Si eres uno de esos que buscan originalidad en tu coche seguramente ya le hayas puesto el ojo al Hyundai Kona. En su última renovación el SUV coreano, además de alejarse en tamaño del Bayon que se le había acercado mucho, estreno una estética muy personal y atractiva, más allá de ofrecer una dinámica de conducción bastante mejorada. Por este motivo hemos querido someterle a nuestra particular Guía de Compra para conocer cómo es, cuál es su mejor motor, que tiene varios a elegir, y el acabado que se adapta perfectamente a tus necesidades.
Un SUV rompedor
Te puede gustar o no, pero lo que está claro es que este Kona es un SUV con un diseño rompedor. Hay que recordar que en esta última entrega sus medidas creciendo para quedarse en 4,36 metros de largo (nada menos que 15 cm más), una anchura de 1,83 metros y una altura de 1,58 metros. Aunque hay un aspecto de su exterior que me inquieta un poco. La colocación de las luces principales, tanto las delanteras como las traseras, quedan demasiado expuestas a posibles golpes y no sé cómo aguantarán ante una columna o un traicionero bolardo.

De sus múltiples niveles de equipamientos que más adelante desgranaremos, nuestra unidad de pruebas en concreto contaba con el acabado N Line Style, el único disponible con su motorización, que le aporta una dosis extra de deportividad sin llegar a ser excesiva. En este caso venía adornada con el color de la carrocería “Ecotronic Grey”, dentro de la gama de los perlados que cuesta 580 euros, mientras que las llantas de 18 pulgadas son de serie, bastante carenadas, por cierto.
Al disponer de este acabado, al entrar nos recibe una bandera a cuadros en el umbral de la puerta. Me gustan sus asientos porque pese a ser deportivos también cumplen en términos de comodidad e incluso pueden colocarse bastante bajos para tratarse de un SUV. A nuestro alrededor encontraremos pequeños detalles en rojo en costuras o salidas de aireación, con unos materiales acordes al precio pagado y un ajuste bastante bueno.

Me resulta curioso que a la hora de elaborar este interior se haya decidido prescindir del logo de la marca en el centro del volante, un detalle que se hereda desde los albores de la historia de la automoción. Por detrás encontraremos el selector del cambio, siguiendo la moda que últimamente impera en los lanzamientos recientes, que sirve para liberar espacio útil en la consola central, o las levas para actuar de forma manual sobre el cambio automático de serie con este propulsor.
A nivel de pantallas este Kona puede presumir de contar con algunas de las mejores del mercado. Unidas bajo un mismo marco encontramos dos de gran tamaño que han resultado ser muy rápidas en las transiciones. Además, las dos aportan detalles que aumentan su valor, como las cámaras de los retrovisores visualizadas en la de instrumentación o una multimedia con aplicaciones del tiempo, para ajustar alertas de tus equipos favoritos o poder poner músicas relajantes (la opción que más le gustó a mi hijo pequeño).

Por debajo de ellas sorprende la cantidad de botones disponibles, más cuando la tendencia es a su disminución, que son de gran tamaño y están bien colocados. Entre ellos hay uno disponible, que no encontrarás en ninguna otra marca, en donde puedes escoger para el USB si solo quieres que cargue el móvil o que haga eso más aporte sus datos a la multimedia. La única pega es que el reposabrazos ha quedado demasiado atrás y no termina de realizar su función de forma correcta.
Y ya avanzaba anteriormente que las nuevas medidas del Kona habían permitido ofrecer un habitáculo superior, algo que se nota nada más sentarse en las plazas traseras. En cualquiera de sus tres cotas no llega a ser la referencia, pero puede presumir de estar bastante cerca de ellas en todas, algo de alabar. Mientras su maletero cuenta con formas bastante regulares, con una bandeja para colocarla en dos niveles y una capacidad de 466 litros muy buena. Incluso si escoges el eléctrico puede subir a 493 litros al contar con un segundo espacio en la parte delantera.

Un motor muy picante
Ha llegado el momento de hablar del motor que tenía mi unidad de pruebas y que hasta ahora te había ocultado. En concreto se trataba del 1.6 TGDi de 170 CV que, asociado a este acabado N Line, bien podríamos catalogar de ser un “Kona N encubierto”. Una versión que recordemos ha salido de la gama tras el paso de generación, seguramente porque disparaba las emisiones de este modelo.
El empuje es más que suficiente para divertirte en cualquier carretera de montaña con muchas curvas y el sonido es bueno, aunque quizás un poco descafeinado teniendo en cuenta esa bonita doble salida de escape montada de serie. Pero para encontrarle ese espíritu más picante debes utilizar el modo Sport, que hace que te apure el cambio de marcha hasta las 3.000 rpm, aunque quizás en este punto casi es mejor ir con las levas a tu propio gusto.

