Todos hemos sufrido últimamente el incremento de precio de los coches nuevos, lo que ha provocado que el mercado de segunda mano se dispare. Y no solo eso, sino que los modelos de acceso, los pequeños y más baratos, han ido desapareciendo motivados por las normativas contaminantes y sus multas hacia los fabricantes que hacían que su precio ya no fuese para nada atractivo ya que era difícil repercutir en coches de poco coste las tecnologías que se necesitan para cumplir las normas.
Por eso creo que Citroën ha dado en la diana al hacerse eco de las necesidades del mercado. Vender un coche nuevo, pero a buen precio y con soluciones prácticas, sin el más mínimo lujo. La austeridad a veces puede ser bella y eso es lo que le sucede al nuevo C3. Parte de una plataforma llamada Smart Car que se ha desarrollado precisamente para abaratar costes y poder hacer frente a la competencia China pero fabricando en Europa. Este coche se construye en Eslovaquia.

Un coche de 4 metros, pero práctico, espacioso y convincente
Con esta plataforma no solo puedes ofrecer versiones 100% eléctrica, como es el e-C3, sino puros combustión como la versión que probamos hoy o también hibridadas como la versión que llegará el año que viene. Con esta plataforma se monta una carrocería que permite elevar algo más del suelo y su aspecto es más SUV que sus predecesores.
Esto permite una habitabilidad de primer orden. Desde luego sorprende lo desahogado del habitáculo para ser un coche de 4 metros de largo. El espacio en las plazas traseras tanto para piernas como para cabeza es de lo mejor de la categoría, por no decir el mejor. Yo que mido 1,90 metros entro perfectamente. El maletero de 310 litros no es lo mejor, pero es muy cuadrado y aprovechable.
La sensación desde que entras es de austeridad, pero en su justa medida, porque se nota el buen acabado de un producto fabricado en Europa. Hay bastante plástico duro, sobre todo en puertas, pero el salpicadero en su parte inferior sí que lo han revestido de un tejido bastante sufrido pero agradable. No hay lujos, pero las teclas necesarias debajo de los aireadores centrales para manejar la climatización.

Y todo debajo de la pantalla táctil de infoentretenimiento de 10,25 pulgadas. Esto es para el acabado más alto, el Max, pero hay uno de acceso denominado You que sí que resulta quizás demasiado austero y pobre, pero es el que permite ofrecer un precio base de 14.900 euros. La verdad es que lo recomendable es optar por el más alto de gama, ya que el precio se queda justo por debajo de los 20.000 euros, pero ya tiene un equipamiento mínimo más que razonable, como la climatización, la pantalla táctil para manejar navegador y equipo de sonido o las llantas de 17” que son necesarias para sacar más partido al chasis. No hay opciones, se trata de hacer una oferta sencilla y clara, hasta el punto de que no habrá ofertas en los concesionarios: todos los C3 en todos los lados costarán lo mismo.
Para terminar con la sensación del interior, hay que decir que el conductor se encuentra con un coche de otra época en el momento que hay que meter una llave clásica en un bombín para arrancar. A ello se suma que tenemos una palanca de freno de mano de verdad, o sea, de mano. Y para completar el cambio es manual de seis relaciones. La instrumentación por su parte está incrustada en una franja alta, por encima del volante , simulando un head up display, con información muy sencilla, con la velocidad presidiendo y a un lado el control de los consumos y temperatura de agua. La verdad es que no se necesita mucho más, aunque quizás las revoluciones del motor no estarían de más. Ya que cuando estamos en marcha nos tenemos que regir por nuestra intuición y el sonido del motor. Aunque sale en la instrumentación una señal recomendándonos subir o bajar de marcha.

