Hasta hace no mucho el Volkswagen Golf tenía el honor de ser el abanderado de la marca alemana liderando sus ventas en todo el continente. Ese privilegio se lo arrebató el Tiguan, aunque si centramos nuestra mirada en el mercado español el más vendido es otro SUV, el T-Roc. Por este motivo hemos querido someterle a nuestra particular guía de compra para analizar cómo va, cuál es el motor más ideal para cada tipo de comprador y con qué equipamiento nos quedaríamos nosotros.
Un SUV de segmento superior
Ya saben que los periodistas tenemos la costumbre de intentar siempre clasificar los modelos por segmentos o categorías, más allá de la cada vez más difícil silueta o carrocería. Nuestro T-Roc está claro que es un SUV, uno de los ocho con los que cuenta la marca, pero cuando este modelo se lanzó en 2017 era de los compactos o segmento C más pequeños con sus 4,23 metros de largo. Con el paso de los años los del nivel inferior han crecido hasta situarse en muchos casos en torno a los 4,3 metros, como por ejemplo le pasa al Taigo (4,27 m en su caso), engullendo de alguna manera a nuestro protagonista, pero el contar con la plataforma MQB le sigue manteniendo un punto por encima de sus “crecidos” rivales.

Esto se nota en detalles como los materiales utilizados, superiores a los que vemos en un T-Cross o Taigo, y que aumentaron su calidad tras la última actualización que se le realizó en 2022. Además, este modelo fabricado en Portugal también firma unos buenos ajustes en todo el salpicadero. También puede tener modernos botones hápticos en su volante, aunque mi unidad de pruebas contaba con un aro más tradicional con mandos físicos que a mi parecer son más ergonómicos. Esta comparación también la podemos hacer con los mandos del climatizador, ahora de tipo táctil, que no son tan prácticos como las anteriores ruletas. Todos estos comentarios los hago sentado en unas butacas con cierto carácter deportivo, que agarran muy bien el cuerpo y que casan muy bien con el espíritu de un acabado R-Line como el de mi unidad de pruebas. Su único “pero” es para ser el equipamiento más alto no tienen ajuste eléctrico, algo que deberás pagar como extra de 2.830 euros al estar incluido dentro del paquete cuero “Nappa/Carbon Style”. Y tampoco hay cargador inalámbrico, que son al menos solo 470 euros.
En cuanto a la calidad y cantidad de digitalización del puesto de mando ya lo comento en el vídeo. No es algo por lo que se podría poner mala nota al T-Roc, porque cumplen perfectamente en calidad de gráficos, fluidez y posibilidades de personalización, pero claro comparado con lo que monta actualmente un Golf queda un poco relegado. Más allá de esto solo la encontré un pequeño fallo y es que en el coche probado se me solapaba la voz de la radio con una aplicación del Apple CarPlay (Waze en concreto), cuando lo normal es que la primera baje de volumen cuando se activa la segunda.

Dado su contenida longitud, a lo que sumamos una buena visibilidad interior, permiten moverse por la ciudad de maravillas con este T-Roc. Y pese a esto también ofrece uno de los mejores habitáculos de su categoría. Basta sentarse en las plazas traseras para comprobar lo bien que trata a sus ocupantes en cualquiera de las tres cotas. Solo quizás, como suele pasar en esta plataforma del Grupo Volkswagen, se penaliza el confort del ocupante central al contar con un suelo un tanto elevado.
Y lo que completa este buen interior es el maletero. Con 445 litros es una de las referencias, le sobrepasan el Ford Puma o el Hyundai Kona por poco, y cuenta con una práctica bandeja que se puede colocar en dos niveles para que juegues con el espacio como quieras. Lo único a tener en cuenta es que si va equipado con la tracción total 4Motion, como le pasaba a mi unidad de pruebas, el hueco disponible disminuye hasta los 392 litros.

Un motor que es una pequeña bomba
La otra gran cualidad que se nota que el T-Roc es de categoría superior la aprecias en cuanto sales a la carretera. La forma en cómo pisa, como se comporta la dirección a la hora de tomas las curvas o el funcionamiento de sus frenos le colocan como una clara referencia dentro de los SUV de este tamaño. No es un Golf, eso está claro, pero se acerca tanto que el común de los mortales te dirá que casi van igual.
Y que conste que esta buena reseña es independiente del comportamiento de su motor. Mi unidad de pruebas contaba con el TSI 190, del que más adelante te diré si es mi elegido, pero lo que está claro es que es una pequeña bomba. Tenemos un buen empuje en un amplio rango de revoluciones moviendo con demasiada soltura al T-Roc. Y encima lo acompaña con un sonido muy bonito.