Porque en caso de dejarlo en el normal, la configuración de este cambio automático empezará a subir marchas antes de las 2.000 rpm como si no hubiera mañana. En este sentido me ha recordado bastante al DSG del Grupo Volkswagen, que hace exactamente lo mismo para bajar los consumos y que además se muestra un poco brusco en arrancadas, lo que puede complicar un poco las maniobras a baja velocidad.
Me gusta el hecho de que se hayan montado “solo” unas ruedas de 215/55. Así ofreces un buen rendimiento en carretera analizando desde un punto de vista de un conductor activo, pero sin ser excesivas y que luego te cueste un riñón cambiarlas. Lo único es que su buen perfil no permite subsanar a unas suspensiones que se muestran secas en zonas bacheadas. Completan este chasis una dirección que es bastante directa, así como unos frenos de buena mordida.

Ahora vienen los “peros”. Sé que en Hyundai hacen una gran labor por ofrecer muchas tecnologías de ayudas a la conducción en sus modelos, pero creo que convivir con ellas en el día a día hace que te puedas aburrir un poco porque pitan demasiado (en el vídeo se puede comprobar en marcha). Tampoco entiendo mucho la incorporación de la tracción total en este tipo de coche, que se puede bloquear y que seguro pisará bastante poco fuera del asfalto.
Lo único que provocará ese 4x4, más allá de la energía que transmite este alegre motor, es que se suban los consumos un poco más de lo deseado. En entornos favorables he visto como la media podía quedarse en unos 6,7 litros, pero a poco que entres en ciudad y encuentres algo de atasco lo normal es que rocen los 9 litros. Para hacernos una idea, combinando todo tipo de trayectos, al devolver el coche me indicaba 8,2 litros como cifra final.

¿Cuál es el mejor motor para el Hyundai Kona?
Sin duda, el Kona es uno de los coches más difíciles a la hora de escoger motorización pues ofrece hasta siete posibilidades diferentes. Aunque si los vamos uniendo por parejas podemos ir descartando algunas opciones. Por ejemplo, merece poco la pena apostar por el TGDi de 100 CV, ya que por 1.250 euros tenemos el mismo con sistema híbrido ligero y nos llevamos una etiqueta Eco. Este se le reservaríamos para aquellos que busquen un precio reducido (desde 26.440 euros).
Aunque si vas a salir en varias ocasiones de la ciudad quizás deberías plantearte el siguiente salto. Aquí enfrentaríamos al TGDi de 138 CV con el Hybrid de 129 CV. Y te vas a sorprender porque con la compaña actual el primero está exactamente al mismo precio que el indicado arriba para el MHEV de 100 CV. Es más, también es más económico que los 29.040 euros del Hybrid, con menos potencia, por lo que si no necesitas imperiosamente la etiqueta Eco podría ser una muy buena opción.

Pero quizás te estés planteado el salto hacia la movilidad eléctrica. Pues debes saber que el de 99 kW (135 CV) con los descuentos actuales de la marca se queda en 26.540 euros, siempre teniendo en cuenta que su autonomía homologada se queda en 380 kilómetros.
Los que descartaría por su alto coste serían tanto el probado TGDi de 170 CV (32.490 euros) como el otro eléctrico de 150 kW (204 CV), que a falta de un futuro Plan Moves parte de los 30.940 euros.
El equipamiento ideal del Hyundai Kona
Uno de los aspectos más valorados de este Kona es que no cuenta con un acabado básico de esos que comúnmente se dicen que “vienen pelados”. El primero de ellos es un Maxx que destaca por contar con elementos como la multimedia de 12,3 pulgadas, el climatizador, bastantes ayudas a la conducción y llantas de 16 pulgadas, entre otros. Para mí es una opción más que recomendable, pero si navegas un poco por el configurador del SUV coreano te darás cuenta de que no es tan fácil. En el caso de algunas motorizaciones no podrás escogerlo, como pasaba con nuestro TGDi de 170 CV siempre con los N Line o el eléctrico menos potente que va con el Flexx.
Los rivales del Hyundai Kona
Teniendo en cuenta el posicionamiento adquirido tras su última renovación, el Kona puede batirse con los SUV más grandes del segmento B o con los más pequeños del C. De primeras, quizás su primer contendiente lo encontremos en el Kia Niro, de la otra firma del grupo, con el que comparte mucha tecnología y mecánicas. Pero creo que nuestro protagonista está un poco más actualizado por eso de haber llegado después.

Otras opciones interesantes para tener en cuenta y que tengan una gran cantidad de motorizaciones donde escoger podrían ser el Peugeot 2008, el Renault Captur, así como los híbridos Honda HR-V o el Toyota C-HR.