No es un hecho que se suela dar frecuentemente, pero en el último Salón de Múnich la gran apuesta tanto de BMW como de Mercedes fueron dos SUV con mucha importancia dentro de su gama y que, además, serán futuros rivales cuando lleguen al mercado. Los primeros desvelaron el iX3, el primero de la Neue Klasse que cambiará toda la gama, mientras que los segundos apostaron por el GLC eléctrico, que si no fuera por el CLA podríamos decir que también comienza una nueva etapa en el fabricante alemán.
Ante estos argumentos, la jerarquía dentro de la futura gama de ambas firmas es muy importante, por lo que queríamos saber, más teniendo en cuenta que se dirigen al mismo tipo de público, cuál es el que causa mejor impresión sobre el papel. Para ello hemos revisado todos los datos que nos han proporcionado hasta ahora con el fin de ofreceros una primera comparativa.

Los diseños
Lo primero que nos entra por la vista es la estética exterior y nos ha dado la sensación que sus dos jefes de diseño, tanto Adrian van Hooydonk (BMW) y Gorden Wagener (Mercedes), han coincidido en el gran objetivo: su frontal debería atraer todas las miradas. En el caso de los muniqueses se presenta con una parrilla en forma de riñón verticalizado, inspirada en modelos de los años 60, que se ilumina en caso de contar con el paquete Iconic Glow. Los faros dobles ya no serán redondos, sino que las luces diurnas se extienden verticalmente de forma irregular. La parrilla también destaca en la marca suaba, con un amplio marco cromado y una estructura de malla de cristal ahumado, con los contornos y la estrella con LED (aquí como extra permite incluir 942 puntos de luz).
Desde el lateral, el GLC se presenta sin sorpresas, aunque la carrocería parece algo más coupé que antes debido a la pequeña luneta trasera. Por lo demás, destacan los faros delanteros y traseros, diseñados con motivos de estrella. El iX3 parece algo más robusto, con sus bordes afilados y pasos de rueda angulares. No obstante, con un coeficiente aerodinámico de 0,24, es ligeramente más aerodinámico que su rival (0,26).

En medidas, el Mercedes es más grande pues cuenta con 4,85 metros de largo, 1,91 metros de ancho y 1,64 metros de alto, a lo que el BMW responde con 4,78, 1,90 y 1,64 metros, respectivamente. Y para los más curiosos la longitud entre ejes es 7 cm superior en el primero (¿Le valdrá para tener un espacio más grande?). En cuanto al maletero, los traseros tienen 570 frente a 520 litros, mientras que en los delanteros se impone también el mismo con 128 frente a 58 litros.
El interior
De la misma manera que sucedía con el exterior, los interiores tanto del iX3 como del GLC tienen enfoques muy diferentes. BMW se ha esforzado claramente por dotar a su recién llegado del habitáculo más delicado posible. A pesar de su diseño de dos niveles, el salpicadero está alineado más horizontalmente, con una pantalla táctil central más compacta y un volante pequeño con un borde aplanado en la parte superior e inferior, tras el cual no se encuentran ninguna pantalla de información. En el Mercedes la presentación parece bastante más voluminosa, principalmente debido a la pantalla central gigante (hablaremos de ello más adelante). Por otro lado, parece más ordenado y clásico, gracias en gran medida al diseño tradicional del volante.

Además, ambos SUV eléctricos buscan ampliar considerablemente la experiencia de conducción. Lo hacen ofreciendo efectos de bienvenida y despedida personalizables mediante escenografía sonora y luminosa, así como iluminación ambiental. Y quienes lo deseen pueden equipar el interior con materiales totalmente veganos o en gran parte reciclados. También hay techos panorámicos disponibles (opcionales en el BMW y de serie en el Mercedes).
Y ahora llegamos a la diferencia clave entre ambos habitáculos: mientras que el nuevo GLC apuesta por pantallas de mayor tamaño, el iX3 intenta una contrarrevolución y limita el tamaño de los monitores. La MBUX Superscreen, con sus tres elementos de visualización, viene de serie en el GLC, mientras que la MBUX Hyperscreen estará disponible como opción. Con 99,3 centímetros, ocupa casi todo el ancho del salpicadero y es, como era de esperar, el monitor más grande que Mercedes ha integrado jamás en un coche. Para personalizarlo, se pueden configurar once imágenes de fondo, además de atenuar el brillo.

