Lo sé, el Seat León es un modelo que lleva mucho tiempo sin cambios de diseño en el mercado. Tanto como que la actual generación se lanzó en 2020 y desde entonces no ha tenido ni siquiera el habitual restyling. Pero como podrás comprobar a continuación, el compacto español se ha ido renovando en otra serie de aspectos que lo mantienen muy vivo actualmente, tanto que sus ventas crecen un 34,52% en este 2025, situándose dentro de la marca por detrás de los exitosos Arona e Ibiza.
Para conocerle más en profundidad hemos decidido someterle a nuestra particular Guía de Compra, en el que vamos a analizar las dos carrocerías que todavía siguen disponibles en el León, así como los motores (uno de los elementos que se ha renovado acertadamente estos años) y sus correspondientes acabados. Así podrás encontrar tu configuración ideal más fácilmente.
Un diseño que aguanta bien el tiempo
Podríamos decir que es una frase muy típica del periodismo del motor, pero en mi opinión creo que el León sigue siendo un coche atractivo a la vista. Y esto es un logro para él, más que nada porque tiene el enemigo en casa, el Cupra con el mismo nombre que sí fue actualizado el pasado año y con el que pueden surgir comparaciones.
Quizás ayudó a alegrar mi vista que nuestra unidad de pruebas contara con el equipamiento FR XXL, que mezcla un toque de deportividad con el equipamiento más completo disponible. En cuanto a la carrocería se apostaba por el “Rojo Desire”, uno de los más caros pues cuesta 1.000 euros (hay más opciones por 660 € o el “Azul Fiord” gratis).

Una vez pasamos al interior si pudiéramos decir que al salpicadero se le notan algo más los años, pero de nuevo se han ido introduciendo ciertos retoques para mantenerlo plenamente actual. Su apariencia es un poco a la “alemana”, con mucho orden y todo perfectamente colocado. Aunque las aristas que le dan un toque fresco pueden ser más difíciles de limpiar en el día a día.
La presentación de los materiales es la habitual que nos podemos encontrar en un compacto generalista al uso, utilizando los de más calidad en la parte superior y dejando en las zonas apartadas los más duros. El actual selector del cambio automático es más pequeño, lo que libera la consola central, que en su parte final puede contar como pasaba aquí con un cargador inalámbrico para móviles en caída que hace que no veamos los mensajes. Bien.

Los asientos del FR son de tipo mixto, con un tamaño grande para todo tipo de personas y que además agarran bien. También disfrutan de ajuste eléctrico, para conseguir rápidamente colocarlos a tu gusto. Y sentado en ellos me percato que las levas del cambio son de plástico, detalle que se podría haber vestido un poquito mejor para seguir el espíritu de este acabado.
Otro de los aspectos que ha mejorado con el tiempo en el León es su sistema de pantallas. Remarcable es en la multimedia, que ya alcanza las 12,9 pulgadas con unas animaciones mejoradas y un funcionamiento que ya no se cuelga como antes. Sigue manteniendo los mandos táctiles para el volumen o el climatizador, menos intuitivos, pero al menos están ya iluminados. Y la de instrumentación es una evolución en gráficos de la anterior, por lo que sigue conservando varias opciones de personalización y se muestra ágil en las diferentes transiciones.

Como te habrás percatado ya en el vídeo, nuestro León contaba con la carrocería familiar Sportstourer y por ello es muy importante la valoración de sus plazas traseras. Aquí encontramos puntos positivos, como la cota del espacio para las piernas o en altura, de los mejores de su segmento, justo lo contrario de la anchura, en donde cae a la zona más baja. Me gusta también que la consola central tenga su climatizador propio con salidas de aire y USB, aunque entre ella y el suelo bastante elevado restan espacio al ocupante de la plaza central.
Y al maletero se le puede poner buena nota. Mucho fondo, boca de carga baja y una capacidad que alcanza nada menos que los 620 litros, solo superado por el Skoda Octavia Combi (640). Aunque hay que hacer dos pequeños incisos, si escoges una variante híbrida enchufable, como era nuestro caso, su capacidad baja a 470 litros, mientras que creo que el portón automático debería ser incluido de serie en este acabado alto.

Prueba Seat León: más de 100 km de autonomía eléctrica
Dentro de todas esas novedades que te he ido desgranando del León a lo largo de su vida comercial, una que me parece bastante importante es la aparición de los últimos eHybrid. De primeras me podrás decir que no ha cambiado mucho, pues sigue manteniendo los 204 CV de potencia combinada, pero el avance viene marcado por su batería. Con 25,7 kWh de capacidad le ha permitido homologar 133 km de autonomía eléctrica, aunque yo el máximo que he alcanzado han sido 119 km, que no están nada mal. Luego en dos horas la tendrías cargada de nuevo (a potencia de 11 kW) e incluso permite utilizar corriente continua hasta 40 kW, aunque en este caso sea menos recomendada por su precio.
Rodando solo con electricidad no he notado al León muy sobrado (mueve 1.716 kg con 85 kW o 116 CV), justo al contrario de lo que pasa cuando circula en híbrido, donde se muestra muy desahogado. En estos momentos sin gastar gasolina aparece un punto azul en el panel de instrumentación para saber el máximo que puedes acelerar antes de que salte el motor de combustión en tu ayuda, lo que te permite poder estirar mucho más la energía de la batería.

