Una de las marcas que apostó fuerte por los eléctricos en Europa fue Ford. La compañía americana prescindió de modelos de éxito como el Fiesta, al que se unirá pronto el Focus, con el fin de dar más protagonismo a los nuevos SUV Explorer y Capri. Pero las ventas no están siendo las esperadas y desde el fabricante ya han avisado los primeros recortes de personal que llegarán en breve.
En concreto, se habla de que reducirán la plantilla de su fábrica en Colonia, en donde se ensamblan los dos modelos antes mencionados, en nada menos que 1.000 personas antes de que acabe este año. Si tenemos en cuenta que el año pasado ya informaron su intención de quitar 2.900 puestos de trabajo para finales de 2027, según Auto Motor und Sport la plantilla total se quedaría en unas 7.600 personas, cuando en 2010 trabajaban allí 20.000.

Por lo que han informado desde Europa Press, desde Ford quieren conseguir esa reducción recurriendo a bajas voluntarias. Para ello se ofrecerán indemnizaciones por despido y una jubilación parcial a los empleados. Desde la compañía lo justifican comentado que “somos conscientes del impacto en nuestros empleados y nos comprometemos a brindar el mejor apoyo posible a los afectados”. En caso de que con esta fórmula no se llegue al objetivo marcado, desde la dirección no descartan tener que realizar despidos forzosos en las próximas fechas.
El motivo de los despidos
Lo que han dejado claro desde Ford es que estos despidos vienen forzados por la baja demanda de coches eléctricos, significativamente inferiores a las previsiones que se tenían en el sector. Aquí en España se han matriculado en lo que va de año 401 unidades del Explorer (crece un 254,87% respecto al mismo periodo de 2024) y 248 del Capri. Aunque también se pone el foco en el pobre despliegue de la infraestructura de carga y en que en algunos países se han retirado las ayudas gubernamentales para la adquisición de este tipo de vehículos.

Hay que recordar que desde Ford han adaptado en los últimos años a la planta de Colonia para poder adaptarse a la producción de vehículos eléctricos, con unas inversiones cercanas a los dos mil millones de euros. Si se cumple la reducción de empleo y que a partir de enero solo hay un solo turno, estas instalaciones diseñadas para ofrecer una alta capacidad reducirán los costes fijos eventualmente.
Por este motivo, varios analistas del sector que recogen en AMS indican que la situación en la que se encuentra Ford en Europa es crítica. Por ejemplo, el economista Stefan Bratzel ha afirmado que la firma americana ha fallado en el mercado europeo con sus productos eléctricos y debería plantearse lanzar rápidamente modelos más económicos.

Todas estas medidas, por ahora, no tendrán efecto en la planta española de Almussafes. En la instalación valenciana se dedican los mayores esfuerzos en la fabricación del Kuga, que por ahora no cuenta con motorizaciones eléctricas, y la idea es que en los próximos años llegue un segundo que también tendría una plataforma multienergía.