No hay relajación en Europa para el coche de combustión, especialmente si éste es diésel. A pesar de que en los últimos días el Parlamento Europeo ha concedido una tregua a los fabricantes automovilísticos, prolongando durante 3 años el plazo de reducción de emisiones en sus flotas de vehículos, una medida que sin duda hubiese significado un duro varapalo para los principales constructores del continente, el futuro de los coches térmicos no es ni mucho menos esperanzador.
Y esta vez no lo decimos porque se vaya a confirmar definitivamente desde Bruselas la normativa de prohibición de venta de los vehículos diésel, gasolina e híbridos, prevista para 2035. No, ese conflicto, como ya te contamos hace unos días, se abordará definitivamente a finales de año, cuando el Parlamento Europeo tendrá ya la decisión final de corroborar o prorrogar una medida que en principio ya estaba acordada… aunque las dificultades de la industria europea, agravada por la competencia china y las regulaciones del nuevo Gobierno de Trump en Estados Unidos, podría suponer una flexibilización final.
Las Zonas de Bajas Emisiones, un azote ya para los coches diésel en España
Esta vez nos referimos, ya directamente, a las prohibiciones de uso que ya se aplican en numerosos países de la Unión Europea a los vehículos de combustión interna. Con la excepción de Francia, donde la Asamblea Nacional ha paralizado de momento las zonas de protección ambiental que imponían ya restricciones a estos coches por considerar que “penalizan a los hogares de bajos ingresos”, el resto de naciones más importantes, como España, Italia o Alemania, continúan ampliando las prohibiciones.

En España, de momento ya son casi 60 las ciudades que han activado sus Zonas de Bajas Emisiones, con prohibiciones de circulación. La cifra significa aún solo un tercio de todas las que están obligadas a implementarlas, y el Gobierno ha decidido ya actuar amenazando con retirar las subvenciones que muchos de estos ayuntamientos han recibido, además de no dotarles con ayudas estatales al transporte público, si antes de que acabe el año no están todas activas.
Los coches con etiquetas B y C, cada vez más afectados
Así, casi semana a semana comprobamos cómo el número de ciudades con prohibiciones crece y, si bien es verdad que no todas penalizan a los coches diésel y gasolina más modernos, sino sobre todo a los que no tienen etiquetas medioambientales por su antigüedad, sí son muchas las ciudades que limitan ya la circulación a los vehículos con etiquetas B y C de la DGT, es decir, los vehículos gasolina en el primer caso desde 2001 y diésel de 2006, y en el segundo los coches de gasolina matriculados a partir de enero de 2006 y los diésel desde septiembre de 2015.
Toma así nota, porque ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao, Málaga, Palma de Mallorca, San Sebastián, Valladolid o Getafe, por poner solo algunos ejemplos, contemplan ya limitaciones a estos vehículos. Incluso una comunidad entera, como Cataluña, ha anunciado que ningún vehículo con etiqueta B podrá a partir de 2028 circular por ninguna de las Zonas de Bajas Emisiones de la región, lo que sin duda comienza a ser una dura penalización para millones de conductores.

El Norte de Italia prohibirá circular a los diésel Euro 5
Pero no solo en España se multiplican las prohibiciones de uso para los coches térmicos. Esta misma semana hemos conocido que Italia ha aprobado un Plan de Calidad del Aire actualizado para 2024-2030 y una de sus primeras consecuencias será su aplicación casi inmediata en prácticamente todo el norte del país. Así, a partir del 1 de octubre de 2025, en poco más de cuatro meses, afectará a la prohibición de circular para vehículos diésel Euro 5 en municipios de más de 30.000 habitantes.
En concreto, las regiones que inicialmente estarán afectadas son las populares del Piamonte, Lombardía, Emilia-Romaña y Véneto, que comprende ciudades además muy importantes desde Turín hasta Venecia. Las infracciones van a comenzar a dar lugar a multas y, en caso de reincidencia, incluso se ha anunciado que se penalizará con la suspensión temporal del permiso de conducir. La normativa afecta a millones de ciudadanos.
Más restricciones a los coches diésel también en Alemania
Por su parte, Alemania también ha confirmado en las últimas horas que incrementará las prohibiciones de circulación en muchas de sus ciudades y regiones a los vehículos diésel con normas de emisiones Euro 4 y Euro 5. A pesar de que inicialmente el Gobierno federal concedió una etiqueta verde a este tipo de vehículos, finalmente muchas de las 37 zonas ambientales que hay distribuidas por el país limitarán también su uso.

Tal y como informa hoy el prestigioso medio Auto Motor und Sport, el objetivo principal de estas regulaciones es reducir la contaminación por óxidos de nitrógeno nocivos en las zonas de carreteras especialmente afectadas y mejorar así la calidad del aire en muchas ciudades, por lo que grandes urbes como Múnich, Stuttgart, Hamburgo, Frankfurt, Darmstadt o Maguncia, por poner solo algunos ejemplos, han comenzado ya a imponer, o anunciar a corto plazo, nuevas restricciones de circulación para muchos de estos vehículos diésel.
Acostumbrémonos, porque, salvo que los proyectos den marcha atrás como en Francia por vía política, o por orden judicial, como ha sucedido ya en España en ciudades como Madrid, Badajoz o Santa Cruz de Tenerife, donde la Justicia ha considerado que las Zonas de Bajas Emisiones son discriminatorias o no se han implementado con la señalización e información adecuadas, el aumento de nuevas áreas protegidas medioambientales se multiplicará por toda Europa y, con ellas, las prohibiciones de uso para los vehículos de combustión interna.