La noticia ya se ha confirmado en las últimas horas, tras adelantarla inicialmente la Generalitat e inicios del verano pasado: Cataluña prohibirá la circulación por todas las Zonas de Bajas Emisiones de la comunidad a los vehículos con etiqueta B de la DGT. Se trata de la primera región española que confirma estas restricciones, que se han anunciado de momento solamente en ciudades, algunas también tan importantes como Madrid, San Sebastián, Bilbao, Málaga, Palma de Mallorca, Estepona o Getafe.
La medida es de un calado importantísimo, teniendo en cuenta que a día de hoy en Cataluña, como en el resto de España, se calcula que al menos un 35 por ciento de los vehículos en circulación tiene la etiqueta B amarilla de la DGT, es decir, son turismos y furgonetas de gasolina matriculadas entre enero de 2001 y 2006, diésel matriculados entre 2006 y 2014, o vehículos con más de 8 plazas y transportes de mercancías diésel o gasolina matriculados después de 2006. Y también teniendo en cuenta que, solo en Cataluña, deben ponerse ya en funcionamiento al menos 24 Zonas de Bajas Emisiones, conociendo todas las ciudades que están obligadas a ello por contar con más de 50.000 habitantes o con más de 20.000 habitantes y tener incumplimientos en materia de calidad del aire.
De momento, ha sido el propio Govern de la Generalitat, ahora presidida por el socialista Salvador Illa, quien ha confirmado ya que mantendrá el veto previsto a todos estos vehículos con etiqueta B de la DGT en el nuevo Plan de Calidad del Aire que aprobará finalmente Cataluña. Hay que tener en cuenta también que, según las cifras del INE, esta comunidad es la segunda más poblada de España, por delante de Madrid y solo por detrás de Andalucía.

Desde cuando no podrán circular los coches con etiqueta B en las ZBE de Cataluña
Pero, ¿desde cuando no podrán circular por más de 30 ciudades de Cataluña los vehículos con etiqueta B? El plan previsto por la Generalitat indica que todos estos coches no podrán ya acceder a todas las Zonas de Bajas Emisiones de la comunidad a partir del próximo día 1 de enero de 2026 solo durante los días en los que se activen los protocolos anticontaminación por mala calidad del aire, para pasar ya desde el 3 de enero de 2028 a no poder circular siempre por estas áreas con carácter general y todos los días del año. Es decir, en poco más de 3 años estará definitivamente prohibida su circulación.
El anuncio ha llegado por medio de la propia consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica de la Generalitat, Silvia Paneque, que en una entrevista concedida en El Periódico de Catalunya confirmó que el Govern catalán tiene previsto ya ratificar un decreto para poner en marcha este Plan de Calidad del Aire, a pesar de que cuenta con la oposición de muchos alcaldes y ayuntamientos de Cataluña, que abogan medidas menos restrictivas en los accesos a las Zonas de Bajas Emisiones.
La Generalitat presidida por Illa, eso sí, consciente del enorme perjuicio que ocasionarán estas restricciones a buena parte de la población ha anunciado al mismo tiempo que prepara importantes contrapartidas económicas para que estos municipios puedan gestionar estas prohibiciones con sus habitantes más afectados. Entre otras iniciativas, el Govern incrementará las ayudas al transporte público.

Las nuevas ordenanzas municipales deberán estar redactadas ya en 2026
"No tenemos intención de cambiar la ley porque ya incluye matices importantes", ha explicado así la consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica de la Generalitat en El Periódico, confirmando que el objetivo del Govern “no es poner trabas a los consistorios, sino darles apoyo durante el proceso el tiempo que sea necesario”. La misma responsable autonómica ha asegurado que las nuevas ordenanzas municipales que deberán contemplar estas ordenanzas deberán estar ya redactadas en el año 2026, matizando que “ofreceremos la ayuda que haga falta y garantizaremos una mejor red de transporte público como compensación”.
Será entonces cuando comprobaremos si todos estos ayuntamientos, que recordemos que son los que tienen la competencia para delimitar las ZBE y establecer qué restricciones se aplican en su área urbana, cumplen con las directrices autonómicas o el caso puede terminar llegando a la justicia. Ciudades tan importantes como Tarragona, Mollet del Vallés, Vilanova y la Geltrú, Rubí, Terrassa, Sabadell, Granollers o Mataró ya mostraron hace unos meses su oposición inicial a este tipo de prohibiciones.