Creo que ha quedado bastante claro a lo largo de estos años que la llegada masiva de marcas chinas al mercado europeo ha hecho saltar todas las alarmas de la industria. Así lo ha ejemplarizado la Unión Europea, con distintitos criterios según cada país, y que empezó tomando medidas tan drásticas como el aumento de los aranceles de todos los modelos eléctricos que se fabricaban en el país asiático, medida que por cierto también afectó a alguna firma occidental.
Como parece que los aranceles no han frenado el interés de los fabricantes chinos por estos mercados, en donde llegarán en 2026 nuevas marcas y otras ya planean fabricar directamente aquí sus modelos para eludir los citados impuestos, ahora varios medios internacionales apuntan a que desde Bruselas estarían estudiando una nueva propuesta para la creación de una nueva categoría de coches eléctricos, de tamaño pequeño y con un coste económico.
¿Podría ser el Dacia Hipster Concept un nuevo integrante de esta categoría?Por lo visto es una medida que han pedido los propios fabricantes occidentales y de la que se espera la publicación de un borrador próximamente sobre el que se pueda empezar a trabajar. Una de las demandas más importantes que se le pide a la eurocámara es que se flexibilicen los requisitos técnicos actuales, para así poder reducir los costes de fabricación de estos nuevos modelos. Y así podrían competir mejor con la competencia llegada de China.
Esto significaría que se podrían prescindir de algunos sistemas de seguridad que a lo largo de estos últimos años se han vuelto obligatorios, siendo el de detección de somnolencia uno de los favoritos para quitarlo, pues según se defiende está más orientado a los viajes de larga distancia que no deberían hacer este tipo de vehículos. Aunque claro, esto chocaría frontalmente con la política promulgada por la Unión Europea en los últimos tiempos en su afán por la búsqueda de coches cada vez más seguros gracias a estos sistemas.
Según las primeras estimaciones, los fabricantes podrían aspirar a una reducción del coste de esta nueva categoría de coches entre un 10 y un 20%. Esto podría significar que ya sería mucho más fácil poder contar con una oferta de modelos cuyo precio inicial quedase por debajo de los 15.000 euros, a los que si restáramos ayudas como las actuales podrían incluso situarse bajo los 10.000 euros.
Como es evidente, otro de los aspectos en los que más discusiones se tiene es conocer el tamaño o el peso que tendrían estos nuevos coches. Desde algunas publicaciones indican que podría utilizarse la base de los kei cars, los cuales podrían ser directamente exportados a nuestro mercado. El tema es que con esta medida se estaría dando una ventaja a las marcas japonesas, auténticas especialistas en la materia.
Mientras otras publicaciones como Automotive World indican que los grupos como Stellantis, Renault o Volkswagen podrían ser los principales beneficiarios de esta nueva medida. Estos consorcios ya están desarrollando o lanzando nuevos vehículos eléctricos de reducidas dimensiones, aunque no está claro si estos podrían formar parte de la nueva categoría.
Lo que sí debemos tener claro es que cualquier cambio va a tardar bastantes años en materializarse en los concesionarios. Si todavía no tenemos si quiera un borrador sobre el que trabajar, luego se tienen que poner de acuerdo los políticos con los fabricantes y estos últimos tendrían que desarrollar los modelos en cuestión.









