Adiós al motor de 140 Mild Hybrid del Renault Austral. Probablemente no sería la versión de mayor éxito de la gama, pero creo que su salida ha estado más relacionada con la llegada del Symbioz, el nuevo SUV medio de la marca. Disponible inicialmente con sistema de propulsión híbrido E-TECH de 143 CV, sus precios de partida eran superiores a los del modelo superior, así que entiendo que con toda lógica la marca se lo haya quitado de encima para no canibalizar un modelo con otro.
Pero la situación es muy parecida con el ahora primer motor que ofrece la gama Austral, el Mild Hybrid de 158 CV, en teoría, alrededor de 1.100 euros más costoso, aunque gracias a su equipamiento superior consigue darle la vuelta a la tortilla, siendo, también por precio, un coche más ventajoso.

Todo a favor para el Austral Mild Hybrid de 158 CV… Salvo el consumo
El Austral también tiene una versión con tecnología equivalente al Renault Symbioz, pero su E-TECH Full Hybrid está a otro nivel de rendimiento y también de precio. La similitud con el propulsor E-TECH que utiliza el SUV más pequeño es que también es muy suave y gasta poquísimo. Nuestro ocasional duelo lo planteamos para quien, interesado por un Symbioz y a pie de concesionario, se encuentra con un coche como el Austral con una diferencia mucho mayor en producto de la que aparentemente hay en precio. La duda, cuanto menos, razonable.
Tienes aquí los precios, para que te puedas ir haciendo una composición de lugar.
Precios del Renault Symbioz E-TECH:
- Evolution: 29.643 €
- Techno: 32.026 €
- Esprit Alpine: 33.466 €
- Iconic: 34.906 €
Y aquí, los del Renault Austral Mild Hybrid de 158 CV:
- Evolution: 30.875 €
- Techno: 34.675 €
- Esprit Alpine: 35.625 €
A mí me parece más competitivo el Renault Austral en su categoría que el Symbioz en la suya, pero la marca tiene refuerzos preparados ampliando la gama con nuevos motores de planteamiento técnico más sencillo que tendrán precios inferiores. Nos vamos a centrar en un Evolution y, antes de pasar a darte mi opinión del rendimiento de sus motores, calidad o espacio interior o comportamiento, vamos a emparejar el equipamiento al máximo posible para que puedas comprobar que el Renault Austral es realmente un coche más ventajoso.
De serie, por ejemplo, ofrece elementos adicionales como el asistente de aparcamiento delantero, la ayuda al aparcamiento lateral, levas en el volante, luces interiores y exteriores con temporizador, cuadro de instrumentos totalmente digital, navegador o llantas de aleación. Además, puede añadir otros paquetes de seguridad que no están disponibles en el Symbioz —por cierto, con un precio realmente bajo—. Como elementos distintivos, el Symbioz aporta las lunas traseras sobretintadas o el selector de configuración del vehículo. Invirtiendo 800 euros podemos casi igualar la dotación de elementos de seguridad que vienen de serie en el Austral, además de incorporar el navegador, mientras que otros 300 euros adicionales equiparan las llantas de aleación, diluyéndose por completo la diferencia inicial de precio, como os digo, con la ventaja de seguir ampliándolo, si así se desea, en el SUV mayor.

Una carrocería mayor... pero que también se desenvuelve mejor por maniobrabilidad
Ahora estamos ante dos coches que cuestan prácticamente lo mismo… pero de categoría diferente. Y de tamaño, para lo bueno y para lo malo: 4,41 metros para el Symbioz y 4,51 metros para el Austral, que implican diferente facilidad de manejo y, sobre todo, distinta capacidad interior. Respecto a lo primero, el Austral realmente le iguala en capacidad de maniobra porque es un coche que gira más, o dicho de otra forma, si conduces el Symbioz te percatarás de que no sólo es un coche demasiado lento de dirección —no hablamos para nada de la influencia del sistema 4Control que pueden tener ciertas versiones del Austral—.

