Lo que antes eran aburridas presentaciones de resultados de las marcas se han convertido últimamente en un hervidero de noticias para los periodistas. Ayer os hablábamos de la estrategia 2025-26 de Nissan y aquí vamos a desmenuzar los planes de Mercedes. Los alemanes vienen fuertes porque podrían lanzar casi 40 modelos nuevos en apenas dos años e igualarán mucho más la apuesta por los motores de combustión híbridos y los eléctricos.
La primera idea clave que podremos extraer de lo anunciado por Mercedes es que tienen previsto reducir claramente los costes de producción en los próximos dos años (mientras lanzan la avalancha de nuevos modelos). Los mandatarios esperan un fuerte crecimiento en este 2025 y creen que dar otro impulso a la combustión podría ayudar a la firma.

Repasando la hemeroteca encontramos que Mercedes prometió que en el 2030 ya solo vendería coches eléctricos en sus principales mercados, pero las bajas cifras de ventas de muchos de sus modelos impulsados con este combustible han obligado a replantearse la situación. Esto no quiere decir que los vayan a dar la espalda, ya que hay proyectados hasta 17 modelos nuevos hasta el 2027, pero estarán acompañados por otros 19 con motores híbridos que seguirán presentes más allá del final de esta década.
Dentro de este nuevo plan de la firma de la estrella se intuye que la diferenciación de diseño entre los modelos híbridos y los eléctricos será muy pequeña. Si bien los más grandes se espera que utilicen plataformas diferentes, aún con una carrocería parecida, a los más pequeños se los preparará para que con la misma arquitectura puedan ofrecer todas las motorizaciones. Y todo esto ha sido provocado porque la línea EQ no ha tenido la aceptación que hubieran deseado los directivos alemanes.

El primer modelo que ejemplarizará este nuevo camino tomado por Mercedes será el próximo CLA, el sedán de acceso de la marca alemana. En él se juntarán versiones híbridas con otras eléctricas en la misma plataforma y en algunos medios apuntan a que podrían tener precios bastante parejos. Sobre este modelo se espera que pueda llegar un SUV, quizás el próximo GLA, así como un familiar como tenía hasta ahora. A este podemos sumar los GLC y Clase C eléctricos, de los que ya te hemos avanzado su desarrollo, mientras que en una fase más previa se encuentra el Clase E “a pilas” para luchar contra el BMW i5.
Otro protagonista ha sido el Mercedes Clase S, cuya séptima generación se lanzó en 2020 y que apostará más por ese lado de las mecánicas híbridas. Sobre estas últimas, habrá posibilidades que vayan desde la utilización de un motor de combustión de cuatro cilindros hasta los ocho, para los más grandes o deportivos. Todos ellos cumpliendo ya la normativa Euro 7, que incluso podría dejar un pequeño espacio para el portentoso V12.

En lo que se refiere a las propias cuentas, Mercedes declaró que en este último 2024 había caído un 39% en beneficios, hasta los 8.700 millones de euros y prevé que en este año pudiera ser parecido. Para evitar este descenso, quieren reducir los costes en un 10% hasta el 2027 y todavía algo más de cara al 2030. Esto no pone en peligro a las plantas alemanas, pero si que algún modelo puede ser desplazado a Hungría, donde la producción es un 70% más económica. Y también tienen previsto aumentar la producción dentro de Estados Unidos y China para evitar los posibles aranceles que se avecinan.