El segmento de moda en Europa, el C de los SUV compactos, está llenando de frenética actividad a los fabricantes de coches. Supone el 39% de las ventas y va en aumento (31% en España). Como además es un segmento "multienergía" se maridan unas ciertas características con otras, como las mecánicas eléctricas o híbridas. Es el caso que nos ocupa con la denominación E-Tech full hybrid de Renault.
El nuevo Symbioz milita ahí y cubre huecos porque Renault no deja básicamente ninguna grieta en sus posibilidades de elección a la hora de adquirir vehículo, como siempre lo ha hecho, y ahora le toca el turno al Symbioz con sus 4,41 metros de longitud. Eso le hace estar entre el Captur, con el que comparte plataforma (la CMF-B), y el Austral (plataforma CMF-CD). Aunque fuera de esos códigos internos, en la práctica el Symbioz es diecisiete centímetros más largo que el Captur, para situarnos en el contexto espacial más real (y 10 menos que el Austral). Para algunos, sería un "Gran Captur", pero es mucho más que eso porque viendo un coche y otro, y con toda la carga genética de la marca, son dos coches distintos, o al menos otro con características distintas.
El Renault Symbioz, ¿realmente un SUV multiusos?
Dentro de Renault, el marketing interno lo vende como "una navaja suiza" que vale para todo, de ahí que sea un multiusos... aunque con sus limitaciones y muchas ventajas. Renault está produciendo coches de mucha calidad visual a primera vista, y también en el interior, así como de calidad de rodadura y general. El Symbioz las aglutina todas en un coche de conducción muy placentera, con un equipamiento amplio y un interior como mínimo de notable alto, amén de una modularidad conocida pero no por ello menos interesante, como es que la banqueta trasera pueda recorrerse hasta 16 centímetros en sentido longitudinal y así tener más o menos maletero en función de las necesidades momento. No es que sea un invento de Renault, como si lo es ese gran techo solar opaco (Solarbay), porque otros coches del mercado también lo tienen y hasta el ya mítico Twingo lo tenía. Pero es una buena razón de utilidad en el reparto del espacio interior en un momento dado.
En cuestión de equipamiento, hasta 29 ADAS componen ese servicio de ayudas sin el que ahora sería difícil vender un coche, al menos como argumento, pero también las más de 50 apps de sus sistema de entretenimiento en el que resalta esa pantalla central del salpicadero, otro imprescindible ya en este mundillo. Además de eso, y lo mencionado anteriormente, el portón eléctrico es de serie, las ruedas pueden ser de 18 0 19 pulgadas dependiendo de las opciones y/o el acabado de comercialización inicial (Techno, Espirt Alpine e Iconic) o el famoso techo translucido y que ocupa prácticamente toda la superficie del mismo. Como detalle, cuando haya cuero no será animal.
Un gran SUV híbrido autorrecargable de bajo consumo
En la línea de los recientes lanzamientos de Renault sobre hibridación, el Symbioz tira de mecánica conocida, por ejemplo, en el Captur, y opta por la denominación propia de E-Tech full hybrid autorrecargable, de dos motores, gasolina y eléctrico. Bueno, más otro eléctrico en realidad utilizado como es habitual para arrancar el motor y otras funciones. El de gasolina, de 94 caballos de potencia, y el eléctrico al uso para apoyar e incluso mover el coche en ciertas circunstancias, de 49 CV que, juntos, le vale para destacare con la etiqueta ECO y 143 CV.
El cambio automático es multimodo y con cuatro relaciones, aunque sin embrague ni sincronizadores de ningún tipo ya que el motor eléctrico de arranque se encarga de ello y con un resultado muy suave sin percepción para el conductor en el manejo. El consumo medio oficial está por debajo de los 5 litros para un coche relativamente liviano (no llega a 1.500 kilos) y permite también circulación eléctrica por botón si es posible, lo mismo que prioridad a la recarga para tener como mínimo un 40% de la batería a punto. Con un depósito de combustible de 48 litros y la batería cargada, Renault dice que tiene autonomía más de 1.000 kilómetros. Eso supone una gran ventaja muy por encima del marketing de multiusos del coche, pues es un tracción delantera pero que como coche para utilización en ciudad y carretera, y cómodo para cuatro personas incluso detrás, resulta muy atractivo. Más adelante, probablemente para finales de este año o principios de 2025, se anuncian otros Symbioz microhíbridos incluso con precios base inferiores (sobre 30.000 euros), lo mismo que el acabado Evolution (inferior al Techno).
Un acabado Esprit Alpine de gran nivel
De momento nos hemos subido al Renault Symbioz E-Tech full hybrid con acabado Esprit Alpine, de corte más deportivo... bueno el de aire más deportivo, porque en realidad no varía ninguna de las características técnicas ni motrices de este modelo: idéntica potencia, las mismas prestaciones, la misma suspensión, la misma dinámica...
Primero por el nombre, Alpine, que se identifica en el coche con el logo en azul como el de la marca del mismo nombre, y dentro en la firma de los asientos o en las costuras en azul, amén de algunos tapizados en el mismo color. Además, hay partes también pintadas en color negro y/o gris, o también en aluminio con el nombre de Alpine, como en el quicio inferior de las puertas delanteras. También se distingue por las llantas de diseño específico y en 19 pulgadas ya de serie. Tiene un precio a partir de 33.466 euros, o sea, entre el acabado más básico o Techno, y el más caro, o Iconic. De serie, esta versión "deportiva" cuenta además con acceso sin llave, lunas traseras tintadas, carcasas de los retrovisores en negro, tapicería Esprit Alpine, volante de cuero, paragolpes en el color de la carrocería, tiradores exteriores en el mismo color del resto del coche, y un largo etcétera. Algunas opciones son los neumáticos all season por 400 euros, el sistema de sonido Harman Kardon por 850, la pintura metalizada por 700, el techo Solarbay por 1.500, o la cámara de visión 360º por 700, entre otros elementos.
Nuestra opinión: un SUV más que correcto
Uno de más de la familia Renault con etiqueta ECO de la DGT. Y desde luego, mucho más que un coche correcto. Ni un pero a su conducción, agradable y suficientemente potente, amén de consumos, cuando menos, bajos. Y aunque Renault hace bien en "cubrir huecos" para los compradores, a veces conviene que ellos lo sepan con precisión.
