Podemos decir que la última etapa de Alfa Romeo tuvo como gran inicio el lanzamiento del Giulia y el Stelvio. Pero como todos sabemos, son coches de un segmento un tanto alto, que difícilmente pueden convertirse en superventas. Entonces llegó el Tonale, nuestro protagonista de la prueba de hoy, y definitivamente hizo crecer las ventas de la firma italiana, algo a lo que ha contribuido últimamente mucho también el Junior.
Este Tonale es un SUV para aquellos que les gusten los coches dinámicos, con un diseño con cierto carácter. Ofrece motorizaciones con las tres etiquetas disponibles en el mercado, pero nosotros hemos querido descubrir con esta Guía de Compra cuál se puede adaptar mejor a tus necesidades. Y de paso le buscamos su equipamiento ideal.
Un SUV que llama la atención
Durante el tiempo que he tenido este Tonale he viajado fuera de mi entorno habitual de pruebas y hay que reconocer que es un coche que llama la atención. Quizás no sea tan atractivo, al menos para mí, que un Junior, pero no se puede negar que cuenta con la belleza inherente de los Alfa Romeo. En el caso de mi unidad de pruebas contaba con el acabado con tintes deportivos denominado Veloce (fíjate en la parrilla o la doble salida de escape), con la pintura Gris Vesubio (1.331 euros cuesta) y unas grandes llantas de 19 pulgadas de serie con los clásicos círculos de la marca.
Esta esencia se termina trasladando el habitáculo. Nada más pasar el umbral de la puerta encontraremos unos asientos con buenos pétalos para agarrar tu cuerpo, un salpicadero con costuras en contraste, salidas de aire redondeadas y unas levas, de las que te hablaré en el apartado dinámico, al estilo italiano con un tamaño muy grande y de metal.

Dado que a la propia marca le gusta situarse como premium hay que valorarla como tal y está claro que a este Tonale le falta un poco de calidad en sus materiales para llegar a las clásicas firmas alemanas o a Lexus. En su entorno digital contamos con pantallas de buen tamaño, con un panel de instrumentación que permite escoger entre varias vistas (me gusta mucho la que imita los relojes de antiguos Alfa Romeo), mientras que la multimedia no destaca en nada en concreto, pero cumple bien y sus gráficos se muestran modernos. Además, otro aspecto positivo es que su botonería es de buen tamaño, tanto en el volante, donde encontramos el de arranque, como en la consola central.
Al mirar por el retrovisor ya me doy cuenta de que el Tonale no es uno de los SUV que destaque por su amplitud. Más allá de que estos asientos del Veloce restan visibilidad a la luneta trasera por sus grandes reposacabezas, al sentarte en la butaca posterior puedes comprobar que tanto la anchura como en altura, no es de las mejores opciones de su categoría. Por tanto, casi mejor para cuatro que para cinco pasajeros.

Mientras de su maletero hay que señalar que la nota dependerá de la motorización escogida. Los 500 litros que tiene de serie (motor diésel e Ibrida) le permiten competir bastante bien con sus principales rivales, aunque en caso de optar por el híbrido enchufable como era nuestra unidad de pruebas, apenas se queda en 385 litros, menos de lo que ofrece un Junior. Al menos sus formas son bastante regulares.
Un motor potente y enchufado
Como indicaba más arriba, nuestro Tonale contaba con el motor más potente de los disponibles en su gama. Este híbrido enchufable o Plug-in Hybrid Q4 combina en su interior un bloque de combustión de cuatro cilindros con 180 CV junto con un eléctrico de 90 kW (122 CV), cada uno encargado de un eje por lo que cuenta con tracción total. Y la suma de ambos en su momento óptimo arrojan 280 CV.

Así leído es una potencia más que suficiente para mover a un SUV como este, pero yo quise analizar ambos motores trabajando por separado. El de gasolina creo que se defiende bastante bien cuando no tenemos reserva de batería para mover los 1.910 kg del conjunto y además nos regala un bonito sonido. En cambio, al eléctrico no le noté tan sobrado, lo que al final provoca que, de los 61 kilómetros prometidos en homologación, se termine quedando en unos 45, en un uso con todo tipo de recorridos.
Otro aspecto que señalar cuando estamos circulando solo en eléctrico es que se debe ser suave con el acelerador, ya que en caso de detectar una mayor presión sobre el pedal derecho salta rápidamente en ayuda el motor de gasolina. Y cuando soltamos la retención no es muy evidente, pero existe pues así lo comprobamos en el panel de instrumentación en donde veremos, sobre todo en ciudad, como va cargando la batería mientras circulamos. Y más o menos cuando baja hasta los 15 kilómetros de autonomía eléctrica es cuando empieza a alternar el trabajo de ambos propulsores para intentar lograr una mayor eficiencia. Sin olvidar que tenemos un botón denominado E-Save con el que podemos guardar los kW que nos quedan en la pila para usarlos posteriormente.