Su hándicap son los consumos. En carretera a ritmos constantes lo normal es estar siempre superando con facilidad los 7 litros (ha homologado 7,6 litros), mientras que en ciudad aparecerán los dobles dígitos, con cifras de 10 litros. Siempre que quieras ahorrar un poco, sobre todo en el entorno urbano, tienes a tu disposición el modo Eco (muy útil en las urbes) que se cambia cómodamente desde la rueda ubicada en la consola central. De esta manera comprobarás que cada vez que sueltas el acelerador desconecta la transmisión para ahorrar unas décimas. En otros modos como el Normal esto también pasa, pero no con tanta frecuencia. A mayores tienes también el Sport (el T-Roc puede correr todavía más) y un Individual en el que se pueden modificar la dirección, la propulsión, el ACC (control de crucero adaptativo) y el climatizador.
Un aspecto importante para tener en cuenta con este TSI 190 es que siempre va asociado al cambio automático DSG. Sus desarrollos pueden resultar un poco bruscos al iniciar la marcha o en maniobras, por lo que hay que cogerle el truco para no tener un susto. Esta característica me sorprende pues ya en marcha es muy suave en sus transiciones. Puedes actuar sobre él a través de unas levas colocadas tras el volante, un tanto pequeñas, o con el pomo, que todavía no es pequeño como se está poniendo de moda en la industria del automóvil. Y también cuenta con un modo S para que sea más reactivo, función que se activa de forma automática el poner el modo Sport.

La otra tecnología que te llevas de serie con este motor es la tracción total 4Motion. De esta manera se incorporan los modos Snow, Off-Road auto y Off-Road experto (este permite cierta personalización) en la ruleta de selección. Pero cuidado con esto, porque el T-Roc no tiene mucha altura libre al suelo y las ruedas montadas de fábrica son de carretera.
¿Qué motor es mejor para el Volkswagen T-Roc?
En materia de motores el T-Roc se encuentra un punto por detrás de sus principales competidores ya que no cuenta actualmente con ninguna opción electrificada, ni si quiera con una variante híbrida ligera, por lo que todas las posibilidades que vamos a analizar ahora siempre cuentan con la etiqueta C de la DGT.

De primeras hay dos opciones que voy a cribar. Por un lado, está el TDI de 115 CV, motor caro de partida (33.915 euros) frente al gasolina de la misma potencia (29.570 euros) y por otro el TSI de 300 CV perteneciente al R, pues creo que es un coche para un nicho de cliente exclusivo que busca prestaciones por encima de todo.
A partir de aquí, el 2.0 TDI de 150 CV es ideal para aquellos que tengan pensado realizar muchos kilómetros al año, aunque teniendo en cuenta que cuesta 4.440 euros más que el TSI de la misma potencia, creo que la mayoría de los clientes deberían decantarse más por este último. Tiene brío suficiente para mover a este conjunto y sus consumos no son tan elevados como el TSI de 190 CV analizado más arriba.
Cinco equipamientos para escoger
Hasta cinco equipamientos hay disponibles actualmente para el T-Roc lo que puede resultar un poco embarazoso a la hora de escoger. Analizando en profundidad la dotación de serie que tiene cada uno para mí el mínimo imprescindible debería ser el conocido como “Más”. Apenas te subirá 390 euros respecto al Life, incluyéndote elementos importantes como la pintura metalizada, la cámara de marcha atrás (Rear View) y el sistema de apertura y arranque sin llave (Keyless Access). Con el motor TSI 150 y cambio manual se queda en 34.810 euros (suma 1.500 euros más si lo quieres automático).

La última alternativa la tendrías en su carrocería Cabrio. Disfrutar de conducir sin techo conlleva prescindir de una plaza, pues solo homologa cuatro, y su maletero se reduce a 280 litros. Además, su gama de motores y equipamientos es mucho más limitada, teniendo en cuenta que encima su precio de partida es de 38.755 euros (TSI de 115 CV y acabado Style).
Los principales rivales del Volkswagen T-Roc
Como se dice en la Fórmula 1 los principales rivales los encontramos siempre en casa. En este caso muchos compradores podrían dudar con el Taigo, con su silueta de SUV coupé y un maletero de 440 litros. Encima su precio de partida son 25.090 euros (motor 95 CV). En su contra está que tiene menos anchura en el habitáculo, peores materiales, algo menos de tecnología y una dinámica un punto por debajo.

También en términos parecidos podríamos hablar de los Seat Ateca o Skoda Karoq, con habitáculos muy parecidos y un nivel de mecánicas/tecnologías muy parecidas a la de nuestro protagonista. Además, son ligeramente más baratos ya que el primero comienza en 31.680 euros (TSI 115 y acabado Style XM) y el segundo en 32.790 euros (mismo motor y equipamiento Selection).
Fuera de lo que es el Grupo Volkswagen te propongo otras cuatro opciones muy interesantes: el dinámico Ford Puma, el último Renault Captur del que puedes leer aquí su guía de compra, el Mazda CX-30 y el Hyundai Kona. Pero la lista de rivales es amplísima.