Verano. Otoño. Invierno. Primavera. Carretera y manta; maleteros a rebosar y mapas llenos de promesas que, durante años, muchos recorrieron con una duda clavada: ¿llegaré con un coche eléctrico? Con el Kia EV3 Long Range, esa pregunta cambia. Su autonomía homologada de en torno a 600 km no solo abre la puerta a viajes largos sin preocupaciones: te devuelve el control de siempre. Decides cuándo parar para hacer el viaje más eficiente y cómodo para la familia, no para sobrevivir al siguiente kilómetro.
Ese matiz lo cambia todo. El eléctrico deja de ser una herramienta urbana para convertirse en una alternativa sostenible y cómoda en cualquier estación. Sí, el frío eleva la demanda térmica y el calor también condiciona el consumo por climatización; pero cuando partes de una autonomía teórica amplia, existe margen real para elegir dónde y cuándo detenerse con una estrategia sencilla.

El EV3 te convierte en dueño de la ruta, sin estar condenado a un simple dato de autonomía. En un viaje medio, puede que ni siquiera necesites parar; y, si lo haces, bastará un café de 12–15 minutos para llegar con carga suficiente y moverte luego en destino. En uno largo, compatibilizas tus pausas naturales —descanso o comida— con el avituallamiento del coche, buscando cargas del 10 al 80%, el tramo más eficiente cuando toca una parada media.
¿Eres de viajar del tirón? El Kia EV3 tiene potencial para firmar tiradas muy largas, pero viajar en eléctrico no exige dejar el sentido común: ajusta el tiempo de carga al tiempo real de parada que harías con cualquier coche; aquí, además, aprovechas mejor cada minuto. Y si no quieres pensar, el planificador del coche te guía; si te anticipas conociendo su curva de carga, ganarás aún más tiempo.
En ese papel, el EV3 encaja como compañero ideal de carretera: confort de rodadura exquisito, tecnología que planifica por ti si lo deseas y te quita trabajo, y un diseño que suma practicidad sin perder presencia ni personalidad, exhibiendo con orgullo el nuevo ADN de la marca. Está claro: la decisión de tener o no un eléctrico como coche de uso diario depende de contar con un punto de carga que te dé comodidad y te permita disfrutar de la gran ventaja del coche eléctrico: el coste de la recarga doméstica. El siguiente paso —plantearte viajes a lo grande— deja de ser un doble con tirabuzón gracias a la autonomía real que consigue, a las facilidades de carga actuales y a la capacidad de ampliar muchísimo el alcance en el mismo tiempo que te tomas para estirar las piernas.
El coche: qué es (de verdad) un Kia EV3 Long Range
El EV3 nace con una idea sencilla: no obligarte a pensar en el enchufe, sino darte margen para elegir. En la práctica, significa que puedes viajar con la misma naturalidad con la que lo hacías antes de que el buen eléctrico llegara a nuestras vidas: paras por descanso, por airearte, para picar algo, comer, darle un respiro a tu mascota o a tu familia… no porque te sientas condenado por la autonomía. Y cuando paras, el coche recupera muchos kilómetros en muy pocos minutos dentro de su zona rápida de carga. Esa sensación de mandar en el ritmo es la que separa a un eléctrico con verdadero potencial viajero de otros pensados sobre todo para ciudad o recorridos medios.
Bajo el suelo —que no bajo el capó— está el elemento principal del Kia EV3 Long Range: un paquete de 81,4 kWh brutos (unos 78 kWh útiles) y una electrónica a 400 V afinada para sostener potencias cómodas en ruta, con cargas del 10 al 80 % en torno a media hora. Cuando una batería es así de grande, la ventaja es doble: en la horquilla óptima no solo cargas muy rápido, sino que cada minuto añade mucha energía.
Ahí se explica la diferencia frente a la versión de acceso o frente a otros eléctricos con batería más pequeña —otro enfoque—, que exigen más tiempo y, a menudo, cargar fuera de la zona óptima para igualar los kWh que el EV3 Long Range mete en pocos minutos.
