Tras publicarse las primeras fotos del nuevo Mercedes GLB puedes pensar que se ha transformado ligeramente sus formas cuadradas a esta nueva generación, pero sería un gran error. El nuevo SUV alemán llega cargado de muchas novedades que no solo le afectan a su estética, como te voy a contar a continuación.
Muchas estrellas
Está claro que en esta nueva generación de coches que están lanzando desde Mercedes, entre los que incluimos al citado CLA y al GLC eléctrico, el patrón de la estrella se ha convertido en un gran protagonista. Así lo encontramos en numerosas ocasiones en la última gran parrilla, flanqueando de alguna manera al gran logo y también formando parte de la iluminación diurna.
Y con un lateral muy parecido, más allá de que ahora utiliza las manetas enrasadas, la zona posterior es la que más cambia del SUV alemán. Apareciendo de nuevo estrellas, su forma de “puente” recuerda mucho al prototipo EQXX, aunque también me ha venido a la mente el último Kia Picanto. Sea como fuere, el resultado parece menos cuadrado que en su antecesor.
De paso se ha aprovechado para agrandar su tamaño en varias de sus cotas. En concreto en la longitud ahora se ha estirado hasta los 4,73 metros, lo que serían en torno a 10 cm más que el GLB anterior (5 cm si lo comparamos con el EQB), mientras que la anchura ahora alcanza los 1,86 metros (3 cm más que antes) y la altura se queda en 1,68 metros (unos 3 cm adicionales). De paso ha crecido la distancia entre ejes a 2,88 metros, lo que debería permitir ofrecer más espacio en las plazas posteriores.
Disponible en configuraciones de 5 o 7 asientos, una de las grandes mejoras tiene que ver con la capacidad del maletero. Ahora el GLB dispondrá de 667 litros (más otros 127 litros en un hueco en la parte delantera), al menos en las primeras versiones eléctricas presentadas, cuando antes contaba con 570 litros en la mejor de sus configuraciones y a 495 litros en el EQB.
Ya que nos hemos colado en el interior, en el salpicadero sorprende ahora la configuración asentada sobre las grandes pantallas. Pasando de izquierda a derecha, se podría instalar la Mercedes Superscreen con 10,25 pulgadas para el panel de instrumentación, más otras dos de 14 pulgadas tanto para la multimedia como para la destinada al pasajero. Funciona con el sistema MBUX de cuarta generación, con inteligencia artificial de Microsoft y Google, así como un asistente virtual basado en ChatGPT4o.
En principio con motores eléctricos
Como comentaba más arriba, el nuevo GLB va a seguir la estrategia del CLA y se lanzará con motores eléctricos en un principio. En concreto su oferta comenzará con el 250+ que tiene un único propulsor que manda su fuerza al eje trasero con una potencia de 200 kW (272 CV). La batería asociada cuenta con una capacidad de 85 kWh y gracias a que utiliza una arquitectura de 800 V puede llegar a rellenarla a 320 kW (22 kW en corriente alterna). Con ella ha conseguido homologar una autonomía de 629 kilómetros.
Por encima de este quedará el 350 4Matic, cuyo nombre ya nos da una pista de que contará con tracción total. En su caso utiliza una configuración de doble motor con una potencia total de 260 kW (354 CV), lo que le permite completar el 0-100 km/h en 5,5 segundos. Como era esperable, pues usa la misma batería, su autonomía es inferior, estableciéndose en 615 kilómetros.
Desde Mercedes han confirmado que el próximo año se incorporará también una versión eléctrica todavía más asequible que las aquí presentadas, así como una variante híbrida con una arquitectura de 48 voltios. Aunque eso será después de la primavera del 2026, que es cuanto llega esta segunda generación del GLB a los concesionarios con unos precios, en Alemania, de 59.048 euros para el 250+ y de 62.178 euros para el 350.













