Tenemos nueva Ley de Tráfico. Al menos, ya teóricamente tras su aprobación el pasado jueves día 30 de septiembre por la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados. La nueva normativa, que incluye importantes medidas como, por ejemplo, más sanciones por el uso del móvil, por la presencia de detectores de radar o por la mala colocación del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención, aún debe eso sí pasar la tramitación del Senado. Allí, lo aprobado no se tocará… pero podría todavía incluirse alguna iniciativa más.
Y es que una de las medidas estrella anunciadas por la DGT para incorpora en el nuevo texto, la eliminación del margen de 20 km/h sobre el límite máximo de velocidad para turismos y motocicletas al adelantar en carreteras convencionales, acabó rechazándose por sorpresa en el Congreso el pasado jueves. Esta iniciativa, que desde el inicio no contó con el consenso de todos los grupos parlamentarios, se vio eso sí tumbada por el error en la votación de una enmienda del BNG.

La nueva norma se aprobará, seguramente, en el Senado
Ante esta situación, el Gobierno ya anunció horas después que trataría aún de introducir en el trámite del Senado esta medida a través de una enmienda, algo perfectamente posible y que, salvo nueva sorpresa, terminará por incluirse en el nuevo texto refundido de la Ley de Tráfico. Pero, ¿cuál es el verdadero motivo de la DGT para tener tanto interés en modificar esta normativa incluida en los límites de velocidad en carretera?
Desde el inicio, la DGT ha alegado un problema de seguridad vial y de tendencia internacional. Así, tal y como el propio director general de Tráfico, Pere Navarro, nos contó en una entrevista exclusiva realizada a AUTOPISTA con motivo del 60 aniversario de nuestra revista este pasado verano, “la medida de los 20 km/h para adelantar es una norma que solo tenemos en España. 20 km/h es una anomalía en toda Europa y, con ello, uno dificulta la comunicación de que la velocidad es el factor de riesgo”.

La verdadera razón, ¿recaudatoria?: problemas con los radares de tramo
Y es que, como continuaba explicándonos Pere Navarro, “las excepciones debilitan la norma. Si es 90 km/h es 90 km/h. Punto y final. Pero cuando delante puede ser hasta 110, tal cual debilita la norma”. Sin embargo, una conversación más profunda nos terminó por desgranar realmente otra razón, quizá de más peso todavía, para que la DGT quiera eliminar este margen en las carreteras.
La medida, según continúa explicando Pere Navarro, “también dificulta la sustitución de los radares de punto (los fijos) por los radares de tramo”, una iniciativa que a inicios de año ya aseguró la DGT que entraría dentro de los objetivos para sustituir radares. “Con los de punto no tengo un problema, pero queremos poco a poco ir sustituyendo el radar de punto por el radar de tramo. Nos parece más justo y es la tendencia que hay en Europa”, asegura el director general de Tráfico.
Pero, ¿por qué supondría un problema no eliminar este margen a la hora de cambiar los radares fijos por los de tramo? Según Pere Navarro, porque “entonces los 20 km/h nos dificulta las sanciones, porque todo el mundo alegaría que estaba además adelantando” si es pillado superando el límite de velocidad y entre esos 90 y 110 km/h.
El director general de la DGT concluyó nuestra entrevista asegurando de nuevo que permitir este margen “dificulta un poco el mensaje. La velocidad es esa y no hay excepciones, pero sobre todo a mi lo que me preocupa es que toda Europa va hacia radares de tramo en carretera convencional, y aquí nos dificultaría la sustitución de los radares de punto por radares de tramo”.