¿Potencia? 204 CV en el eje delantero. Pero en un eléctrico eso pasa a segundo plano: a partir de 170 CV ya hay prestaciones de sobra. La gama se articula en Air, Earth y GT-Line; este último añade bomba de calor, que ayuda a estabilizar consumos tanto con frío como con calor. Con un Cx 0,26 y 1.885 kg declarados, el coche juega la baza de la aerodinámica y de una inercia bien gestionada.

Las prestaciones que importan en viaje no son sus aceleraciones brutas, sino la recuperación y el ritmo. Aquí el EV3 se comporta como ese gasolina turbo que siempre responde lleno o como un diésel moderno con par desde abajo: cambias de ritmo con agilidad, adelantas en poco espacio y mantienes el crucero aunque vayas cargado. La gran diferencia frente a un térmico: aceleras y la entrega es instantánea.
En marcha, el silencio del EV3 se combina con un tacto de suspensión “afrancesado”: filtra muy bien, los amortiguadores se adaptan a la frecuencia del bache y la carrocería reacciona serena. La tracción está muy bien afinada: incluso en húmedo, aplica exactamente el par que el neumático puede digerir. Y, como buen eléctrico, suma regeneración por levas —incluido modo automático— con cuatro niveles que equivalen, para entendernos, a “bajar una o dos marchas” en un térmico cuando buscas freno motor: puedes modular 0,21 / 0,59 / 1,36 / 2,01 m/s², e incluso conducir en One Pedal cuando interesa. La ventaja adicional: mientras retienes, devuelves energía a la batería, aunque sea poca.
La eficiencia del hardware también se nota al enchufar: si llegas con SOC bajo a la estación y cortas en torno al 70–75 %, el EV3 ingiere kWh con voracidad. Un café de 10 minutos puede devolverte del orden de 100 km reales, según condiciones. Justo el tipo de parada que ya ibas a hacer, pero ahora te hace avanzar más.
De autonomías teóricas a reales: estás son las medias en las que te moverás
En ficha técnica, el EV3 Long Range coloca la bandera en algo más de 600 km WLTP. Ese dato no es humo: fija el potencial del sistema y, sobre todo, el margen con el que podemos jugar en la vida real. Pero la carretera no es un laboratorio: hay autovías a 120 km/h, variantes a 100–110, circunvalaciones, puertos, viento de cara… Por eso —como con cualquier tecnología de propulsión— toca bajar a tierra las cifras homologadas.
¿Qué hemos medido usando el coche como lo haría el 99,9%? En ciudad firmó 15,6 kWh/100 km (unos 520 km por carga); en periféricas y carretera a ritmos suaves, 16,7 kWh/100 km (alrededor 490 km); y en autopista estabilizada a 120 km/h, el escenario más exigente, 23,6 kWh/100 km (350 km de tirón, pero con mucho margen si el clima es más benigno o el desnivel menor). La media global se quedó en 17,7 kWh/100 km (nos aseguran 460 km). Son números que encajan con el carácter del EV3: muy eficiente en el día a día y muy correcto cuando toca sumar cientos de kilómetros seguidos. ¿Se pueden lograr autonomías mayores en autopista? Sí, en condiciones favorables. Pero toma estas cifras como estándar prudente y tendrás, además, un colchón de seguridad.

¿Y al viajar de verdad? Rara vez se rueda todo el trayecto a 120 constantes. Ponderando autovía y secundarias, trabajamos con un consumo de viaje realista de 20,5 kWh/100 km, que deja en torno a 380–400 km reales por carga completa. Ese valor es el ancla práctica para programar etapas en cualquier estación: el frío incrementa la demanda térmica, el calor hace lo propio por climatización, y orografía, carga y viento también mueven la aguja. Pero partir de un techo teórico de 600 km te da espacio para decidir, no para sufrir apurando cada kilómetro, salvo que estés ya a tiro de piedra de tu punto de carga de cabecera.
