Cuando la comparativa entre dos coches se realiza con modelos del mismo grupo automovilístico se iguala bastante. Al final, lo más seguro es que ambos compartan la misma plataforma, lo que por consiguiente se transmite luego en tecnologías o motores idénticos. Quizás los diseños, el precio que puedas conseguir en ese momento en el concesionario o su estilo dinámico serían los elementos que podrían decantar la balanza definitivamente. Pero, es difícil.
Y en esta tesitura podríamos situar a los protagonistas de esta comparativa, el Kia Sportage y el Hyundai Tucson. Estos dos SUV de tamaño mediano comparten calendarios diferentes, por lo que parece que nunca terminan de coincidir en estrenos uno con el otro, algo que siempre puede dar algo de ventaja al último en presentarse. Ahora esa ventaja la tiene el primero, que se pondrá a la venta en pocos días, aunque el segundo pronto responderá con una nueva generación que puede traer consigo muchas novedades.
Hyundai is preparing to radically reinvent the Tucson with a rugged new Defender-esque look inspired by the Santa Fe
— Autocar (@autocar) August 24, 2025
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Mientras tanto si repasamos las cifras de ventas en nuestro país, los compradores nos dan un poco la razón pues ambos se mantienen en cifras bastante cercanas. El Tucson va un poco mejor pues es capaz de colarse en el top10 nacional (octavo en concreto) con 12.887 unidades matriculadas (baja un 1,26% respecto al 2024), mientras que el Sportage se conforma con 10.269 unidades (también desciende un 9,15%).
Diseños para conductores atrevidos
Aquí da igual cual de los dos logos escojas, los diseños de estos SUV son de los más atrevidos del mercado. El Kia era gran destacado en este aspecto desde que lanzó su quinta generación. Ahora se parece un poco más a sus hermanos de gama, algo que le resta un poquito de personalidad, pero lo que no se puede negar es que vuelve a sorprender por lo inédito de su frontal. Y el contrataque que se está cocinando en Hyundai va a ser contundente. Siguiendo un poco la estela del último Santa Fe, casi como hizo el Sportage con el Sorento, se espera que ahora nuestro otro contendiente apueste por unas líneas mucho más cuadradas como también se han visto en el Nexo.
Esta entrada en la que será la quinta generación del Tucson le proporcionará una pequeña ventaja frente a su rival hoy aquí. Porque más allá del nuevo contorno, lo que pretenden los diseñadores de Hyundai es que el SUV mediano crezca un poco más en tamaño, para alejarse del Kona y acercarse al Santa Fe, del que le separa la suficiente distancia como para no pisarse. Teniendo en cuenta que ahora está en 4,51 metros, lo mismo que el Kia, lo más normal es que alcance como mínimo los 4,60 metros, si no más. Por tanto, le permitiría ofrecer un habitáculo todavía más grande que el actual, destacado dentro de su categoría, factor en lo que aventajaría a su “primo” coreano.
De la misma manera, el Hyundai presumirá de una clara ventaja en el puesto de mando, al ser mucho más tecnológico. Esta marca ya ha hablado en varias ocasiones de su nuevo sistema operativo denominado Pleos, sobre el cual sus homónimos de Kia todavía ni se han pronunciado. Así podrá contar con un ecosistema de pantallas con unas interfaces más modernas y rápidas, así como el asistente por voz con inteligencia artificial incorporada denominado Gleo.
Y la última gran ventaja llegará en las motorizaciones, un poco por lo descrito hasta ahora al estar el Tucson algo más actualizado. De él todos los informes hacen indicar que se deshará de las mecánicas de gasolina T-GDi y también del diésel CRDi, opciones todavía disponibles en el Sportage con 150 o 180 CV, las primeras, y 136 CV, la segunda.
Todo apunta a que el Hyundai se centrará en ofrecer mecánicas híbridas todavía más eficientes estrenando los sistemas TMED-II que la marca ya ofrece en SUV destinados a otros mercados como el Palisade, tanto con como sin enchufe. Del Kia nos ha sorprendido, por ahora, que solo se haya presentado con una híbrida convencional, la cual tiene una potencia de 239 CV y que se puede escoger entre tracción delantera o total AWD.
