En un mercado del automóvil en que cada vez es más fácil encontrar distintas piezas compartidas por varios modelos, hay que felicitar a los ingenieros y diseñadores que dedican gran parte de su esfuerzo en que se note lo menos posible. Así creo que ha sucedido, tras probarlo por primera vez, con el nuevo Alfa Romeo Junior, que comparte plataforma, tecnologías y algún motor con al menos otros tres SUV pequeños del grupo Stellantis, así como una botonería del volante vista en DS o el selector del cambio de un Peugeot, por poner dos ejemplos rápidos.
Este Junior, al que le viene que ni pintado el nombre pues es el benjamín actual de la marca, cuenta con un diseño con tanta personalidad que incluso ha conseguido diferenciarse de sus hermanos de gama, el objetivo quizás más difícil. Me dirás que mucha culpa la tiene su nuevo jefe de diseño, el español Alejandro Mesonero-Romanos, y no te lo puedo negar. Ha sido llegar a la marca, lanzar el exclusivo 33 Stradale y enfocar el diseño hacia un nuevo camino.

Dando una vuelta alrededor de este Junior, mientras mi compañero de viaje graba un vídeo para Youtube, no puedo negar que su frontal tiene una esencia totalmente Alfa Romeo. El punto clave es la parrilla conocida como “Scudetto”, la cual puede adoptar dos entramados diferentes, a la que se ha rodeado por un conjunto lumínico llamativo, un capó muy marcado y unos paragolpes de formas sugerentes a la vez que deportivas.
Su parte trasera es más transgresora, cambiando el paso de lo que nos tenían acostumbrados en la marca italiana hasta ahora. Está acompañada por una fuerte caída del techo, que una vez sentado al volante te deja una luneta de reducida visibilidad. No olvidemos que hay que remarcar la deportividad, como también intentan hacer las manetas de las puertas traseras colocadas al lado de la ventanilla, ofreciendo la sensación de ser un tres puertas, pero restando algo de practicidad.

A los mandos del Elettrica
El primer encuentro que hemos tenido con el Junior ha sido con su variante Elettrica, o eléctrica en nuestro idioma, por ahora solo disponible con el motor de 115 kW (156 CV), ya que el Veloce de 206 kW (280 CV) llegará a finales de año. Dentro de ese análisis del exterior que he explicado antes hay que señalar que no hay detalles que te hagan identificarlo rápidamente. Nada de parrilla cerradas, ni de llantas carenadas típicas de estos modelos. Vale le faltan los tubos de escape, pero ¿eso era obvio no?
Al abrir la puerta me reciben amablemente unos asientos muy deportivos (vuelve a aparecer esta palabra) firmados por Sabelt incluidos dentro del pack Deportivo del Speciale. Hay que ponerlos buena puntuación en su tapizado y también en sujeción de todo su cuerpo, aunque hay que reconocer que si no eres muy habilidoso quizás te pueda costar entrar y salir un poco. A mí alrededor encuentro el cuero Alcantara en zonas como el volante o los bordes de la consola central que le dan ese toque premium al que aspira la marca, pero en contraposición también localizo piezas con plásticos duros muy a la vista, como por ejemplo en las puertas.

Por supuesto hay pantallas de gran tamaño, no podían faltar, con un panel de instrumentación de 10,25 pulgadas con ese estilo vintage en sus relojes que le dan mucho “rollo” y adornado con una cúpula de formas redondeadas, así como una multimedia de buen tamaño pues tiene el mismo tamaño que la anterior, pero quizás colocada demasiado baja. Incluso te diría que conduciendo tapas la parte más izquierda al colocar tu mano derecha sobre el volante.
Llega el momento de empezar la ruta. Antes llegados a este punto siempre os contábamos nuestras impresiones al presionar el botón de arranque en cuanto a vibraciones o sonido. Con el Elettrica todo esto se pierde, aunque desde la marca han querido rellenar la nostalgia de nuestros oídos con un ruido artificial con un volumen suficiente para no ser molesto en una ruta larga.