La regla que funciona con el EV3 Long Range es sencilla: en viajes de hasta 500 km, lo óptimo es una parada corta —entrar con la batería entre el 10 y el 30% y desenchufar alrededor del 60–70%—; así aprovechas la zona más rápida de la curva y ahorras minutos. Eso sí, si renuncias a velocidad media, podrías llegar sin cargar. En tiradas muy largas, compensa una pausa 10–80% coincidiendo con la comida y, si hace falta, un “chute” de 10–15 minutos más adelante para asegurarte un buen pellizco de autonomía al llegar al destino.
Cargar bien es, sencillamente, cargar cuando conviene
Las cifras que verás a continuación no son proyecciones de catálogo: son las que hemos medido con el mismo EV3 que te vas a encontrar en el concesionario y, sobre todo, en la autovía. Por eso sirven para decidir: convierten la planificación en una ventaja, no en una preocupación.

Los “algo más de 600 km” oficiales son el colchón: te dan margen de maniobra para viajar con la cabeza fría. La carretera es tozuda —orografía, viento, frío, calor, tráfico— y la red de cargadores, aunque cada vez más abundante, todavía no es equivalente a la de gasolina o diésel. Precisamente por eso, el conductor de eléctrico debe ir un paso por delante: escoger el poste en ruta, llegar con SOC bajo para aprovechar la potencia alta, salir en su zona dulce y enlazar etapas con ritmo.
El EV3 te lo pone fácil porque te devuelve el poder de decisión: eliges si haces un café de 12–15 minutos o una 10–80% coincidiendo con la comida; eliges si añades una carga extra de apenas 5 minutos para esquivar un puerto o un viento de cara; eliges cómo y dónde gastas tu tiempo con estrategia asegurándote comodidad, pero sin añadir tiempo adicional en el trayecto. Independientemente de la tecnología de tu coche, ¿acaso no le dedicas media hora de hora descanso como poco en un vieje de medio millar de kilómetros? Aquí va una exprés para ahorrar minutos:
- Carga doméstica manda: cuanto más % de batería lleves de origen desde casa, más barato es cada kilómetro del viaje; la rápida en ruta se usa para complementar y optimizar tiempos.
- Preacondiciona la batería con el navegador para entrar “tonificada” al punto de carga: curva más eficiente y menor degradación.
- Llega con SOC bajo (10–30%) para maximizar kWh/min.
- Corta a 70–75% en paradas cortas: evita así la reducción progresiva de la potencia de carga conforme sube el porcetnaje de batería, ahorras minutos en ruta y no pagas el kWh recargado a un coste que el coche no es capaz de asumir.
- Usa puntos de carga de alta potencia a autovía: IONITY (350 kW), Tesla Supercharger abierto a terceros (hasta 250 kW), Zunder (hasta 360–400 kW), Wenea/TotalEnergies… a día de hoy, el ecosistema garantiza viajar con muchísima tranquilidad.

Aquí van cinco viajes para perderle el miedo a la autonomía (y ganarle minutos al reloj)
Imagina el mapa extendido sobre la mesa del salón. Mediterráneo, Costa del Sol, Cantábrico, el eje Barcelona–Valencia… Son los destinos de siempre, los que marcan el pulso de millones de viajes cada año. Por eso empezamos por cuatro clásicos vacacionales —los que más hace el conductor español— y nos guardamos un quinto trayecto de gran fondo como declaración de intenciones: menos habitual, sí, pero perfectamente asumible con cabeza y con un EV3 que te permite decidir cuándo parar. En todas ellos, estas son las supuestas condiciones de viaje: salida al 100% de batería cargada “en casa”, llegada con al menos, el 10% o más de carga, consumo de viaje 20,5 kWh/100 km basados en nuestra experiencia con en las pruebas y 78 kWh útiles de batería para administrarlos.
