El segmento C sigue siendo el más importante del mercado, con un reparto de ventas, si separamos los turismos de los SUV, de la siguiente manera. Particulares y empresas se dividen las ventas de berlinas al 40/40 por ciento, con un mix por combustibles del 65% en gasolina, 32% de diésel y 7% LEV —35% son eléctricos puros y el 65% restante, PHEV—. En familiares, sólo un 32% son ventas a particulares, con un 72% de cuota de gasolina liderando, por modelo y tecnología, Toyota con su Corolla Hybrid; 27% son diésel y el 1%, LEV.
El Peugeot 308 se lanza ya también a este competitivo mercado con una gama que cae justo en el epicentro de la categoría. Hace solo unos días lo probamos por primera vez y aquí puedes leer toda la información y nuestras opiniones sobre el nuevo compacto. Pero, mientras llega ya a las carreteras y lo enfrentamos directamente a sus rivales, estos son los mejores compactos que se encontrará en los concesionarios. ¡Que gane el mejor!
Citroën C4: cerrando el top 10

Al menos al cierre de este artículo Citroën ha demostrado que la nueva fórmula C4 funciona, manteniendo una progresión al alza en ventas a lo largo de los meses. A diferencia del Opel Astra, Citroën se ha desmarcado haciendo un coche bastante competitivo sobre una arquitectura diferente a ellos, derivada de modelos más pequeños del grupo, de ahí que no haya versiones PHEV en la gama y el eléctrico esté limitado a baterías de 50 kWh, las de un 208/2008, Corsa/Mokka o DS3 con los que comparte plataforma y motores, y por tanto, con una autonomía algo limitada para viajar.
Coche sencillo, pero ingenioso, con un diseño muy personal con el que Citroën puede jugar en las ligas de compactos y SUV al mismo tiempo. No está tan cuidado como el Peugeot 308 ni en lo que respecta a calidades interiores ni mucho menos en afinación de chasis, pero en condiciones normales de utilización resulta un coche agradable, confortable y sin déficit alguno en seguridad. Mínima expresión en digitalización aunque no falta equipamiento en ayudas a la conducción, maletero más bien justo para el tamaño del coche y plazas delanteras condicionadas también por una angosta zona para las piernas del conductor.
Comparte motores térmicos con el 308, con rendimientos también semejantes pero no tan buen enclavamiento mecánico: se percibe más el ruido del BlueHDi y la vibración de los PureTech... cuestión de clases.
Ford Focus: renovación digital

De estreno en 2022 con una gama renovada en materia de conectividad y digitalización, sin necesidad de corregir otros frentes. Suma a la gama versiones Active no sólo de aspecto camperizado, sino con una suspensión también más adecuada para quienes den la máxima prioridad al confort, además de un familiar versátil y de gran capacidad. Interesante mix de motores donde poder encontrar opciones en gasolina con y sin distintivo ECO en su versión de 125 CV, o exclusivamente ECO en el 155 CV, versiones que son bastante competitivas por precio aunque no tanto por la ventaja en consumo que llegan a lograr con esta tecnología.
Todos los gasolina del nuevo Ford Focus derivan del 1.0 EcoBoost, un propulsor con un funcionamiento no extremadamente fino pero sí con una buena entrega de potencia en el caso de sus dos opciones más potentes. El BlueHDi de 120 CV, una garantía por suavidad y pegada, sobre todo en su versión automática con el cambio de 8 velocidades, más afinado que el de Peugeot.
Como es habitual en la marca, sólo el chasis del Ford Focus, por sí sólo, es uno de los mejores argumentos de este compacto. No está tan bien acabado como el 308 ni la berlina tiene tanta capacidad de maletero, pero ajustados los descuentos, tendrá precios más competitivos.
Hyundai i30: ¿Quién da más?

Al binomio berlina/familiar Hyundai aporta una carrocería Fastkback que conforma una práctica alternativa sedán. Pero Hyundai y su i30 es un modelo revelación, también, por muchas características que el público tal vez no ha sabido ver —sus volumen de ventas no hacen justicia a sus cualidades, aunque todo sea dicho, tampoco tiene precios rompedores —.
Y es que, con la excepción de León o Golf no hay muchas otras alternativas que den cobertura en la gama medio alta del segmento, con motores de más potencia y enjundia —1.5 TGDi— que los estandarizados 130 CV de la competencia, muchos ellos, usando unidades de 3 cilindros y baja cilindrada. Y no sólo eso, sino que aporta también soluciones de primera línea tanto en sus propulsores como en sus transmisiones manuales.
Amplio surtido de versiones ECO, incluso en diésel, otro aspecto diferenciador más frente a la mayoría de competidores directos, 308 incluido. Para esta nueva generación Hyundai, además, ha dado un nuevo paso en la puesta a punto de chasis buscando máxima suavidad, agrado y una puesta a punto general tal vez menos dinámica, pero sí con un confort y calidad de rodadura extraordinario. Buen trabajo.
Opel Astra: espíritu alemán