Ya comentaba antes que este Junior compartía elementos con otros modelos del grupo neerlandés, por lo que no creo que haya que explicar que cuenta con un botón específico denominado con la letra B que aumenta la capacidad de regeneración una vez levantamos el pie del acelerador o que tiene tres modos de conducción siempre bajo las siglas “DNA”, como es norma en la marca, siendo por este orden el deportivo, el normal y el “eco”.
Su funcionamiento fue una de las primeras cosas que quise comprobar. En el caso del Junior puedo afirmar que son verdaderamente útiles pues hay una clara diferenciación entre los tres. Con la “A” quizás pierde demasiada fuerza para mi gusto, por lo que solo la recomendaría en momentos de apuros con la autonomía o en ciudad circulando a ritmos muy tranquilos. Con la “N” el SUV italiano se mueve bien e incluso es capaz de ganar velocidad constante en fuertes pendientes, por lo que es el adecuado en la mayoría de las ocasiones. Y cuando necesites hacer un adelantamiento o tengas un día animado, ya sea por ti mismo o por la carretera por la que circulas, recurre a la “D”, en donde la respuesta del acelerador se vuelve mucho más incisiva. Por lo que podemos concluir aquí que el motor de 115 kW (156 CV) es correcto para este modelo.

Rescatando el tema de la diferenciación que trataba al principio de la prueba, el comportamiento dinámico es otro de los aspectos diferenciadores de este Junior. La dirección es muy directa con una relación de 14,6:1, cuando lo normal en este segmento es superar holgadamente los 15. Esta característica te puede sorprender un poco al principio, pero en cuanto circulamos por la carretera nacional se vuelve un arma de disfrute añadido. Le acompaña una suspensión tirando a firme, casi antagonista a la que puede llevar un DS 3 y unos neumáticos generosos de 215 de ancho, para ofrecer casi una pisada de SUV compacto.
Quizás una toma de contacto no sea el mejor escenario para hablar de la posible autonomía que tendrá este Junior Elettrica, pero te voy a dar unos pocos datos para hacernos una idea. En mi recorrido en el que atravesamos bastantes municipios y circulamos por carreteras secundarias con bastante tráfico el ordenador de a bordo arrojó un consumo de 15,3 kW. Teniendo en cuenta su batería de 54 kWh (51 útiles) habríamos tenido para 333 kilómetros. Aunque cuando arrancamos marcaba 380 km al 96% de carga, más cercanos a los 410 km que homologa.

Volvemos a parar para hacer un cambio en el volante y aprovecho para analizar las plazas traseras del Junior. Con un suelo elevado al entrar, como suele se habitual en los modelos que equipan esta plataforma, me sorprende el espacio que encuentro. De altura está bastante bien y también en anchura. Aunque para esta última tienen un truco, pues han estrechado los revestimientos de las puertas al máximo. Donde va un poco más justo es en el espacio para las piernas, pero claro no hay que olvidar que solo tiene 4,17 metros de largo. Mientras el maletero está dividido en tres espacios (incluido en el pack Premium), aunque en el caso del Elettrica el más bajo es poco aprovechable. Por ello declara 400 litros, quince menos que el Ibrida, y ofrece un pequeño espacio en el capó delantero donde se podría guardar el cable de carga perfectamente.
Un acabado y varios packs
Si algo comparten nuestro Elettrica y el Ibrida es que parten de un mismo acabado base al que luego el cliente puede ir añadiendo packs a su gusto. Estos son los Tech (+2.481 euros), orientado a ampliar considerablemente los asistentes de conducción en el Junior, además de sumar otros de comodidad como el portón trasero eléctrico o los faros Matrix LED y el Premium (mismo precio que el anterior), con pequeños detalles para aumentar la sofisticación tanto exterior como interior.

Y dado que ahora está empezando el lanzamiento de este modelo se acompaña de otro acabado denominado Speciale, por un tiempo limitado (no se han marcado fechas exactas) con elementos de serie como el detector de ángulo muerto, el asistente de atención al conductor, el reconocimiento de señales, el frenado de emergencia, ChatGPT dentro del Alfa Connect o la aplicaición EV Routing.
Tanto de este Elettrica como del Ibrida ya están abiertos los pedidos en nuestro país, de los que por cierto la marca está muy contenta de cómo van porque ya es el más solicitado de toda la gama, y esperan empezar a entregar unidades a finales de este mes. El precio, sin aplicar ayudas del Plan Moves III, de nuestro protagonista es de 38.500 euros, subiendo a 41.000 euros en caso de optar por el Speciale. Y para que lo tomes como referencia, el Ibrida parte de los 29.000 euros.