Por qué estas rutas: porque conectan donde vivimos con donde descansamos: la costa mediterránea y andaluza, el norte cantábrico y el corredor Barcelona–Valencia. Y porque el “gran fondo” final demuestra que, con la gran autonomía y eficiencia del EV3 poniendo el potencial, el conductor de un Kia EV3 Long Range sólo necesita un poquito de criterio para viajar a pierna suelta sin ansiedad. El propio navegador inteligente puede ser tu guía de cabecera; y si te anticipas conociendo las características del coche, podrás adelantarte a un cambio de condiciones cuando el recomendador de ruta no sea tan fino como tú. Vamos con los ejemplos de ruta.

Un clásico: del kilómetro cero al Mediterráneo, con un café (si quieres). Madrid – Alicante.
Sales de Madrid con la batería al 100% y el maletero diciendo “verano”. Los primeros 250 km caen con la tranquilidad de quien sabe que el EV3 no pide un enchufe pese a la dura orografía inicial: la aguja baja, sí, pero el ritmo se mantiene fino, silencioso, fresco. La parada no es un rescate, es un café bien elegido.
Dónde y por qué parar. El entorno de Albacete (A-31) ofrece HPC en ruta (Zunder e IONITY pegados a la autovía). Llegarías con la batería en su zona dulce si es que has decidido carga y mientras te estiras las piernas, el EV3 se mete entre “pecho y espalda” entre 21–23 kWh en 12–15 minutos logrando unos 170 km adicionales.
Coste estimado. De los 420 km cubiertos, más de 250 km los haces con energía cargada en casa (aproximadamente, unos 52 kWh). Con una tarifa doméstica adaptada a coche eléctrico, ese primer tramo te habrá costado alrededor de 6 €, a los que habría que añadir unos 11 € de suministro en el cargador de alta potencia. Total viaje: entre 15–19 €.

De Madrid a la costa del Sol. 500 km, una pausa y llegas a Málaga al mismo tiempo que en tu turbodiésel de ayer
Salimos de Madrid con ganas de mar y sin prisas por enchufar. La meseta nos da algo de tregua y, cuando asoma Despeñaperros, aparece también el mejor lugar para convertir una pausa natural en energía útil: área en ruta, sin desvíos, perfecta para aprovechar el potencial de carga del Kia EV3 y salir con el porcentaje justo. El propio planificador del EV3 suele sugerirla; tú eliges si es café corto o parada de comida según la hora y el tráfico.
Dónde y por qué parar. Santa Elena – Despeñaperros. Está en ruta, tiene HPC y encaja con el ritmo del viaje.
- Opción comida (10–80%): llegarás con, más o menos, el 20–30% de autonomía (según viento y ritmo), cargas alrededor entre 25–30 min hasta 80–85% y afrontas los 230–250 km restantes con holgura.
- Opción café (15–20 min): carga hasta 60–65% y el viaje siegue siendo viable sin segunda parada si la meteo no penaliza. Si quieres ir sobrado, añade una carga de 8–10 min cerca de Córdoba o ya en la A-45.
Coste estimado. Hasta Santa Elena hay 330 km (68 kWh desde casa) con un coste de entre 8–10 € por carga doméstrica
- Opción comida 10–80%: entre 22-27 € por 55 kWh cargados HPC. Total: entre 30–37 €.
- Opción café: entre 16 y 20 € por energía cargada. Total: uno 24–30 € en todo el recorrido considerando el coste de la carga doméstica.
De mar a mar, del tirón o con un suspiro. Barcelona - Valencia
Costa, autopista y una distancia que invita a hacerlo del tirón. Si sales al 100% y el tráfico acompaña, el EV3 llega con la satisfacción de no haber parado. Si prefieres colchón o has salido al 85–90%, un suspiro de 8–12 min mantiene el viaje igual de fluido.
Dónde y por qué parar (opcional). IONITY Torredembarra/Tarragona en la propia ruta. Aunque entras con SOC alto, 8–12 minutos bastan para sumar entre 15–20 kWh y salir en con un 70% de carga
Coste estimado:
- Sin paradas: 350 km y unos 72 kWh consumidos cargados de casa: 8,6–10,8 €.
