La actual gama de SUV de Renault es una de las más amplias del mercado. Con hasta siete integrantes, solo podría faltar uno de gran tamaño, guerra en la que no toman partido los franceses. De ellos, tres comparten la misma plataforma, como son el Captur, el Arkana y nuestro protagonista, el Symbioz. Este fue el último en llegar como una alternativa con más espacio y hemos querido someter a nuestra particular Guía de Compra para conocer cuál es su mejor motor y acabado.
Prueba Renault Symbioz: un Captur agrandado
La fórmula de presentar dos coches distintos con un mismo frontal no es nueva en el mercado, pues ya conocemos ejemplos populares como aquel Nissan Qashqai+2. Por ello, en caso de estar aparcados uno al lado del otro en batería no será fácil saber cuál es el Captur y cuál el Symbioz. Estos dos SUV que comparten línea de montaje en Valladolid, se tornan diferentes a partir de las puertas traseras, en la búsqueda de un mayor espacio interior.
Lo más curioso de todo es que con el metro en la mano, el espacio disponible en las plazas posteriores es exactamente igual en esta pareja, cuando lo normal hubiera sido sacar algún centímetro extra más para estos pasajeros. Como ya comentamos en nuestra Guía de Compra del Captur no le deja mal parado frente a sus rivales, pero en el caso del Symbioz que compite con otros vehículos más grandes se queda un poco atrás tanto en el espacio para las piernas como en anchura, defendiéndose en altura. Hereda de su hermano pequeño la posibilidad de mover la banqueta entera 16 cm, por si necesitamos algo más de espacio para la carga, además de contar con salidas de aire, dos USB y una toma de 12 V en la parte trasera de la consola central.

Mejor nota le podemos poner al maletero, cuya capacidad depende de ese juego de la banqueta y también de la motorización a escoger. En el caso nuestra unidad de pruebas que era la full hybrid es la menor, con un rango entre 434 y 548 litros, mientras con el mild hybrid sube entre los 499 y 613 litros, siendo este último dato bastante bueno. Dispone de una bandeja que separa el espacio en dos (debajo hay espacio para una rueda de repuesto de galleta), con formas cuadradas y muy aprovechables
De la parte delantera se pueden decir las mismas cosas buenas y malas del Captur, pues aquí son idénticos. Esto significa que encontraremos una butaca bastante elevada, estilo posición SUV, con gran tamaño, un agarre normal y de tapicería mixta (era un acabado Iconic). A nuestro alrededor se desmarca con materiales nobles a la altura de la vista, dejando los más modestos más abajo, con ajustes buenos, un punto por debajo de lo que encontraremos en un Austral, por tenerlo en cuenta.

A la consola central se le ha dado una gran utilidad, ya que se la ha diseñado con varias alturas con muchos espacios para vaciar los bolsillos. Los botones, en general, son bastante grandes y en una cantidad justa. Y sin duda, se agradece mucho el que encontramos a la izquierda del volante que quita los avisos de la velocidad sin tener que recurrir a la pantalla como sucede en otros coches.
También comparten ambos SUV de Renault el sistema de pantallas, que al contar con el sistema operativo Android Automotive les convierte en una de las referencias. Del panel se puede indicar que permite varias vistas, cambiando de forma rápida, mientras que la multimedia es de gran tamaño y disponible de muchas de las funcionalidades de Google, como la conocida aplicación Maps o su asistente por voz.

Antes de pasar a hablar de la dinámica de este Symbioz, no quería olvidar hablar de su particular techo panorámico. Conocido como Solarbay y estrenado en los SUV más grandes de la marca, se caracteriza por contar con una lamina de cristal líquido que reacciona a la electricidad y que permite no tener que utilizar una cortinilla. La verdad que el resultado me ha sorprendido, pudiendo optar entre opacar solo la mitad, ya sea la delantera o trasera, así como dejarlo descubierto por entero. Eso sí, es un opcional que cuesta actualmente 1.500 euros.
Prueba Renault Symbioz: así se comporta el SUV francés
No sé si ha sido su acabado Iconic, sus grandes llantas de 19 pulgadas (de serie) o su color “Azul mercurio” (vale 672 euros), pero me resultó curioso que muchas de las miradas de los peatones se fijaran en mi Symbioz. Y al arrancar me doy cuenta de un detalle mejorable, pues si bien he alabado el comportamiento de la pantalla multimedia, creo que a las cámaras periféricas les falta algo de resolución, más teniendo en cuenta el segmento en el compite nuestro protagonista. También, ya que estoy maniobrando, me percato de que la ventanilla trasera no es muy amplia, lo que reduce tu visión en estos primeros metros.

