Los peajes en las autovías vuelven a ser noticia y me temo que en este caso nada positiva para el bolsillo de los conductores. Pues todo hace indicar que, tras aprobarse el nuevo Reglamento General de Carreteras, que también ha sido publicado oficialmente en el BOE, más la suma de la nueva Ley de Movilidad, han creado un marco legal para poner en funcionamiento este tipo de impuestos en nuestras carreteras.
Esto ya nos da una pista bastante grande de cuándo podrían establecerse estos nuevos peajes. Lo primero que debe suceder es que se apruebe la citada Ley de Movilidad, en la que algunos medios como El Debate publican que podría estar lista a finales de este mismo año o en las primeras fechas del 2026, pues ya fue aprobada por el Congreso y solo falta la correspondiente validación por parte del Senado.

Lo que debemos tener claro es que no serán inmediatos, pues para su puesta en marcha necesitan una preparación de las vías para poder cobrar o vigilar a los vehículos que van a pasar por ellas. Lo que es seguro es que esta medida se había insistentemente pedido desde Bruselas a nuestro Gobierno en numerosas ocasiones y parece que ahora sí se cumplirá. Aunque viendo los precedentes tampoco lo podríamos asegurar al 100%.
Y luego hay otro tema bastante importante que todavía tiene que ser aclarado. La intención del Gobierno ha sido siempre aplicar unos peajes con tarifas diferentes dependiendo de variables como el tipo de vehículo, sus emisiones (probablemente aquí entren en juego las etiquetas), la hora a la que se circula e incluso otros factores como podrían ser la ocupación.

Llegan los peajes dinámicos a España
Y a la lista de arriba incluso se podría unir el factor económico, dejando fuera de estos peajes a las familias con menos recursos. Por el momento, más allá de posibles elucubraciones, en el nuevo Reglamento General de Carreteras ya ha quedado especificado que los únicos vehículos que se librarán de este pago por uso son los oficiales (ambulancias, coches de policía…) y los de los mantenimientos de carreteras.
A estos habría que sumar, como ya te hemos adelantado hace unos días en Autopista, la sugerencia formulada desde la Unión Europea para que queden fuera de estas tarifas (o lo hagan de una forma bonificada con descuentos) tanto los autobuses como los camiones completamente eléctricos y los de hidrógeno, al menos hasta el 30 de junio de 2031.

Los precios de los futuros peajes
Como parece que su llegada es más que inminente, desde Seopan, patronal de empresas constructoras y concesionaras de infraestructuras, ya presentaron hace un tiempo un plan que le podría servir al Gobierno como un ejemplo claro para su aplicación una vez entre en vigor estos cambios aquí comentados.
Desde esta asociación, en la que están compañías conocidas como ACS, Ferrovial, Acciona, Abertis, OHLA, Sacyr, Itínere, Globalvía o Aleática, han remarcado que es necesario aplicar ya estos peajes para poder financiar todas las carreteras de alta capacidad que tenemos en nuestro país, ya que se podrían conseguir 140.000 millones en 25 años, con los que se aseguraría la conservación y se podrían acometer mejoras en términos de seguridad o digitalización.

Lo que proponían desde Seopan era aplicar un peaje de 3 céntimos de euro por cada kilómetro que se recorra, en el caso de que sean vehículos ligeros, subiendo hasta 14 céntimos para los pesados como pueden ser los autobuses y los camiones. Desde la patronal afirman que de esta manera se situarían 3 veces por debajo de las tarifas medias de otros países de la Unión Europea.
Este nuevo plan de peajes en las vías rápidas de nuestro país afectaría a nada menos que 13.674 kilómetros de carreteras, de las cuales el 74% son de titularidad del Gobierno, mientras que el 26% restante son de la Comunidades Autónomas, y choca un poco con las últimas actuaciones del Ejecutivo en el que han eliminado este tipo de peajes en localizaciones como la AP-1, la AP-2 o distintos tramos de la AP-7.