- Con micro-parada: cargar entre 12–15 kWh te costarán entre 5–7,5 €. Total: 12-16,5 €.
Buscando el norte, sin apuros. Madrid - San Sebastián
Costa, autopista y una distancia que invita a hacerlo del tirón. Si sales al 100% y el tráfico acompaña, el EV3 llega a destino con la satisfacción de no haber parado. Si prefieres colchón o has salido al 85–90%, un suspiro de 8–12 min mantiene el viaje igual de fluido. La AP-7 bordea el mar y ofrece áreas con puntos de carga en ruta: parar aquí es más una decisión de comodidad que de necesidad. Ese respiro corto te sirve para estirar las piernas, ajustar la climatización según la estación y salir con margen para entrar en la ciudad sin mirar el indicador. Y si no quieres pensar, el planificador del coche te propondrá un viaje en bandeja
Dónde y por qué parar. Vitoria-Gasteiz (Tesla Supercharger abierto a terceros, 250 kW). Cargas 14–16 min y saldrás con el 60% de capacidad de batería para que tras los 110 km finales, tengas autonomía de sobra para moverte por la zona.
Coste estimado. Entre 10-13 euros con la carga doméstica. Si has parado en Vitoria y has cargado entre 25–30 kWh, sumas a la factura entre 10–15 € más). Total: 20–28 €.
Maratón de San Sebastián a Cádiz: 1.030 km para aplicar cabeza
Una comida que recarga tanto al conductor como a la batería y dos suspiros en la zona dulce para mantener el ritmo serán suficientes para conseguirlo. Llegar con poca carga al primer cargador y sales con el porcentaje adecuado para ganar minutos sin romper el ritmos de viaje; el resto es dejar que la ruta fluya: paisaje, radio, conversación. Si el viento o la temperatura aprietan, el planificador del coche ajusta y tú decides si alargar un poco la comida o añadir un carga breve, pero todo se resume en este plan.
- IONITY Milagros (A-1, km 149). Tras 290 km desde Donostia, deberás llegar con un 20–30%. Carga entre 15–18 min y continuas con un 65–70% de carga disponible
- Santa Elena – Despeñaperros (A-4). Parada orientada para pasar del 10% al que más o menos llegarás a esta punto, para salir al 80%, aprovechando la mayor eficiencia de su curva de carga.
- Sevilla – Tesla Supercharger (abierto a terceros): 10–12 min bastarán para volver a tener entre el 40–50% y rematar con margen los 120 km restantes por AP-4.
Coste estimado. 1.030 km y 211 kWh. De casa, gastar entre 7–9 € en el primer tramo, y el resto de pardas te supondrán entre 52 y 75 €, según operador y precio. Total: 60–85 € por atravesar España de cabo a rabo.

Libertad para decidir, margen para viajar
Kia ha cambiado el paradigma del eléctrico con el EV3 Long Range: ya no se trata de si puedes, sino de cómo quieres viajar. Un coche que garantiza las vacaciones —por autonomía y por cómo carga— y, al mismo tiempo, abarata el día a día hasta niveles que quien no lo usa no imagina: recargas en casa por pocos euros, casi sin mantenimiento (sin aceites, ni correas, ni embragues; frenos que duran más por la regeneración) y con un placer de uso que engancha —silencio, respuesta inmediata, confort real. Quien aún no lo ha probado suele pensar en límites; quien lo conduce descubre ventajas: costes ridículos por kilómetro, suavidad de marcha, tecnología que planifica por ti y la tranquilidad de saber que llegas… con margen. Si buscas un eléctrico para todo, que haga barato lo cotidiano y fácil lo extraordinario, el EV3 te pone el potencial y tú sólo pones el sentido común. Viajar vuelve a ser decidir cuándo paramos; el resto es disfrutar.