Motor y chasis del nuevo Citroën C3 Turbo 100
Y es que el motor se deja notar mucho dentro del habitáculo. Es un tricilíndrico turbo que vibra mucho y no está muy insonorizado. Pero no es desagradable, una vez que te acostumbras el motor no molesta. El volante está bajo, achatado, pequeño, pero me encanta, un poco al estilo de los i-Cockpit de sus hermanos de Peugeot. La postura es un poco estilo SUV: alta, nada que ver con anteriores C3 de posiciones bajas tipo turismo. La dirección está muy bien servoasistida, y no por ser ligera, sino porque transmite mucho tacto y aplomo en línea recta.
Y es que el chasis creo que es lo mejor del coche. La suspensión con los topes hidráulicos de la amortiguación es lo mejor del coche. Sin duda ofrece un confort de marcha encomiable, bachea como coches de más alto rango y su estabilidad es muy buena. Llevado al límite el chasis, evidentemente demuestra que sus cotas y esquema es de un coche básico, diseñado para no dar problemas. Es muy subvirador y la zaga no te ayuda en nada. Típico de los coches con caída negativa que incluso bajo cambio de carga siguen subvirando. Estamos hablando llevados al límite, porque en una conducción normal, nunca detectarás nada de todo eso. Simplemente que el coche va bien guiado y la suspensión es muy confortable pero sin ser blanda o inestable. Su estabilidad es fantástica. Eso sí, con las llantas de 17” que monta las versiones de acabado Max, porque el básico You cuenta con 16” y probablemente no tenga el mismo nivel de estabilidad.

El motor es un turbo que no destaca en nada pero cumple en todo. Le falta un poco de bajos y no conviene dejarlo caer demasiado de vueltas. Pero como no tenemos cuentarrevoluciones lo tenemos que hacer por sensaciones cuando damos gas y no responde. El cambio es por ello que resulta un tanto largo de desarrollos, pero hay que reconocer que su manejo es muy bueno, con recorridos de palanca largos pero muy precisos, por lo que no te importa cambiar todas las veces que sean necesarios. No es un coche por tanto que puedas meter la 6ª y olvidarte. Todas las marchas se le quedan largas y la 6ª más incluso. Viene bien para llanear y lograr consumos bajos.
Es un coche muy ligero y se nota en sus bajos consumos
Y es que la verdad que con este motor, el C3 logra consumos medios en carretera a ritmos moderados en torno a los 5,5 litros/100 km, lo cual no está nada mal cuando con híbridos más sofisticados y caros puedes optar a lograr consumos de 4,5 litros/100 km. Y es que en este caso, el C3 se beneficia de otra virtud: su bajo peso. Apenas 1.200 kg es una cifra que hacía tiempo no veíamos en la báscula. Y es que la ligereza es una virtud que aprecio cada día más. Y la simpleza también.
Por eso el C3 es un coche que me ha gustado mucho. Y el precio todavía más. Su valor/precio me parece muy bueno y nos permite optar a un coche sin tener que hipotecarnos. La versión básica de acceso que es la que llama la atención quizás sea hasta demasiado austera, pero el que no le importe manejar el infoentretenimeinto desde su móvil y prescindir de la climatización o la cámara de visión trasera pues puede optar a un coche excelente.

Para mí el mínimo es el Max ya con llantas de aleación diamantadas Atacamite de 17", pintura bitono con techo en blanco o negro barras de techo en negro brillante y lunas y luneta traseras sobretintadas, navegación conectada en pantalla táctil 10,25", carga inalámbrica para smartphones, asientos Citroën Advanced Comfort, retrovisores exteriores térmicos abatibles eléctricamente, volante tapizado, banqueta trasera fraccionable 2/3-1/3, luces traseras LED 3D, climatización automática y cámara de visión trasera. Por cierto, los asientos son confortables, pero no sujetan nada lateralmente. Pero como tampoco es un coche para correr e ir al límite en una carretera de curvas, pues tampoco es un gran defecto. El motor no te permite correr mucho, pero el chasis aguanta bastante bien, incluso por frenos, que llevando tambores detrás no se agotan gracias a su poco peso.
Nuestra opinión: un coche simple pero completo
Hacía tiempo que no me montaba en un coche tan básico, pero me ha gustado mucho y creo que tiene lo que se necesita y punto. El básico You quizás sea demasiado pobre, pero el acabado Max tiene más que de sobra. Su motor tricilíndrico es muy voluntarioso y su cambio preciso. Y me quedo con un chasis fantástico que te hace la vida muy agradable.