Poco a poco seguimos desgranando la letra pequeña de la nueva Ley de Movilidad Sostenible, que prevé seguir penalizando el uso de los coches de combustión en España con distintas medidas. Ya aprobada por el Congreso, esta regulación se encuentra ya en el Senado con vistas a obtener el visto bueno de esta cámara para volver posteriormente al Congreso y, probablemente, ser ratificada definitivamente a finales del mes de noviembre suponiendo un nuevo impulso para la movilidad eléctrica que, como contrapeso, acarreará una mayor penalización al vehículo térmico.
Nuevas tasas adicionales de circulación en función de las emisiones de cada coche o de las etiquetas
Así, junto a las más conocidas nuevas normativas que abogan por el estudio de una modificación ya de las etiquetas de la DGT para endurecer los criterios de obtención de las más ecológicas ECO y Cero Emisiones, y al mismo tiempo que otras novedades como el de aplicar un nuevo plan Renove, ya sobrevuelan nuevas tasas e impuestos que podrían suponer mayores cargas si tienes en propiedad un coche diésel o gasolina, por nuevo que sea y por más que luzca la etiqueta B y C de la DGT.
Hace solo unos días ya te informamos de que el nuevo texto abría la posibilidad de que los ayuntamientos pudieran próximamente establecer nuevas tasas o recargos adicionales de circulación en función de las emisiones de cada coche o de las etiquetas medioambientales, quizás permitiéndoles acceder, pero a cambio de pagar algún tipo de impuesto adicional que sirva, también, para desincentivar su uso. Hay que recordar que la Ley de Cambio Climático abre opciones, pero las decisiones finales en torno a las Zonas de Bajas Emisiones son competencia única y exclusiva de los ayuntamientos.
Penalizar el uso de coches más grandes
Hoy, sin embargo, conocemos un nuevo punto de esa letra pequeña que da forma a la nueva Ley de Movilidad Sostenible, donde, tal y como confirma hoy El Economista, no solo además la normativa posibilitará cerrar carreteras por contaminación, sino que incluso se quiere dar más control a las ciudades para, además también de prever nuevas tasas a los vehículos por entrar en las Zonas de Bajas Emisiones, permitir incluso penalizar el uso de coches más grandes como son los 4x4 o los SUV.
En concreto, todas estas novedades llegan recogidas ya en la modificación de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales para dotar a los ayuntamientos de nuevas opciones de delimitación del tráfico rodado. Acompañando por tanto esta última medida de otras iniciativas como el impulso a que los ciudadanos caminen mejorando las vías peatonales y los senderos o de potencial el uso de la bicicleta, el Gobierno pretende instar a los ayuntamientos a que penalicen, textualmente, a “los vehículos que supongan mayor ocupación del espacio público”, abriendo así la opción de castigar a los vehículos de mayor tamaño, como ya sucede en otras importantes zonas del mundo. Ciudades como París, Lyon o Canadá ya imponen recargos a modelos SUV y 4x4.
Comprometidas muchas de estas medidas en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia acordado ya entre el Gobierno y la Unión Europea para la recepción de nuevos fondos comunitarios, la idea de cobrar por otro lado nuevas tasas a los coches más contaminantes o que tengan prohibidos los accesos a las Zonas de Bajas Emisiones establece la opción, por su parte, de realizar los cálculos en base al valor del mercado, tal y como informa también El Economista.
Así, la previsión es que el ayuntamiento calcule cuánto costaría acceder por esas calles protegidas, del mismo modo que si fuesen privadas. Para ello, podrán tomar como referencia, según el texto, el coste que hubiera tenido que abonar ese vehículo si hubiera estacionado en un aparcamiento público en lugar de circular por la zona calificada de bajas emisiones”. En todo caso, se vislumbran de uno u otro modo más costes para quienes tengamos aún en propiedad un vehículo diésel o gasolina. Avisados estamos ya.









