¿Pensabas que 2021 estaba siendo un año convulso en el sector del automóvil? ¿Pensabas que con la nueva Ley de Tráfico se terminaban los cambios? Qué equivocados estábamos porque el próximo año se prevé movido. La DGT anunció que su etiquetado medioambiental no se tocaría… y parece que va a ser lo único que no se va a tocar.
Como te hemos contado en los últimos meses, la nueva Ley de Tráfico prevé cambios en los límites a la hora de adelantar o en las multas que restarán puntos como modificaciones más importantes. La reforma entrará en vigor el próximo mes de marzo, pero no serán los únicos cambios que podremos ver el año que viene.
Lo que la DGT deja en manos de los Ayuntamientos
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el Gobierno ha señalado 2022 como el año en el que tienen que entrar en vigor las nuevas zonas de bajas emisiones en todas las ciudades con más de 50.000 habitantes. Previsiblemente, esto supondrá dejar en casa a los vehículos más contaminantes y sacarlos de la circulación en espacios concretos. Sin embargo, como te explicamos en este detallado artículo, de momento todo queda en manos de los Ayuntamientos.

Al igual que esta configuración de zonas de bajas emisiones, también quedará en manos de los Ayuntamientos definir los términos de los espacios de estacionamiento limitado o rotatorio. Y es que la DGT ha confirmado que en sus bases de datos se incluirán las medidas de cada vehículo, lo que abre la puerta a que un coche no sólo vea incrementado el precio del estacionamiento por su etiquetado medioambiental, también si ocupa mayor espacio, algo que afecta sensiblemente a los SUV.
El Gobierno también tiene mucho que decir
Lo que sí está en el tejado del Gobierno es la implantación de nuevos peajes a todas las vías de gran capacidad españolas. El plan está proyectado a 2024 pero los próximos meses y años servirán para definir cómo tendremos que pagar, si se impone una “viñeta” al estilo alemán, pago por uso como en Portugal o un sistema de bonos, como ya se ha propuesto. También se tendrá que definir si, finalmente, se establecen excepciones como ya adelantó Pere Navarro.
Y otro de los temas sobre los que tendrá que legislar el Gobierno a propuesta de la DGT será sobre la edad a la que comenzamos y dejamos de conducir. Para los mayores de 65 años, ponerse al volante de un coche podrá ser más complicado, pues la DGT quiere endurecer las pruebas y requisitos a la hora de renovar el carné de conducir cuando entramos en la tercera edad.
Al contrario, parece que ve con buenos ojos la propuesta para que los conductores mayores de 16 años puedan subirse a un vehículo de hasta 450 kg y 15 kW de potencia, limitados a 90 km/h. El objetivo es conseguir una entrada más progresiva a la circulación a motor, pues desde los 15 años se pueden manejar pequeños automóviles de hasta 425 kg y 45 km/h. Con 16 años un adolescente puede subirse a una moto de 125 cc y el objetivo es que el escalón entre el carné AM y el carné B (a partir de 18 años y para vehículos de hasta 3.500 kg sin límite de potencia o velocidad) sea menor.