Sinceramente pensaba que había pasado menos tiempo, pero fue en 2019 cuando comenzó la colaboración entre Ford y Volkswagen. Ambos fabricantes firmaron un acuerdo en el que se incluía el desarrollo sobre la base para coches eléctricos MEB de los alemanes de varios modelos para los americanos (de ahí nacieron los Explorer o Capri), así como la creación de pick-up y vehículos comerciales conjuntos (los Ranger, Amarok, Caddy o Tourneo Connect).
Pues bien, tras unos meses en los que se lleva especulando que la propia Ford estaba ideando una “Plataforma Universal de Vehículos Eléctricos” que sentaría la base de técnica de futuros modelos eléctricos asequibles a partir del 2027, finalmente la decisión que se ha tomado en el mercado europeo es cambiar el acuerdo con Volkswagen y aliarse ahora con el Grupo Renault.
MEB por Ampere
Tanto es así que ambas compañías lo han catalogado como “una alianza estratégica histórica destinada a ampliar la oferta de vehículos eléctricos de Ford para los clientes europeos”. Sobre estos pocos datos nos han dado por ahora, más allá de que serán dos nuevos modelos distintos basados sobre la plataforma Ampere.
Otro punto importante del comunicado del acuerdo entre ambos fabricantes es que los nuevos coches para Ford se ensamblarán en el polo industrial conocido como “ElectriCity” de Ampere. Formado por varias instalaciones en la que Douai es el eje central, allí actualmente se están fabricando los Renault Megane, Scenic, R4 y R5, así como los Nissan Micra o Mitsubishi Eclipse Cross.
Teniendo en cuenta todos estos modelos, la primera posibilidad que se podría dar es la creación de un sustituto del Ford Fiesta, tomando como base los Renault 4 o R5. Tampoco se podría descartar una evolución del Focus, con la base del Megane, aunque parece que este sustituto del compacto ya tiene hueco en la planta de Almussafes, como te contamos hace pocos días.
Lo que sí han querido dejar claro dentro del acuerdo es que los dos vehículos que lanzará Ford tendrán “unas prestaciones en carretera únicas, el ADN auténtico de la marca americana, así como una experiencia usuario intuitiva”, a la vez que representarán una “ambiciosa ofensiva de producto de los estadounidenses en Europa”. Y se espera que el primero de esta pareja llegue a los concesionarios a principios del 2028.
Lo que más nos ha sorprendido del acuerdo, pues estos eléctricos se podrían haber complementado perfectamente con los actuales bajo plataforma MEB de Volkswagen, es que ambas compañías han firmado una carta de intención (LOI) para una cooperación en el ámbito de los vehículos comerciales ligeros en el mercado europeo. De esta manera romperían casi por completo los lazos con los alemanes.
