Ya saben como es esto de internet. Basta que alguien consiga unas imágenes (la forma de obtenerlas ya lo dejaremos para otro momento) para que corran como la pólvora por foros, redes sociales y distintas webs. Es el caso de estas últimas, en donde se puede ver cómo será el próximo Volkswagen T-Roc tras unas fotografías captadas a través de su propia pantalla multimedia.
Normalmente este tipo de fotos se consiguen a través de presentaciones, en las que una cámara indiscreta ha captado la instantánea, o últimamente de la oficina de patentes de China, por eso me crea mucha curiosidad saber cómo las obtuvieron desde una pantalla de infoentretenimiento. Sea como fuere, nos sirve para conocer detalles exteriores de cómo será el próximo T-Roc y atento porque los cambios van a ser bastante evidentes.
Si se cumplen los plazos, la idea es que pudiéramos ver las fotos oficiales del SUV de Volkswagen a finales de este mismo año, empezando incluso a recoger reservas de cara a empezar a entregar las primeras unidades en 2026. Un coche muy importante para la marca, pues por ejemplo en nuestro país fue el más vendido en 2024 y a nivel mundial solo es superado por el Tiguan.
Saquemos por tanto el bisturí para diseccionar las imágenes filtradas. Lo primero que me llama la atención es como se ha sobredimensionado la parrilla en tamaño XXL. Eso sí, se ha bajado su altura fusionándose con el hueco de aireación que antes tenía en el paragolpes, además de adornarla con una rejilla en forma de hexágono que bien podría vestir a un R-Line. Los faros principales vemos que son mucho más afilados que los vistos en el último Tiguan y no te digo si los comparamos con el T-Roc actual, a los que se ha unido con una tira LED, algo que se está volviendo habitual en los modelos del fabricante alemán.

De ahí pasamos a un lateral que se asemeja bastante al que luce el modelo actual, como si de un restyling se tratase. Pero sí da la sensación de que el voladizo delantero es un poco más largo, lo que podría deberse a un alargamiento de la longitud que le permitiera alejarse del T-Cross y ofrecer más espacio. También da la sensación de que se han querido conservar ciertos detalles estéticos como la forma de las lunetas, el paso de rueda trasero ensanchado y bien marcado, así como la forma ancha del pilar C.
Mientras que la trasera también contaría con un espectacular cambio. Siguiendo la estela del Tiguan, se ha decidido unir las lentes con una gran tira LED, dejando el logo en medio sin llegar a cortarla. De paso se renueva el paragolpes y se sigue ofreciendo un portón con bastante caída.

Tras este análisis del diseño exterior de la que se convertirá en la segunda generación del T-Roc queda en incógnita cómo será su gama de motores. Lo normal sería que la nueva entrega del SUV se asentara sobre la plataforma MQB del actual Golf. Partiendo de esta premisa, sería un buen momento para incluir en la gama las primeras motorizaciones electrificadas, empezando por los híbridos ligeros eTSI y quien sabe, quizás también con algún híbrido enchufable. Lo que veo más en duda es que sigua el R, más teniendo en cuenta como está el tema de las emisiones ahora mismo.