Esta motorización full hybrid combina la acción de un motor de combustión con otros dos eléctricos para alcanzar los 160 CV. Me gustó que la transición entre moverse con gasolina o electricidad lo realiza de una forma muy rápida, pese a que alguna vez da pequeños tirones. La batería me percato en el panel que casi siempre está en torno al 50%, menos cuando salimos a carretera que tras una gran demanda del acelerador se vacía por completo para ayudar con el empuje. Por lo tanto, en general es una mecánica silenciosa, que solo se deja notar algo más en momentos de recuperaciones, con una potencia más que suficiente para mover a este conjunto.
A nivel dinámico, me sorprendió encontrar un tacto de la dirección un tanto pesado. Está claro que ofrece tres niveles, pero aún en la más baja seguía sintiendo lo mismo. Y a mi gusto le sobraría alguna vuelta. Su suspensión es idónea para conductores tranquilos, con el detalle que el eje trasero es algo seco, mientras que la frenada me pareció lo mejor que tiene, al ser contundente cuando se requiere.

Para los que les gusta personalizar el coche a su gusto, este Symbioz ofrece el Multi-Sense (modos de conducción) con la posibilidad de escoger entre Comfort, Eco, Sport y Perso. Y aún teniendo este último, en los tres anteriores también permite retocar ciertos aspectos. A esto sumamos los denominados como “Safety Score” y “Eco Score”, que casi se convierte en un juego en cada recorrido por intentar alcanzar la máxima puntuación. Lo bueno es que si crees que ha sido baja, siempre te da consejos para superarla la próxima vez. Dentro de esa búsqueda de eficiencia descubrí que es capaz de rodar a 120 km/h en modo eléctrico, aunque era una cuesta abajo.
Cerraríamos este apartado con los consumos. Aunque 160 CV puedan sonar a muchos, la gran eficiencia del sistema híbrido permite al Symbioz completar recorridos urbanos con unas pocas décimas por encima de los 5 litros, bajando incluso de esa cifra si incluimos mucha circunvalación a un ritmo constante de 90-100 km/h. En carretera se muestra algo más glotón, subiendo hasta los 6,5 litros con cruceros de 120 km/h.

¿Qué motor y equipamiento es mejor para el Renault Symbioz?
El Symbioz no es precisamente uno de esos modelos en los que te vuelvas loco con la cantidad de motorizaciones a escoger, pues solo hay dos. Lo bueno de ellas, más en los tiempos que corren, es que presumen de contar con la etiqueta Eco para solventar posibles limitaciones circulatorias en las ciudades. La cuestión, por tanto, es si somos más de full hybrid o de mild hybrid.
Más allá de esos 20 CV de potencia que los separan y de que utilizan hibridaciones de distinto tipo, debemos conocer que la diferencia económica entre ambos es unos 2.500 euros. Sin duda es para tenerla en cuenta, sobre todo si vamos un poco más justos de presupuesto. A favor de nuestro protagonista es que obtendrás mejores consumos, sobre todo en ciudad, aunque necesitarás moverte bastante para compensar la diferencia. Sin olvidar, que si optas por los dos acabados más altos (esprit Alpine o Iconic), solo está disponible el full hybrid.

Respecto a sus cuatro acabados, además de los dos mencionados también tenemos los Evolution y Techno. Para mí este último es el mínimo que deberías plantearte y en donde te llevarás un Symbioz bastante bien equipado. La diferencia con el esprit Alpine es de 1.440 euros, a igualdad de motor, y este solo se diferencia por elementos estéticos más deportivos. Y te ahorras los casi 2.900 euros que cuesta de más el Iconic para algún extra.
Los rivales del Renault Symbioz
Más allá de los comentarios que dejado en comparación de este Symbioz con el Captur (unos 3.000 euros más barato), dentro de la Alianza tiene un duro rival con el Nissan Qashqai. Uno de los SUV más vendidos de esta categoría, ofrece una alternativa a este híbrido con su eléctrico de autonomía extendida de 190 CV, contando con algo más de espacio interior y almacenamiento en el maletero. Eso sí, su precio parte de los 32.450 euros (acabado Acenta), por los 30.019 euros del francés.

Otras alternativas pasan por recurrir a la marca que más híbridos vende, con su Toyota C-HR menos familiar que nuestro Symbioz y un precio de 31.050 euros (motor 140H y acabado Active), rivales ya analizados en nuestra Guía de Compra como son el Honda HR-V (32.460 euros) y el Kia Niro (26.390 euros) o una opción más económica representada por el MG ZS Hybrid+ (22.490 euros).