforma MEB Plus es la incorporación de baterías de litio-hierro-fosfato (LFP). Aunque estas celdas tienen una densidad energética ligeramente inferior a las de níquel-manganeso-cobalto (NMC), son más económicas, más duraderas y seguras. Por esta razón, son por las que ya apuestan en el competitivo mercado chino, donde el coste es un factor decisivo.
Pero Volkswagen asegura que esta tecnología no se limitará solo al ID.2. Poco después de su lanzamiento, modelos actuales como los ID.3, ID.4 e ID.7 también adoptarán estas baterías LFP, lo que permitirá una importante reducción de precios en toda la gama.

La planta de VW en Salzgitter (Alemania) será la encargada de producir los nuevos paquetes de baterías LFP. Sin embargo, en Estados Unidos, su introducción dependerá de las regulaciones vigentes y de la evolución de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA). Esta normativa podría limitar o encarecer la importación de baterías extranjeras, complicando la estrategia global de VW en territorio estadounidense.
Además, el ID.2 no está previsto de momento para el mercado estadounidense, de manera que el impacto directo de esta transformación podría llegar más tarde, y dependerá de cómo Volkswagen se decida a adoptar la plataforma MEB Plus a otros modelos presentes en EE.UU.
El plan de Volkswagen para 2026
La hoja de ruta de Volkswagen para los próximos meses pasa, en primer lugar, por el lanzamiento del ID.2, pero también por la renovación completa de su gama de vehículos eléctricos en 2026. Esta estrategia incluye un rediseño integral de sus modelos, tanto a nivel técnico como estético, con el objetivo de mejorar la eficiencia, reducir costes y competir de tú a tú con aquellos fabricantes chinos y estadounidenses que ya han adoptado baterías LFP.