Muy útil rodando así es poder jugar con la retención que ejerce el coche, pese a que tengas que pasar por la pantalla para escoger entre suave, automática o fuerte. A mí me gustó mucho la segunda por su funcionamiento, a menos que te encuentres en una carretera con curvas, en donde te frena demasiado al coche.
Volviendo a la pantalla también puedes trastear con otros aspectos de su funcionamiento híbrido, pasando desde guardar el porcentaje de batería que te queda disponible, ajustar el nivel que quieras reservar u obligarle a que la cargue hasta el porcentaje que quieras. Y mientras circulas podrás comprobar en el panel que, a velocidades constantes, no solo en frenadas, el sistema también va rellenado la pila.

Lo que me convence menos que esté dentro de la pantalla es el “Drive Profile”, que es como la marca llama a sus modos de conducción. Los disponibles son los Eco, Comfort, Performance e Individual, este último con ajuste en la suspensión DCC con 15 niveles (no disponible con todos los acabados), la dirección, el motor, el ACC y el climatizador. Hay un salto bien marcado entre los tres primeros e incluso en el más prestacional las ruedas pueden llegar a perder agarre en algunas aceleraciones.
Ya os he comentado que en modo híbrido la caballería es más que suficiente para mover a este León cargado hasta arriba, pero por si acaso reserva una pequeña ayuda al conductor. Denominado como modo “boost”, cuando aprietas a fondo el acelerador la esfera izquierda del panel se pone de color azul y lanza al coche con mucha velocidad.

Lo que no ha cambiado con el paso del tiempo es que el León sigue siendo una de las referencias en cuanto a dinámica de su categoría. El tacto del coche fue el esperado por un FR, con una dirección comunicativa y precisa, un chasis firme pese a rodar mucho tiempo en el modo Comfort y sin balanceos molestos. Quizás la frenada es un poco diferente por incluir la regeneración, pero te aseguro que las hay peores en el mercado.
Y ya te he contado su autonomía real eléctrica, por lo que falta saber cómo se comporta una vez rueda en modo híbrido. En entorno urbano no es un Corolla Touring Sports y se descuelga con cifras de 7,1 litros, pero rodando a ritmos constantes en circunvalaciones baja a 5,5, contabilizando 5,9 en una ruta a ritmos de autovía. La clave, por tanto, será rellenar la batería lo más posible y así podrás firmar cifras (incluso mejores) como las que obtuve al devolverle: 3,7 litros y 6,5 kW en eléctrico.
¿Cuál es el mejor motor, acabado y carrocería para el Seat León?
Quizás al entrar en el configurador de Seat te puedas abrumar un poco con la cantidad de opciones que existen para el León, pero aquí estamos para ayudarte. Primero porque, aunque aparezcan hasta doce opciones, en realidad se podrían dividir entre Style y FR. Para mí gusto el primero es algo justo, con un matiz, si apuestas por el “Style XL” (desde 24.434 euros) te llevarás una unidad bastante bien equipada. Más teniendo en cuenta que el primer FR, el XS, ya son 2.000 euros más a embolsar.

De los motores podríamos decir lo mismo, pues hay nada menos que hasta siete opciones diferentes. Yo de primeras me quitaría los TSI “a secas” pues su diferencia con los eTSI no es muy grande, llevándote de paso la etiqueta Eco que te puede venir bastante bien, a menos que claro lo quieras manual, que sería la única opción. Aquí, más pensando en el Sportstourer, el eTSI de 150 CV puede contentar a muchos clientes, aunque los más ruteros no deberían olvidar el TDI de la misma potencia. Sobre el eHybrid, son 4.000 euros más gasolina antes indicado, pero si te puedes acoger al MOVES (recuerda que son hasta 7.000 euros por su gran autonomía), se vuelve muy interesante si la merma en la capacidad del maletero no es problema para ti.
En cuanto a las carrocerías, creo que no hace falta explicar que tiene públicos bastante diferenciados. Al final, el que busca espacio hace el esfuerzo de apostar por el Sportstourer, pues hablamos de una diferencia entre ambos en torno a los 1.500 euros, que no es mucho.
Las alternativas del Seat León
Como solemos hacer habitualmente en nuestras Guías de Compra las alternativas que proponemos tienen que rivalizar con la unidad que hemos probado. Por tanto, buscamos modelos compactos con mecánicas híbridas enchufables y que además cuenten con una carrocería familiar. Todo ello teniendo en cuenta que nuestro León con acabado Style XS y este motor comienza sus tarifas en 34.750 euros.

Con estas premisas me salen dos posibles candidatos representantes de Stellantis. Y aunque por un tiempo compartieron las mismas opciones, ahora mismo Opel Astra Sports Tourer y Peugeot 308 SW ofrecen distintas posibilidades. La más moderna es la del francés, con el de 195 CV que deja su autonomía eléctrica homologada en 85 km y parte de los 38.250 euros. Mientras el alemán divide entre el de 180 y el de 225 CV, con autonomías que representan la mitad que nuestro protagonista (66 km) y un precio de 36.800 y 38.500 euros, respectivamente. Aunque el más potente se asocia siempre el acabado GSe cuya concepción casa perfectamente por estética y chasis con el FR del Seat.