Si hay una razón de peso por la que el Opel Astra puede ser preferible al 308, ésta no es otra que el diseño del puesto de conducción, tan digitalizado como el 308 pero conservando los parámetros convencionales. Modelo más universal por tanto en este sentido y en el que no encontrarás los riesgos de ergonomía al tomar asiento tras el volante que puedes encontrar en su ya hoy hermano de sangre. Eso sí, aun cuando el diseño es también más innovador que anteriores generaciones de Astra, no tiene esa exquisita presencia que tiene el compacto de Peugeot.
Es, del grupo de rivales, el coche que menos hemos conducido —apenas una toma de contacto con preseries—, y aunque ofrece un comportamiento también soberbio, tiene una puesta a punto más conservadora que el 308. Diseño imponente para la carrocería berlina y familiar, teóricamente con menos maletero, aunque las cifras seguro que se igualarán en el momento que comprobemos el volumen de carga unificando el sistema de medición.
También misma batería de motores, pendiente de sumar el PHEV más potente de la gama Peugeot próximamente, y por tanto, también con las mismas debilidades en cuanto a ausencia de versiones ECO, empuje de los Diesel o tacto de los tres cilindros de gasolina, algo modestos en potencia para el familiar. De partida, los precios son algo más ventajosos para el 308 —desde 21.500 € para el más barato de los gasolina y desde 24.300 € para el Diesel menos costoso—, justificado por las mínima diferencias de equipamiento entre ellos.
Toyota Corolla: aspirante a líder

Su versión Touring Sports es el líder indiscutible entre los familiares —no tanto en vehículo particular como de empresa— y sumando las ventas de la berlina, el Toyota Corolla ha cerrado noviembre casi a punto de quitarle al León el honor de ser el compacto más vendido —Dacia lidera el mercado con el Sandero—. Y todo ello, con sólo dos opciones mecánicas y una de las estructuras de gama más sencilla de todas.
¿El secreto...? Híbridos fiables, los consumos reales más bajos de la categoría en más del 80% de las condiciones de utilización real, nueva personalidad de producto, llegada de motorizaciones más potentes. Si por diseño el Corolla refrescó su imagen, por comportamiento también ha podido atraer, por fin, a quienes también ponen énfasis en la conducción, todo ello sin perder el habitual compromiso en rigor —ayudas a la conducción que dan pocas libertades— y confort de chasis que ofrece la marca, aunque en este sentido, León, 308, Golf o Focus siguen siendo coches más apetecibles al volante al ofrecer un tacto más directo y “mecánico”.
Su versión 180H y mejorados sistemas híbridos también ha supuesto un revulsivo tanto a nivel prestacional —el primero es un puro híbrido por rendimiento y bajos consumos, pero también un conjunto mecánico con bastante carácter y muy bien nivel prestacional— como en naturalidad de conducción —el 125H es ahora más reactivo y el cambio tiene un funcionamiento menos intrusivo, aunque sigue siendo su principal hándicap en agrado de utilización.
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El Corolla, eso sí, no un coche especialmente amplio en su versión de 5 puertas —más que centímetros, que faltan, el punto débil es la poca sensación de amplitud que tienen los pasajeros de las plazas traseras— ni tiene el maletero más capaz, pero sí precios muy competitivos y uno de los costes de uso más bajos de la categoría.
Seat León: punto de equilibrio

Punto por punto es uno de los coches más cualificados, con calidades, comportamiento o rendimiento mecánico sobre la media de la categoría. Diversifica en opciones mecánicas más que ningún otro ofreciendo más alternativas de propulsión ECO por tipo de combustible—como el TGI de gas natural— así como un competitivo híbrido enchufable que supera los 60 km de autonomía eléctrica en entorno urbano y ofrece 204 CV de dinámico pero muy equilibrado rendimiento y respuesta.
Pero su punto fuerte es la zona media de la gama, con un motor de acceso de baja cilindrada preferible a los de la competencia como es el 1.0 TSi/eTSi, y más especialmente, por sus versiones 1.5 TSi, motor de referencia en su clase, con 131 y con 150 CV con y sin microhibridación —estos últimos, exclusivamente ligados al cambio DSG— aunque, eso sí, con un diferencial de precio mayor que la ventaja que experimentarás en consumo.
El Seat León siempre ha sido un buen punto de referencia en comportamiento dinámico —no es menos cierto que ahora deja un margen mayor a Cupra—, y aunque la llegada del 308 no le va a poner sobre las cuerdas, sí tendrá un rival que ofrece tan buenas o incluso mejores sensaciones de calidad de chasis y conducción.
Volkswagen Golf: carrera de obstáculos

Poco a poco, el Volkswagen Golf irá cediendo el testigo al VW ID.3, pero no es la principal razón de que, al menos en nuestro mercado —no tanto en Europa, donde aún se mantiene en el top 5—, el compacto de VW no esté viviendo sus mejores momentos.
No es el Golf más redondo de todas las generaciones existentes, al menos desde mi punto de vista —han llovido críticas por su no tan cuidada calidad de ejecución y su nuevo ecosistema digital no ha sido tan bien recibido como se esperaba, punto, por cierto que VW va a corregir próximamente—; sigue siendo un coche claramente más costoso que la media —por lo que puedes adquirir el Golf más barato de todos puedes comprar el Corolla más potente, un León con un motor intermedio o un 308 con mucho más equipamiento, por ejemplo— y la competencia ofrece mejores compactos que nunca.
Imagen de marca al margen, sí sigo viendo en la calidad de su oferta mecánica el mejor valor añadido en tanto en cuanto ofrece —como el León— los mejores gasolina de baja cilindrada, TSi de potencia media con magnífica respuesta y consumos, los diésel más solventes de la categoría o PHEV con más autonomía eléctrica que sus rivales.