Como suele ser habitual en Alfa Romeo, los modos de conducción funcionan bajo las siglas DNA. El neutro o normal es el N, el cual tiene una configuración un tanto conservadora, más si tenemos en cuenta el espíritu deportivo que transmite su estética, por lo que hay que “buscarle” un poco para sacarle los caballos a relucir. Me gusta el funcionamiento de su caja de cambios automática, que responde rápido y baja marchas de forma diligente si se lo solicitamos. Sin olvidar que podemos actuar sobre ella con las levas antes señaladas, que responden rápido. Del A (Advanced Efficiency) me resultó curioso que solo se pueda activar cuando tienes una cantidad mínima de batería. En cuanto al D, sin duda es cuando se vuelve más picante la respuesta, pero sin llegar a ser extremo y por sorpresa, es el que más retiene al coche con la frenada regenerativa. En este también tenemos la posibilidad de poner la suspensión firme, ya que en los otros siempre va con el “Soft”.
Aunque que no te engañe ese término suave en inglés, porque el Tonale es un coche firme de serie (algo de culpan tienen también los neumáticos de perfil 40). De otra manera no podría conseguir tan buena dinámica, a lo que tenemos que sumar una frenada bastante incisiva, así como una dirección bastante directa.

Hablemos ahora de consumos una vez se acaba la batería. Para empezar en ciudad se queda en torno a los 7 litros, décima arriba o abajo, algo que podríamos bajar con circunvalaciones para acercarnos más a los 6.5 litros. Mientras que en carretera repetimos con el siete, aunque rodando en muchos tramos en eléctrico. Por ejemplo, yo completé un viaje con esas cifras de 268 km, de los cuales 67 rodó sin emisiones. Aunque hay que señalar que su depósito de 42,5 litros se queda algo corto, pues su autonomía con ambos combustibles se queda en 500 kilómetros raspados.
No me olvido de la carga de la batería. En este Tonale no admite corriente continua, pero al menos tenemos 7,4 kW de serie en alterna. Con esta cifra he conseguido rellenarla en algo menos de 3 horas, una cifra que no me pareció alta.

¿Cuál es el mejor motor y acabado para el Alfa Romeo Tonale?
Como indicaba más arriba, el Tonale ofrece motores con las tres etiquetas. Con la C tenemos un interesante diésel de 130 CV y con la Eco se trata de un híbrido ligero de 160 CV, más la 0 emisiones de nuestro protagonista. Y claramente hay una diferenciación entre las dos primeras y la aquí analizada.
Más allá de la diferencia de potencia, creo que tanto el diésel como el Ibrida no son motores tan alegres o que inviten a rodar más ligero, como sí pasa con el híbrido enchufable. Son más sosos, lo podríamos decir así. Está claro que el 1.6 de gasóleo es muy buena opción porque su precio es el más barato (desde 41.250 euros o 37.998 euros comprado en la web), pero si necesitas la etiqueta Eco deberás pasarte al híbrido ligero (43.900 euros o 40.436 euros online). Mientras que el que se enchufa ya pide 52.700 euros (47.488 euros en web) y aunque le apliques el Plan MOVES se queda todavía por encima.

Respecto a sus equipamientos, podemos escoger entre los Sprint, el Veloce aquí visto o la edición limitada Intensa. La verdad que el salto entre cada uno de ellos es bastante grande (del primero al segundo son ya 5.500 euros), lo que nos hace decantarnos sin duda por el de acceso.
Los principales rivales del Alfa Romeo Tonale
Si lo que buscamos es igualar la deportividad que emana este Tonale, está claro que su rival más cercano es el Cupra Terramar. Con una dinámica también de gran nivel, propone dos opciones en híbrido enchufable de 204 y 272 CV, aunque su autonomía eléctrica es bastante superior llegando a homologar el doble que el italiano. Sus precios, respectivamente, parten de los 47.190 o 54.640 euros.

Otra posibilidad que podríamos tener en cuenta es el Ford Kuga. El americano también presume de un buen tacto al volante, con un habitáculo algo más grande y una autonomía eléctrica de 69 km, muy parecida al Alfa Romeo, así como con 243 CV de potencia. Y su precio con el acabado de acceso Titanium es de solo 44.141 euros.
La última alternativa podría ser el Peugeot 3008. Aunque ambos pertenecen al mismo grupo, Stellantis, no comparten elementos como plataforma, tecnologías o motores. En este caso su potencia es de 194 CV y ofrece una autonomía de 87 kilómetros, por los que se piden 41.659 euros.