Ocurrir, sabíamos que iba a suceder, pero la cuestión final era saber cuándo, cómo y por qué. Porque las etiquetas de la DGT o, mejor dicho, su actual clasificación, sabíamos que tenía fecha de caducidad, especialmente porque de su adaptación dependía el desbloqueo de 10.000 millones más de fondos europeos contemplados tras la aprobación de una nueva Ley de Movilidad Sostenible, porque eran muchos los sectores desde los que se pedían ya cambios en una normativa hoy obsoleta y porque, no lo olvidemos, desde el Ministerio del Interior ya se había introducido esta problemática en el Senado en el año 2020, llegando a confirmar la DGT que estaba ya “en proceso de cambio”.
Ese cambio llegará, pero aún falta. El acuerdo final para la aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible, ejecutado el pasado día 8 de octubre, incluye ya de manera oficial en el texto que “en el plazo de 12 meses desde la entrada en vigor de esta ley el Gobierno presentará un estudio sobre la necesidad de actualizar las etiquetas medioambientales de la DGT, teniendo en cuenta la evolución tecnológica de los vehículos, para solventar las deficiencias detectadas en materia de contaminantes e incluir las emisiones de CO2 como criterio adicional”. Pero, ¿cómo se resolverá?
Las nuevas etiquetas de la DGT no entrarán en vigor antes de 2027
Una información de eldiario.es, con muy buenas fuentes próximas al Gobierno y tras el ser además el medio que destapó hace ya meses en exclusiva que esta modificación se iba a producir, revela hoy nuevos datos que, sin duda, damos por bastante fiables. Y en ellos, no solo apuntan ya a la fecha de entrada definitiva en vigor de estos cambios en las etiquetas, sino incluso a qué vehículos pueden afectar y de qué modo.

Lo primero es conocer cuándo se realizarán los cambios. Y estas informaciones aseguran hoy que no será en ningún caso antes de 2027, por lo que la actualización no será, ni mucho menos, inmediata. A la reforma aún le queda un largo camino, ya que, según los plazos y trámites, ahora la nueva Ley de Movilidad Sostenible tiene que pasar al Senado, darse el visto bueno y volver al Congreso de los Diputados para ser definitivamente aprobada, probablemente, en noviembre como pronto.
Los cambios no tendrán carácter retroactivo
Será a partir de noviembre, por tanto, cuando se abra el plazo comentado de 12 meses para estudiar los posibles cambios y la necesidad de actualizar las etiquetas, por lo que hasta finales de 2026 no habría una resolución que será acordada, tal y como ha apunta ya la Ley de Movilidad Sostenible “en el marco de un grupo de trabajo interministerial del que formen parte el Ministerio del Interior, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, el Ministerio de Industria y Turismo, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa”. Además, se realizará “una consulta a las comunidades autónomas” para conocer su opinión final.
Es decir, a finales de 2026 se sabrá con certeza si se confirma la necesidad de actualización de las etiquetas para, a partir de entonces, iniciarse el proceso para establecer qué cambios se ejecutan y de qué manera. Esto nos llevará a 2027 y, eso sí que de manera ya confirmada, “sin tener carácter retroactivo”, tal y como ha confirmado en los últimos meses Pere Navarro, el director de la DGT. Es decir, ningún coche en circulación y uso perderá su etiqueta o tendrá que cambiarla, sino que el nuevo sistema solo afectará a los coches nuevos que se vayan a vender desde entonces.

Grandes cambios en las etiquetas ECO y Cero Emisiones de la DGT
Conscientes ya de los plazos y de su no afectación a los propietarios de coches actuales, ¿qué supondrá la nueva norma que presumiblemente se aprobará? Según informa hoy eldiario.es, “los cambios podrían privar de la etiqueta 0 Emisiones a los vehículos híbridos enchufables con menos de 90 kilómetros ya de autonomía eléctrica”, cuando esta cifra estaba actualmente en los 40 km, “mientras que los vehículos micro-híbridos, algunos híbridos convencionales y los coches de gas podrían dejar de beneficiarse de la pegatina ECO”.
“La hipotética reforma de la clasificación de la DGT”, continúa esta información, “afectaría básicamente a todos aquellos coches que, como denuncian numerosas organizaciones del sector ambiental, se consideran menos contaminantes de lo que en realidad son, como algunos híbridos enchufables, algunos híbridos convencionales, los micro-híbridos o mild hybrid y los coches de gas, principalmente los que utilizan gas licuado del petróleo (GLP)”.
Eldiario.es asegura también que muchos vehículos híbridos completos, especialmente los de gran tamaño o potencia con emisiones de CO2 por encima de 95 gramos por kilómetros, “podrían perder la etiqueta ECO” también “o recibir otro distintivo menos ventajoso”. El cambio, asegura la información, vendría precisamente motivado por la introducción ya anunciada desde el Gobierno de un nuevo criterio adicional de las emisiones de CO2 en la clasificación.

Respecto a los vehículos de gas, se consideran desde muchas entidades como modelos de combustión interna realmente sin ningún tipo de electrificación, por lo que nunca tendrían que haber tenido derecho a una etiqueta ECO que podrían probablemente perder en los próximos años.
¿Modificaciones también en las etiquetas B y C de la DGT?
De momento, estas son todas las modificaciones contempladas en esta información, aunque hay otras fuentes que incluso apuntan ya a que podría haber también cambios en los vehículos por ejemplo con etiqueta C, que podrían permanecer ya solo para los coches y furgonetas ligeras de gasolina que sigan con la normativa Euro 6d, y a los vehículos diésel Euro 6d-TEMP, e incluso en los de etiqueta B, que correspondería a aquellos vehículos solo ya Euro 4 en gasolina y Euro 6 en diésel. De momento hay que seguir esperando a que concluyan los plazos oficiales para comprobar si, finalmente, se confirman estas modificaciones… o no.