De alguna manera se podría pensar que en Volkswagen tienen hasta tres modelos dentro del segmento de los B-SUV. El inicio lo marca el T-Cross y por encima queda el Taigo, con el que comparte muchos de sus elementos y su línea de montaje en Navarra. El tercero en discordia podría ser el T-Roc por tamaño, aunque como ya te hemos contado su plataforma y orientación es de una categoría superior.
Ante esta disyuntiva los compradores de la marca alemana pueden dudar entre apostar por el más pequeño T-Cross o por nuestro protagonista el Taigo. Nosotros hemos sometido a nuestra particular guía de compra a este último y el resultado final es que ahora mismo es una opción más recomendable como te explicaré a continuación.
Un pequeño SUV coupé
Más allá de las cuestiones meramente estéticas, un aspecto que no es objetivo y que dejo a elección de cada uno, el Taigo empieza a marcar diferencias en el momento que ofrece un mayor tamaño. Dentro de que considero que ambos cuentan con un interior bastante amplio, el aquí probado rasca unos pocos centímetros en lo que a espacio longitudinal se refiere tanto en la fila delantera como en la trasera.
Aunque en este apartado lo que de verdad decanta la balanza es el maletero. El Tiago se desmarca con nada menos que 440 litros, frente a los 385 litros del otro, una diferencia que es notable y que no desempaña que la boca de carga esté más alta. En su interior encontraremos una bandeja para dividir el espacio en dos alturas, dejando el hueco más bajo para una rueda de galleta.

Por dentro, como es evidente, comparten el puesto de conducción, pero este Taigo tiene un toque diferenciador que comparte con el Polo, la climatización es de tipo táctil y no con las clásicas ruletas (estas siguen siendo más prácticas). Del resto podemos decir que se ha utilizado material blando en las superficies del salpicadero, mientras que el resto es más duro como es habitual en este segmento, mientras que su ajuste es normal. Añadimos una distribución muy a la “alemana”: botones los justos y bastante ordenados.
Todavía no lo he comentado, pero mi unidad de pruebas contaba con el acabado intermedio “Más” que equipa de serie asientos tapizados en tela. Su tamaño es bastante generoso, pudiéndose colocar bajos si así lo prefieres y ofreciendo un buen agarre. Es acompañado por el panel de instrumentación pequeño, el de 8 pulgadas, que también ofrece varias vistas a personalizar. A su lado se encontraba una multimedia del mismo tamaño, aunque no la de serie conocida como Ready2Discover, sino la Discover Media que añade el navegador nativo por 640 euros (recomendable porque también incluye Apple CarPlay o Android Auto inalámbricos). Me resultó rápida en sus diferentes transiciones y sus gráficos no son aparentemente anticuados, pero sí ya están más vistos si estás familiarizado con los modelos de Volkswagen. Y como extra tenía altavoces de la marca Beats.

Como comentaba antes, este Taigo ofrece un gran espacio en las plazas traseras, pese a que la caída del techo nos podría hacer pensar lo contrario. Lo único que la plaza central está muy penalizada por un suelo bastante elevado, en donde por cierto podemos encontrar al lado dos USB de tipo C.
Una dinámica de referencia
Solo me queda presentar de la unidad de pruebas su motor. En este caso en concreto contaba con el 1.0 TSI de 116 CV y asociado al cambio automático DSG. Precisamente este es el primer protagonista, pues como sucede en otros modelos de la marca, se muestra un poco brusco en las maniobras desde parado. Encima, una vez cogemos velocidad le gusta engranar marchas a toda velocidad, por lo que a veces si necesitas un poco más de empuje le puedes encontrar rodando demasiado bajo de vueltas.

Si no te terminas de acostumbrar a esta configuración en marcha, quizás demasiado conservadora en busca de unos consumos más bajos, siempre puedes recurrir a actuar sobre el DSG de forma manual. Lo harás a través de unas levas un tanto pequeñas en el volante o sobre la palanca, quizás demasiado grande ya para lo que se estila en los últimos lanzamientos. Y redundando sobre esto, que pocos coches van quedando ya con el freno de mano con tirador.
En lo que concierne al propio motor, este TSI es muy válido para compradores que principalmente le van a dar un uso al Taigo por ciudad y sus alrededores. Solo en carretera, cuando se le pide algo más de reprís a alta velocidad, le puede faltar algo de fuerza. Aunque si eres un viajero habitual quizás deberías pensar en el TSI de 150 CV.