En cuanto al segundo aspecto, clara goleada por parte del Renault Austral, siempre con más capacidad de maletero —de 500 a 575 litros frente a los 434-548 litros que ofrece el Symbioz—, también más espacio para las piernas y, sobre todo, más anchura. En este sentido, vaya cómo se nota las diferentes plataformas que utilizan uno y otro. En realidad, el Symbioz es, técnicamente, un Captur con más lonngitud añadida al voladizo posterior y ninguno entre las ruedas de este coche, así que la batalla y, por tanto, la longitud interior del vehículo y sus capacidades son exactamente idénticas.
Renault le está dando un toque muy acertado al ambiente de todos sus coches. Destacan su buena calidad, ventajosa conectividad al integrar Google Maps, aunque en el caso del Symbioz hay que decantarse por el acabado Techno en adelante para disponer de sistema Android Automotive. Es un coche realmente cómodo y muy silencioso, aspecto en el que su sistema de propulsión E-TECH también aporta valor añadido extra en comparación con el motor Mild Hybrid del SUV mayor.
Pero el Austral está, sencillamente, a otro nivel. Ofrece una postura más dominante, mejor acceso al ser un vehículo más alto y sus plazas delanteras también ofrecen no sólo una sensación de amplitud claramente mayor, sino también más espacios de almacenamiento y posibilidades de regulación de asientos y volante más amplias. Por ejemplo, si te gusta sentarte en la posición más baja posible, el volante del Symbioz no tiene la suficiente regulación para bajarlo a esa posición óptima.
Más eficiencia o mejor tacto y prestaciones, ¿quién gana en qué?
Pese a todo, puede que el factor motor pueda ser definitivo. Los dos tienen las mismas “ventajas” de uso: por su tecnología, son ECO. Pero no las mismas prestaciones, ni el mismo tacto de conducción, ni especialmente, los mismos consumos. E-TECH Full Hybrid domina claramente en eficiencia, especialmente en uso urbano o utilizando el coche alrededor de la ciudad por vías de circunvalación en las que la electrificación de este sistema de propulsión se encuentra como pez en el agua, pudiendo conseguir cifras de entre 4,5 y 5 l/100 km.

El motor 1.33 litros de cuatro cilindros, compartido con Nissan y Mercedes, demostró en su momento su fortaleza en eficiencia y capacidad dinámica, pero, lógicamente, sólo mejora en el segundo aspecto al Symbioz. No es un motor muy gastón, pero en el mejor de los casos podemos encontrarnos diferencias de un litro cada cien kilómetros en uso variado fuera de la ciudad, o de hasta dos en riguroso tráfico urbano, siendo más semejantes a la hora de abordar viajes en autopista, especialmente con el coche cargado, un escenario en el que el motor del Austral se muestra más homogéneo tanto por consumo como, sobre todo, por capacidad prestacional y solvencia para mover el coche a plena carga.
Aunque el híbrido E-TECH de Renault ofrece más naturalidad de conducción que el sistema equivalente de Toyota, por ejemplo, el motor Mild-Hybrid del Austral también resulta superior en este sentido y su cambio automático “tradicional” da más juego para sacar lo mejor de este, dicho sea de paso, fabuloso propulsor en cada situación concreta.

Diametralmente opuesta es la puesta a punto del chasis de uno y otro modelo, aspecto que también podría ser decisivo para quien desee conducir un coche claramente enfocado en la comodidad: el Symbioz sobresale por su definición de chasis basada en una suspensión quizás demasiado flexible, aunque el Austral, claramente más rígido, propone una calidad de chasis y amortiguación superior, algo a lo que hay que añadir un tacto claramente más deportivo y mejor comportamiento en curva. Como parecía lógico, el pez grande se come al chico por características y calidad, pero en esta ocasión, también lo devora por precio. ¿Y tú, lo tienes claro?