Ya no cabe duda: estadísticamente, algunos coches de Tesla resultan ya hoy mucho más problemáticos durante las inspecciones técnicas de vehículos, en las ITV, que otros vehículos eléctricos similares que se venden en el mercado. Los resultados de las últimas pruebas obligatorias realizadas en Alemania revelan una preocupante situación de seguridad. Así de contundentes son los informes de análisis.
El Tesla Model Y, último entre los vehículos con hasta 3 años de antigüedad
Si bien el estado técnico de todo el parque automovilístico muestra una clara tendencia negativa y la tasa de defectos aumenta a medida que lo hace también la electrónica de los coches y se introducen nuevas pruebas más exigentes en las ITV, los últimos resultados del Tesla Model Y son especialmente llamativos. Este vehículo eléctrico ocupa el último lugar en la categoría de vehículos con una antigüedad de dos a tres años… y da la casualidad que encima es de los más vendidos en toda Europa.
Ya se venía hablando en los últimos años de defectos registrados también en el Tesla Model 3, un coche técnicamente muy similar al Model Y, y que, a largo plazo, dejaba entrever una calidad a menudo inconsistente, y con notables problemas frecuentes defectos. Y las nuevas cifras del Model Y, considerado un pariente del Model 3 con un portón trasero grande, confirman ahora algunas de estas muchas preocupaciones que ya teníamos sobre la berlina media.
Su tasa de defectos registrados es de más del 17 por ciento
El Tesla Model Y ocupa así, como ya hemos avanzado, el último lugar en la clasificación de la Asociación TÜV en Alemania sobre 110 vehículos analizados con entre dos y tres años de antigüedad. Con una tasa de defectos del 17,3% en cuanto a defectos graves o peligrosos que requieren reparación inmediata y una re-inspección en un plazo de cuatro semanas, el SUV ha obtenido una puntuación no vista hasta ahora nunca en este grupo de edad en los últimos diez años.
En comparación, el Tesla Model 3, técnicamente similar, se sitúa solo dos puestos por encima con una tasa de defectos del 13,1%. La berlina, no obstante, ya había ocupado el último lugar en la clasificación de vehículos de entre dos y tres años de antigüedad en estos mismos informes anuales los dos años anteriores. Otros vehículos eléctricos incluidos en la evaluación han sido el l Mini Cooper SE (con una tasa de solo el 3,5%), el Audi Q4 e-tron (4%) y el Fiat e-500 (4,2%): todos obtuvieron muy buenos resultados, situándose entre los mejores del mercado en fiabilidad.
Ejes, frenos, luces… Los defectos ya conocidos en Tesla
Los expertos de TÜV han detectado defectos en el Tesla Model Y, principalmente en la suspensión del eje, los discos de freno y las luces. Estos problemas también afectan en gran medida al Model 3.
Los problemas con el desgaste de los componentes de la suspensión en los vehículos eléctricos se deben en parte al elevado peso de la batería, si bien los casquillos correspondientes en muchos vehículos eléctricos se han adaptado desde hace tiempo para soportar estas mayores exigencias. Un problema crítico, exclusivo de los coches de Tesla de gama media, reside en el eje delantero. Los brazos de control superiores, con un diseño deficiente y rótulas con protección inadecuada, reciben constantemente salpicaduras del desagüe del parabrisas. El agua no puede evacuar y provoca inevitablemente corrosión en la rótula. El diseño es idéntico en el Model 3 y el Model Y.
Los defectos en los discos de freno también son comunes en los coches eléctricos: debido al potente efecto de frenado regenerativo, los frenos de las ruedas solo se aplican durante fuertes deceleraciones. Por lo tanto, la inevitable corrosión superficial es difícil de eliminar. “Esto puede provocar defectos en los discos de freno y existe el riesgo de una menor eficacia de frenado”, ha confirmado el Dr. Joachim Bühler, director general de la Asociación Alemana para la Inspección Técnica (TÜV).
Por consiguiente, los conductores de coches eléctricos deben frenar con atención y regularidad. Además de los defectos en los ejes y los frenos, el Tesla Model Y también presenta un número particularmente elevado de fallos en las luces durante sus inspecciones técnicas obligatorias.
Un kilometraje superior a la media compensa deficiencias de mantenimiento
Aunque la tasa de defectos es decepcionante, el Tesla Model Y suele demostrar su idoneidad para la conducción de larga distancia en el uso diario. Con 55.000 kilómetros en el odómetro de media, este SUV presenta un kilometraje superior a la media en su primera inspección técnica obligatoria. El Dr. Bühler asegura que los vehículos Tesla demuestran por el contrario “que los coches eléctricos son totalmente aptos para la conducción de larga distancia”.
No obstante, señaló que los coches de Tesla resultaron decepcionantes en la evaluación y que otros vehículos con kilometrajes similares o incluso superiores tuvieron un rendimiento significativamente mejor.
El problema de mantenimiento en los coches de Tesla
Además de los defectos de diseño, las deficiencias en el servicio y el mantenimiento también se consideran una causa de los malos resultados de Tesla. Dado que la compañía norteamericana promueve un concepto de mantenimiento prácticamente nulo, no existen intervalos de inspección prescritos. Quienes conducen sin realizar ningún mantenimiento suelen pasar por alto elementos imprescindibles como el desgaste de la suspensión o el mal funcionamiento de los frenos.
A la luz de estos hallazgos, la Asociación Alemana para la Inspección Técnica (TÜV) solicita una modernización de las pruebas obligatorias en Europa para hacer mayor hincapié en la seguridad de los vehículos eléctricos, incluyendo test y análisis más exhaustivas de los sistemas de alto voltaje y una evaluación estandarizada del estado de la batería.