Con esta configuración no tendrás a tu disposición los casi ya habituales modos de conducción, pero si eres eficiente en tu conducción podrás comprobar en el cuadro de instrumentación que se ilumina un indicativo “Eco”. Son momentos en los que sueltas el acelerador y la mecánica inmediatamente suelta el cambio y bajas las revoluciones a 1.000 rpm, conduciendo a vela y, de esta manera, reduciendo los consumos.
Y sin duda un botón “Eco” al uso no le hubiera venido nada mal, porque los consumos que he obtenido durante la semana que hemos convivido no son bajos precisamente. Si bien en tramos de circunvalaciones (90-100 km/h) se puede mover en 6,4-6,5 litros, a partir de ahí iremos subiendo a los 7,6 litros en carretera y por encima de los 8 en entorno completamente urbano.

Dejé para el final precisamente el título de este apartado en el que analicé la dinámica. Porque esta es una de las grandes referencias de su categoría, que sin llegar a las buenas maneras de un T-Roc (recordemos con una plataforma más avanzada) se le acerca bastante y me da la sensación de que es incluso un poco mejor que el T-Cross (otro punto más a sumar). Me gustó tanto el tarado de las suspensiones, como el guiado de su dirección y el tacto de la frenada.
¿Qué motor es mejor para el Volkswagen Taigo?
Ahora mismo el Taigo ofrece tres motorizaciones, pero todas ellas son etiqueta C, lo que le deja en una pequeña desventaja frente al resto de sus competidores. Además, comparten que son movidos por gasolina, ya sea con el 1.0 TSI de 95 o 116 CV, así como el 1.5 TSI de 150 CV.

Teniendo en cuenta este punto de partida, yo creo que no compensa mucho adquirir el de menor potencia. Solo disponible con el acabado base, que quizás puede resultar insuficiente para muchos compradores, su precio de 20.870 euros apenas es 960 euros más económico que el propulsor analizado arriba. Tendrás menos empuje cuando salgas de ciudad y los consumos serán muy parecidos.
Puede haber una duda más razonable entre los otros dos. El TSI de 116 es ideal para aquellos que no demanden una gran potencia y que quieran un cambio manual. Dejaremos el de 150 CV para los más ruteros, que les guste rodar con cierta alegría y que no les importe pagar los 1.295 euros (1.820 euros en el caso del R-Line) que hay de diferencia.

Escogemos el mejor equipamiento para el Volkswagen Taigo
Teniendo en cuenta un poco lo comentado ya en los motores, creo que merece bastante la pena intentar como mínimo escoger un Taigo con al menos el acabado Más. La diferencia con el base es de un poco más de 1.000 euros, llevándote elementos que te facilitarán la vida en tu día a día como la entrada y arranque sin llaves o los sensores de aparcamiento delanteros junto con la cámara de visión trasera, por citar algunos ejemplos.
Con ese Más tendrás una buena dotación al que puedes añadir como hicieron en mi unidad de pruebas el sistema multimedia con navegador o una pintura a tu gusto (el azul eléctrico que ves en el vídeo cuesta 570 euros). Porque el R-Line, completísimo por otra parte, hablamos de diferencias superiores a los 2.600 euros.

Los principales rivales del Volkswagen Taigo
El tener al T-Cross y al Taigo en el segmento B-SUV permite a la marca alemana combatir a las diferentes alternativas en la parte baja y alta, teniendo en cuenta la longitud de cada uno. Por ese motivo creo que es más adecuado asociar a nuestro protagonista más con un Skoda Kamiq que con un Seat Arona, aún compartiendo todos ellos plataforma y motores. Precisamente el checo con su equipamiento de acceso Selection y el mismo motor aquí probado cuesta 30.600 euros, por los 22.885 euros del teutón analizado arriba. Demasiada diferencia.
En un precio parecido se mueve el Peugeot 2008 Allure con el motor gasolina de 100 CV (23.890 euros), mientras que un Renault Captur Techno con el TCe de 90 CV son 24.046 euros y un Hyundai Kona Maxx con el 1.0 T de 100 CV son 24.990 euros. Esto demuestra que el Taigo no es que se quede por debajo actualmente del T-Cross, también lo hace con sus principales rivales.