El Duster es un modelo clave en la reciente historia de Dacia. Un SUV B del que se vendieron más de 12.000 unidades en España en 2023 y se asienta sobre unos claros pilares, con el precio como mejor carta de presentación, aunque una vez que profundizas te das cuenta de inmediato que ofrece mucho más que una tarifa llamativa. De ahí que el lanzamiento del nuevo Duster, que llega a la tercera generación, sea uno de los puntos de paso obligados en el carnet de ruta de la nueva Dacia.
En este caso, casi 14 años después del lanzamiento de la primera serie, se estrena la tercera generación Dacia Duster, con un cambio radical en diseño, realización técnica, grupos motopropulsores, equipamiento y asistentes a la conducción que le permite lucir el título de «El mejor Duster jamás fabricado». Eso sí, como ya se anunció, no habrá versiones Diesel —consecuencia directa de los tiempos actuales y de ser fabricado a partir de la plataforma CMF-B— y su espacio pretenden cubrirlo con dos propuestas Eco: el microhibridado TCe de 130 CV y el Full Hubrid de 140.

Un SUV ya siempre con etiqueta ECO
En el Duster Dacia apuesta por las tres formas más clásicas de alcanzar la etiqueta ECO, y lo hace usando tres bloques de motor y tres tecnologías diferentes destinadas a públicos complementarios. La primera, que también hace posible anunciar un precio de salida por debajo de los 20.000 euros es la Eco-G, una propuesta bifuel capaz de ser alimentada por gasolina y gas licuado que apuesta por la economía de uso y una autonomía máxima combinada «de las de antes», por encima de los 1.000 km antes que por las prestaciones. De hecho, los 100 CV que anuncia usando GLP no son excesivos, aunque sí superan a los 91 que rendiría en el mejor de los casos usando gasolina.
El extremo opuesto viene dado por la versión Hybrid 140. Es compartida con propuestas como el Clio o el Captur y cuenta con un bloque motor de 1,6 litros que se ve asistido por sendos propulsores eléctrico, uno encargado de alimentar la batería —1,2 kWh— y llenar los vacíos en los saltos de marcha y el otro con potencial de empuje individualmente o asociado al motor térmico. Juntos alcanzan los 140 CV y roza los 5 l/100 km de consumo, suponiendo una clara ventaja respecto del Eco-G siempre y cuando el precio no sea el factor determinante. Para los aficionados a los datos, Renault afirma que puede funcionar hasta un 80% del tiempo en ciudad en modo eléctrico y que puede permitir un ahorro de combustible de hasta un 40% en ciclo urbano y un 20% en el combinado.

En el centro de ambos, la gran novedad, una propuesta de tres cilindros turbo de 1,2 litros que se emplea por primera vez en Dacia y que los aficionados reconocerán como el elemento térmico de los Renault Austral E-Tech. Se asocia siempre a un cambio manual se seis relaciones y está disponible en versión de dos y cuatro ruedas motrices, protagonista del recuadro que acompaña a este artículo. Es un motor de razonable empuje, con 130 CV de potencia máxima no exento de empuje, especialmente entre las 4.000 y las 5.500 rpm, que vibra poco y podría llegar a rivalizar en consumos con el híbrido, aunque poniendo mucho de parte del conductor a igualdad de ritmo de marcha.
Fondo y forma del nuevo SUV
Es merecedor del título nuevo Duster, como sugieren su diseño: nuevo, poderoso, de gran impresión SUV, con proporciones semejantes a sus predecesores, a los que Dacia afirma aventajar en aprovechamiento del espacio interior y protecciones plásticas de menor impacto ambiental y fabricadas algunas de ellas con proporción de materiales reciclados. También es nuevo el diseño interior, con un salpicadero poderoso, alto y plano y un puesto de mando muy orientado al conductor.

Como es de rigor, no le faltan ayudas a la conducción, bastante conservadoras aunque configurables en su actuación a partir de un botón de acceso directo, ni tecnología de conectividad, con los indispensables Android Auto y Apple Carplay. Son los elementos más visibles de un automóvil que ha mejorado en clave de refinamiento, de percepción de calidad y de aislamiento interior, con una notable mejora en cuanto a la rodadura según nos pareció apreciar en la toma de contacto. Queda por comprobar si esa excelente impresión inicial es justificada y pasa con holgura la prueba del metro, de la célula fotoeléctrica y de los pasos por la gasolinera. De momento me atrevo a decir que es un coche que me ha gustado, que mantiene la esencia de lo que es y debe ser un Dacia y que sabes donde y cuando pueden aparecer sus límites. Sin duda, va a más.
Y también es un Off roader de Pro
No podía ser de otro modo. En Dacia saben de la importancia de las versiones 4x4 en la familia Duster y han obrado en consecuencia desarrollando una variante con la que atender a flotas, a particulares de zonas rurales y aventureros del día a día. Cuenta con el motor TCe de 130 CV y cambio manual de seis relaciones a la que han asociado una transmisión inteligente muy eficaz, con potencial para desviar hasta el 50% del par a las ruedas traseras y cinco modos de conducción (Auto, Snow, Mud/Sand, Off Road y Eco).

Éstos modifican el reparto de par entre ambos ejes, modulan la gestión del motor —incluyendo un aumento del régimen de giro para poder subir pendientes prácticamente al ralentí— y la actuación de los controles de tracción y estabilidad, consiguiendo una motricidad muy destacada en todo entorno. Se complementa con un control electrónico de velocidad de descenso accionable en cada una de las relaciones del cambio, incluida la marcha atrás, que mantendría la velocidad controlada desde parado hasta 30 km/h evitando tener que usar el freno en descensos. Estos sistemas electrónicos se complementan con elementos físicos como los neumáticos todo tiempo de motricidad extendida y unos datos todo terreno bastante favorables, con una altura libre de 217 mm, y ángulos de ataque y salida de 31º, 36º: cifras todas ellas asimilables a un todo terreno «de verdad».
Nuestra opinión: Verosímil
En definitiva, ni aspiraciones pretenciosas ni falsas imágenes. El Duster es uno de esos coches que es lo que transmite y en este caso ha mejorado en eficiencia, en agrado de uso y equipamiento sin perder un ápice de su esencia, empezando por un precio de primera, arrancando por debajo de los 20.000 euros. Si alguien da más por menos, yo no lo conozco.