La noticia te la adelantamos hace ya casi un mes y medio tras la información exclusiva publicada en un portal alemán y poco a poco se va confirmando: a partir de enero de 2027, circular con un coche de combustión supondrá un importante mayor gasto. Esta vez, el encarecimiento del uso y de la circulación no vendrá aparejado por ninguna nueva tasa municipal o gubernamental, ni por nuevos recargos en función de las etiquetas medioambientales de la DGT. No, llegará a través de una nueva tasa impuesta desde la Unión Europea.
La propia Comisión Europea ha advertido ya de ello a través de la entrada en vigor del conocido como nuevo RCD2, un nuevo régimen europeo de comercio de emisión, también denominado ETS II (Sistema Europeo de Comercio de Emisiones), que implicará en poco más de un año nuevas tasas para la industria eléctrica, el transporte marítimo, la aviación comercial y, por supuesto, el transporte por carretera, entre otros importantes sectores.
Así va a subir el precio de la gasolina y el diésel en toda la UE
Impulsada con el objetivo de, según Bruselas, “reducir los gases de efecto invernadero, para conseguir disminuir las emisiones de COE en 2030 hasta en un 62% con respecto al pasado año 2005 en toda la Unión Europea”, una de sus mayores consecuencias será una gran subida final en el precio de los combustibles que pagamos en las gasolineras y estaciones de servicio: ni los establecimientos low cost, que hoy sirven carburante con precios hasta un 20 por ciento inferiores, se librarán de estos nuevos costes.
Ante esta próxima realidad, la propia Comisión Europea ya ha publicado distintas informaciones advirtiendo del encarecimiento en los próximos años de los combustibles al estar sujetos próximamente a nuevos certificados que gravarán más las emisiones contaminantes de los productos y que, en el caso del carburante, implicará importantes subidas de precios finales.
El litro de combustible podría volver a situarse en 2 €, como en el inicio de la Guerra en Ucrania
Los expertos ya han realizado cálculos con la nueva normativa RCD2, con unas primeras previsiones que aseguran que el precio del combustible se encarecerá entre un 25 y un 30% para el consumo final. Dependiendo así del porcentaje final de esta nueva tasa, el encarecimiento se estima ya entre 20 y 45 céntimos más de euro por litro, lo que, teniendo en cuenta que hoy mismo la gasolina cotiza en España a una media de 1,478 € por litros, y el diésel a 1,409 euros, mostrando ya en la última semana un ligero repunte de nuevo tras semanas de precios a la baja, en los próximos 4 años su precio podría situarse muy próximo a los 2 euros por litro.
Este valor hay que recordar que ya fue alcanzado con el inicio de la Guerra de Ucrania, debiendo el Gobierno incluso actuar con subvenciones en las gasolineras al tener un gran impacto para el sector del transporte y el consumidor, provocando graves perjuicios en numerosas industrias.
Al mismo tiempo que la Comisión Europea advierte de las consecuencias de este nuevo sistema de comercio de emisiones, las autoridades aseguran buscar nuevos métodos indirectos de incentivación para la movilidad eléctrica y de desactivación del mercado de vehículos convencionales.
El nuevo combustible E20, ¿la solución?
Mientras tanto, una importante asociación automovilista, como es la alemana del ADAC, la mayor de toda Europa, apuesta por promocionar en toda la Unión Europea como alternativa el nuevo combustible E20, al poder tener a partir de 2027 un precio más competitivo frente al convencional diésel o gasolina al no sufrir tanto el aumento de tarifas en las emisiones de CO2. Compuesto por un 20% de bioetanol que no estará sujeto a aumento de precios que solo cargará con más costes al CO2, este carburante más ecológico podría ofrecerse a un precio inferior incluso en un plazo de 5 años al de la gasolina premium convencional o al E10, a pesar de que hoy cotiza por encima.
Con la ventaja también de que el combustible E20 permite reducir hasta en un 16% la huella de gases de efecto invernadero y hasta en un 40 % con mezclas avanzadas, su problema es que ahora mismo no está autorizada su venta general ya que la normativa europea DIN EN 228 solo permite a día de hoy un 10% de etanol en el combustible surtido en las gasolineras. Desde el ADAC ya piden por tanto a la Unión Europea que modifique así la Ordenanza Federal de Control de Emisiones y las directivas correspondientes de la UE, para permitir su uso. Veremos qué termina sucediendo en los próximos meses.









