¿Pueden definitivamente las Zonas de Bajas Emisiones saltar por los aires? Impulsadas desde la Unión Europea para todos los estados miembros, se trata sin duda de uno de los proyectos medioambientales más ambiciosos en la lucha contra el cambio climático y la contaminación en las ciudades. En España, reguladas precisamente en la Ley de Cambio Climático nacional, el objetivo es que a finales de año terminen afectando hasta al 60 por ciento de nuestra población, al ser de carácter obligatorio en más de 160 grandes urbes de todo el país: recordemos que están sujetas a ellas las poblaciones de más de 50.000 habitantes, así como los territorios insulares y las localidades de más de 20.000 habitantes con incumplimientos en materia de calidad del aire.
De momento en España poco más del 30% de estas ciudades obligadas a contar con áreas protegidas y restricciones a los coches más contaminantes están en vigor y, ante este problema, el Gobierno ya ha decidido actuar: ha avisado en los últimos días que todos aquellos ayuntamientos que no activen antes de verano sus Zonas de Bajas Emisiones obligatorias no podrán aspirar a recibir las nuevas bonificaciones estatales al transporte público. La amenaza ya es real.
Sin embargo, no parece ahora que el camino de las Zonas de Bajas Emisiones vaya a resultar tan sencillo. En las últimas semanas hemos comprobado ya que, ante denuncias de agrupaciones vecinales y distintos sectores de la sociedad, los tribunales ya han anulado al menos tres ordenanzas municipales que regulan en España estas áreas, por considerar que son discriminatorias y que no prevén el impacto económico que pueden llegar a tener: hablamos en concreto de las Zonas de Bajas Emisiones de Madrid, Badajoz y Santa Cruz de Tenerife, de momento suspendidas por la Justicia.
Francia vota a favor de eliminar todas sus Zonas de Bajas Emisiones
Pero si esta es la realidad en España, la de Francia es aún mucho peor y podría sentar importantes precedentes además en toda Europa. Y es que tal y como conocimos ayer mismo, las Zonas de Bajas Emisiones podrían definitivamente suspenderse en nuestro país vecino, tras una votación efectuada en la Asamblea Nacional y que ha resultado favorable a suprimir estas áreas en todas las ciudades de Francia en las que se aplica.
En concreto, el comité especial de la Asamblea Nacional encargado de estudiar el Proyecto de Ley de Simplificación ha aprobado, con 26 votos a favor, 11 en contra y 9 abstenciones, la eliminación final de estas Zonas de Bajas Emisiones, denominadas en francés Zones à Faibles Émissions (ZFE). El argumento que esgrimen para esta sorprendente decisión es que estas áreas con prohibiciones de circulación “penalizan a los hogares de bajos ingresos”.
A pesar de que tanto el presidente de la República, Emmanuel Macron, como el ministro de Industria y Energía, Marc Ferraci, habían intentado en las últimas horas convencer a los diputados que retirasen las enmiendas a este proyecto, asegurando que “varios experimentos, sobre todo en el extranjero, han demostrado que las ZFE tienen un efecto sobre la reducción de emisiones”, finalmente la votación ha salido claramente mayoritaria hacia la eliminación de estas restricciones.
Es una gran victoria de los automovilistas
Por su parte, asociaciones como 40 Millones de Automovilistas ha recibido con gran optimismo la noticia, confirmando que es “una gran victoria de los automovilistas”, reconociendo al mismo tiempo que “la forma de implementar las ZFE no funciona”. Ahora, tras esta votación, serán los diputados, en sesión pública, y luego los senadores quienes tendrán que votar también su supresión definitiva para que la medida no tenga ya fundamento legal y pueda ser eliminada de los textos legales.
Prohibiendo así la circulación a los coches más contaminantes, y solo permitiendo los accesos a los vehículos más ecológicos y modernos, las Zonas de Bajas Emisiones son tachadas por toda Europa por numerosas asociaciones y organismos como discriminatorias, al solo poder cambiar de coche hacia uno permitido a la población con mayor poder adquisitivo y penalizando a quienes no tienen suficientes ingresos para sustituir sus vehículos actuales. ¿Supondrá esta noticia un precedente que podría extenderse a más países, como España? Lo comprobaremos en los próximos meses.