El iX3, por su parte, intenta un enfoque operativo completamente nuevo. Dispone del nuevo "BMW Panoramic iDrive" con una barra de visualización de 1,10 metros de ancho en la parte inferior del parabrisas. La información relevante para la conducción aparece a la izquierda, mientras que tanto lo mostrado en el centro como delante del copiloto es personalizable. A esto se suma la "única" pantalla central de infoentretenimiento de 17,9 pulgadas y, opcionalmente, un Head-up Display 3D que utiliza tecnología de realidad aumentada.
Por lo demás, ambos SUV eléctricos utilizan una combinación de botones e interruptores físicos para funciones especialmente importantes, además de contar con control por voz. Este último está diseñado para ser muy natural en ambos casos. En el Mercedes, esto se realiza mediante el "Asistente Virtual", que obtiene su información en segundo plano a través de varios "agentes". El BMW también cuenta con un "Asistente Personal Inteligente" en constante aprendizaje. Utiliza un "Modelo de Lenguaje Amplio" que BMW adaptó junto con Amazon. Mercedes, por su parte, colabora con Microsoft, Google y OpenAI, que proporciona su conocido chatbot de IA ChatGPT4o.

Adaptados a los nuevos tiempos, sus sistemas operativos conocidos como BMW Operating System X y MB.OS permitirán contar con 60 o 40 aplicaciones, respectivamente, entre las que están algunas tan conocidas como Spotify, Disney+, YouTube, Zoom o Microsoft Teams. Y algo importante para los coches eléctricos: los sistemas de navegación ofrecen guías con rutas optimizadas para la carga.
Motores y rendimiento
Como punto de partida, tanto el iX3 como el GLC incorporan nuevas plataformas totalmente nuevas para estos fabricantes, tanto la Neue Klasse para el primero como la MB.EA para el segundo (no podemos olvidar que esta la ha estrenado el último CLA). Las dos están reservadas únicamente para motorizaciones eléctricas, lo que debería ofrecer las correspondientes ventajas en cuanto a diseño.

En cuanto a sus motorizaciones, en el Salón de Múnich ambos quisieron impresionar con variantes bastante potentes, que más adelante serán acompañadas por otras más asequibles y por las prestacionales firmadas por AMG o M Performance. En los dos casos contaban con una configuración de dos propulsores, uno por cada eje, para alcanzar los 360 kW (489 CV) en el GLC 400 4MATIC, así como 345 kW (469 CV) en el caso del iX3 50 xDrive. El de la estrella también dispone de una transmisión de dos marchas, lo que le debería proporcionar ventajas tanto en aceleración como en ahorro de energía. Y de paso se impone en capacidad de remolque llegando hasta los 2.400 kg por los 2.000 de su competidor.
Curiosamente los consumos anunciados son prácticamente los mismos. Mercedes especificó que el nuevo GLC 400 4MATIC tiene un consumo de energía de 14,9 a 18,8 kWh/100 km, mientras que el iX3 50 xDrive lo tiene de 15,1 a 17,9 kWh/100 km. El modelo con sede en Múnich cuenta con una batería ligeramente mayor (108,7 en lugar de 94 kWh netos) y, por lo tanto, una mayor autonomía (hasta 805 en lugar de 713 kilómetros según el WLTP). Sin olvidar que ambos modelos incorporan nuevas baterías con una densidad energética significativamente mayor en comparación con la generación anterior.

Gracias a la utilización de arquitecturas de 800 voltios, ambos se cargarán muy rápido. Aunque en este apartado se impone el BMW, pues puede alcanzar los 400 kW y recarga hasta 372 kilómetros en diez minutos. El Mercedes se “conforma” con 330 kW y con ellos rellenaría otros 303 km adicionales en el mismo periodo que he indicado antes. También cuentan con un convertidor para estaciones de carga de 400 voltios, así como capacidad de carga bidireccional.
A nivel dinámico ambas marcas han puesto toda la carne en el asador en sus nuevos lanzamientos. El iX3, por ejemplo, utiliza un control de dinámica que utiliza un “supercerebro” en forma de centralita del que se dice que es diez veces más rápido que las unidades de controles actuales. Y trabajará en conjunción con el BMW Dynamic Performance Control. A esto responde el GLC con la suspensión neumática inteligente y de ajuste continuo de la Clase S, así como un sistema de frenado “One-Box”. Y sin olvidar una gran dotación de asistentes a la conducción.

¿Cuándo llegarán y cuál será su precio?
Según lo anunciado en la feria alemana, parece que el iX3 tomará la delantera en este aspecto llegando en la primavera del 2026 y del que se espera que tenga un precio en torno a los 68.900 euros, en Alemania y con la versión 50 xDrive comentada. Tomando como referencia el mismo mercado, la variante de acceso se debería quedar en 60.000 euros. Del GLC se espera que llegue un poco más tarde, en concreto ya para el verano del 2026. Su precio todavía no está muy claro, pero también estará ligeramente por debajo de los 70.000 euros con la versión 400 4MATIC. Y como última curiosidad ambos se fabricarán en Hungría, el BMW en Debrecen y el Mercedes en Kecskemét.