Pocas marcas como Volkswagen pueden presumir de haber marcado hitos tan señalados como los logrados con el Beetle y el Golf, dos vehículos que forman parte ya del imaginario colectivo y que transformaron el mundo del automóvil. Con la llegada cada vez más acelerada del coche eléctrico, la marca alemana quiere volver a hacer historia. Es cierto que ya lo han hecho, a su modo, con el ID.3, el compacto eléctrico que marcó el inicio de la nueva era eléctrica en VW.
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Sin embargo, quizás el punto de inflexión más importante llegue en 2025 cuando veamos ya en las carreteras el ID.2. ¿Por qué? El sendero del vehículo eléctrico ha comenzado ya a dibujarse, es cierto, pero todavía sus precios siguen siendo superiores a los equivalentes con motor térmico. En unos años, cuando la normativa Euro 7 haga su aparición y los vehículos diésel y de gasolina se encarezcan para hacer lograr los objetivos medioambientales, los precios de estos y de los eléctricos se equipararán.

Además, estos 3-4 años que quedan por el camino ayudarán a que la tecnología del coche eléctrico mejore, se popularice y las baterías consigan ser más baratas. Ese es, precisamente, el objetivo de Volkswagen cuando el ID.2 se haga realidad: un utilitario cien por cien eléctrico asquible, que puede venderse a un precio de 20.000 euros.
Volkswagen ID.2: lo que sabemos hasta el momento
La marca germana dio un primer paso en este camino al presentar hace unos meses el VW ID.Life en el Salón del Automóvil de Múnich. Este concept car sienta las bases del futuro ID.2, previsto para el 2025, dejando intuir algunos rasgos de diseño que veremos en este último. Está claro que los detalles futuristas de exterior e interior desaparecerán en el coche de producción, pero todo apunta a que esas formas tan cuadradas serán el santo y seña estético del futuro urbano eléctrico de Volkswagen.

El ID.2 será, además, el primero en estrenar una evolución de la plataforma MEB para vehículos eléctricos pequeños del Grupo VW. Desde Carscoop.com la llaman “MEB Eco”, y no es otra cosa que una variante pensada para los futuros urbanos y utilitarios eléctricos de Volkswagen, Seat, Skoda… Será la misma plataforma, por ejemplo, que la versión de producción del Cupra UrbanRebel, así como de los correspondientes utilitarios eléctricos de Seat y Skoda… pero también la misma que el ID.1, más pequeño que el ID.2 (más al estilo del e-Up!).
Porque si atendemos a lo que hemos visto con el Volkswagen ID.LIFE, el futuro ID.2 tendrá unas dimensiones similares –por poner en contexto– al T-Cross: cuenta con una longitud de unos 4,10 metros, con una importante distancia entre ejes (sobre los 2,65 metros) y unos rasgos también inspirados en el universo SUV en lo que respecta a robustez y altura libre al suelo. Por dentro, desaparecerán todos los rasgos futuristas del prototipo para acercarse más a lo que estamos acostumbrados a ver en los coches de producción. Eso sí, podrían seguir apostando por el uso de materiales reciclados y sostenibles, y por optar por no incluir una pantalla multimedia para que sea el teléfono móvil quien haga dichas funciones.

Volkswagen ID.2: cambios respecto a ID.3 e ID.4
A diferencia de lo que hemos visto con los primeros eléctricos de Volkswagen en esa nueva era, ID.3 e ID.4, compacto y SUV respectivamente, la marca germana adaptará la plataforma MEB no solo a nivel de dimensiones, sino también cambiando algunas configuraciones importantes. Por ejemplo, y a diferencia de sus hermanos mayores, en el ID.2 el motor eléctrico se ubicará en el eje delantero y será exclusivamente de tracción delantera. Eso se traducirá a su vez en un mayor espacio disponible en el maletero trasero.
La mecánica del Volkswagen ID.Life desarrollaba 230 CV de potencia y 290 Nm de par, unas cifras muy elevadas para lo que será la futura versión de producción, que rondará seguramente los 100 CV. Eso sí, no se descarta que una versión más deportiva llamada GTX apueste por mayores cifras de potencia. Por su parte, la batería del concept car tenía una capacidad de 57 kWh, con una autonomía cifrada en unos 400 km.

Sin embargo, Volkswagen introducirá novedades en las futuras baterías del ID.2, apostando por el fosfato de hierro y litio, en sustitución de las actuales de iones de litio y níquel, lo que permitirá ahorrar en costes de producción, ofrecer un precio más contenido y salir al mercado desde un punto de partida más competitivo que sus rivales, entre los que se incluyen los también futuros eléctricos de Renault.
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El futuro Volkswagen ID.2 eléctrico, aunque no está conformado al cien por cien, podría salir de la factoría de Seat en Martorell, donde está prevista una producción anual de vehículos urbanos eléctricos de 500.000 unidades en 2025. Eso incluiría las versiones eléctricas de estos segmentos de Seat, Volkswagen y Skoda, incluyendo el mencionado ID.2.