La llegada masiva de fabricantes chinos no hay duda de que ha cambiado el panorama automovilístico en Europa. Marcas como MG, BYD, Omoda o Jaecoo comienzan a tener cada vez más protagonismo, ganando cuota de mercado y asestando un duro golpe a la industria continental, incapaz de competir por precio y tecnología contra firmas que producen en su país de origen con costes mucho menores y que se benefician, además, de subvenciones locales que no existen en Europa.
Ante esta realidad, la Unión Europea decidió actuar el pasado año y, desde finales de 2024, comenzó a aplicar nuevos e inéditos aranceles a los coches eléctricos importados desde China con el objetivo de repercutir positivamente en la industria europea para facilitar la transición ecológica. Solo unos meses después, sin embargo, resulta que los aranceles pueden estar siendo una herramienta contraproducente al estar explotando los automóviles chinos lagunas ocultas en la nueva legislación.
Producción local y venta de nuevos vehículos híbridos
Así, al menos, lo confirma hoy un informe de Dataforce, asegurando que los aranceles impuestos por la UE, que llegan a ser incluso de hasta más del 45% a vehículos eléctricos producidos en China, no están surtiendo el efecto esperado ya que los fabricantes asiáticos están encontrando la manera de eludirlos estableciendo nuevas instalaciones de producción locales en Europa y aumentando la penetración de vehículos híbridos.

Según este análisis, los vehículos híbridos están en una zona relativamente segura para su comercialización en Europa, ya que solo están parcialmente cubiertos por el sistema arancelario de la UE. Combinado este hecho con el que siguen siendo además de los más populares entre los compradores (en España tienen en 2025 una cuota de mercado del 30,6% solo por detrás de la gasolina, con un 33,9%), la realidad es que estos fabricantes asiáticos están impulsando enormemente las importaciones de vehículos híbridos, hasta niveles que marcan ya récords comerciales.
El informe de Dataforce, por ejemplo, revela hoy que BYD ha registrado en Europa hasta 20.000 vehículos híbridos enchufables solo durante la primera mitad del año, más de tres veces el número de modelos PHEV que importó durante todo el pasado 2024. Además, MG ha importado también ya más coches híbridos enchufables entre enero y junio que en todo el pasado año 2024. Lynk & Co también alcanza muchas más transacciones de este tipo de tecnología que nunca.
La importación de vehículos híbridos beneficia a las marcas chinas
Dataforce confirma así que centrar su enfoque comercial en vehículos híbridos beneficia enormemente a las empresas chinas. Cada vehículo eléctrico que BYD vende por ejemplo en Alemania se ve afectado por un arancel base del 10 por ciento y luego por un arancel adicional del 17 por ciento, lo que eleva el total al 27%. Para el Atto 3, el más vendido de la marca, estas tarifas agregan alrededor de 10.000 al coste en el mercado del SUV eléctrico. En comparación, un BYD Seal U híbrido enchufable solo tiene que lidiar con aranceles del 10 por ciento, o el equivalente a 3.999 euros en función a su precio final en los concesionarios.

El impacto es aún más significativo para el grupo SAIC, que vende modelos MG, según este mismo informe. Y es que esta marca tiene que lidiar con los aranceles más altos de la UE, que alcanzan hasta el 45,3% para sus vehículos eléctricos importados. Esto ha provocado que durante los primeros seis meses de año MG haya vendido hasta un 60% menos de vehículos eléctricos en todo el continente, pero habiendo aumentado por el contrario las matriculaciones de todos sus híbridos, con modelos tan interesantes como el superventas ZS, el HS o un nuevo MG 3 que incluso comienza a hacerle competencia a coches de Toyota.
Era cuestión de tiempo que que los fabricantes chinos cambiaran su estrategia
“Era solo cuestión de tiempo antes de que los fabricantes chinos cambiaran su estrategia después de la introducción de los aranceles especiales para aumentar su rentabilidad en Europa” ha asegurado la directora del Centro de Investigación Automotriz en Alemania, Beatrix Keim, en declaraciones al diario Handelsblatt.

Se entiendo con ello, por tanto, que la Comisión Europea es ya consciente de la laguna que están explotando hoy comercialmente las marcas chinas en la UE, pero no parece estar preocupada… por el momento. En cambio, desde Bruselas se mantiene la esperanza de poder resolver las cosas al tener conversaciones con los fabricantes de automóviles en expansión agresiva de China.