La decisión final sobre la aplicación o no de una de las medidas más importantes relacionadas con el automóvil en las últimas décadas, ya acordada previamente en el Parlamento pero en eterna discusión, se está cociendo a un fuego más lento de lo esperado. Nadie quiere comprometer los planes climáticos aprobados, pero, al mismo tiempo, todos los estamentos son conscientes de que la prohibición de venta de los coches de combustión en 2035 es una iniciativa para la que ni la industria, ni los consumidores, están preparados.
Por ello, entre enormes tensiones entre bloques políticos, con Alemania e Italia presionando para su eliminación, y España y Francia aconsejando que se cumplan los acuerdos, desde la Comisión Europea siguen trabajando en una normativa final que pueda dejar relativamente satisfechos a todas las partes. No parece sencilla, pero ya está en desarrollo y no tardará en comunicarse.
La Comisión Europea ya considera todos los avances tecnológicos para su decisión
De hecho, la fecha estimada inicialmente desde la Comisión Europea para comunicar la gran decisión final era el próximo día 10 de diciembre, pero parece que se va a aplazar. Tal y como te contamos ayer, el periódico alemán Handelsblatt ha adelantado que podría haber ya un retraso y que todo sugiere que la UE finalmente permitirá que se sigan vendiendo vehículos térmicos más allá de 2035, con la condición de que se alimenten por combustibles sintéticos, e-fuels o biocombustibles.
Así lo habría ya confirmado el propio comisario de Transporte, Apostolos Tzitzikostas, asegurando que, “aunque seguimos trabajando arduamente para estar listos para el 10 de diciembre, existe la posibilidad de que nos retrasemos un poco. Hay buenas razones para ello”. El propio responsable comunitaria ha subrayado que la Comisión Europea se encuentra a estas horas considerando “todos los avances tecnológicos” y “abierta a todas las tecnologías”.
Tzitzikostas ha subrayado la importancia de mantener una buena estabilidad económica en Europa, confirmando sobre todo que “debemos tener cuidado de no comprometer nuestra competitividad y, al mismo tiempo, ayudar a la industria europea a mantener su ventaja tecnológica”, lo que sugiere ya que habrá retraso en la decisión y que, más que probablemente, supondrá una flexibilización en la normativa.
El anuncio podría producirse ya en enero: la Comisión trabaja "muy duro"
Nuevas informaciones apuntadas desde La Tribuna de la Automoción, citando fuentes del sector, aseguran hoy además que la decisión final podría incluso “retrasarse hasta enero” y se presentaría junto a un paquete de medidas de apoyo al sector, incluyendo posiblemente nuevos objetivos de CO2 para 2030 y 2035. La agencia Reuters también informa de un posible retraso de “semanas”, subrayando que la Comisión Europea está trabajando “muy duro” en las nuevas propuestas.
De confirmarse este revisión de la prohibición de venta de los coches de combustión, Europa iría en la misma línea de flexibilización de las normativas medioambientales ya confirmadas por Estados Unidos, donde hoy mismo, tal y como te hemos contado esta mañana, el Gobierno de Donald Trump tiene previsto seguir ampliando, rebajando en este caso los compromisos y objetivo de consumo de combustibles de los automóviles, fijados por la anterior Administración de Joe Biden.









