La apuesta de Renault por los coches eléctricos es evidente y su tradición de muchos años se deja notar con sus últimos productos. Cada modelo nuevo que lanza es mucho mejor y se coloca al frente del mercado. Es lo que ha pasado con el Scenic, que fruto de sus excelentes cualidades le llevó a ser galardonado con el prestigioso premio de Car of the Year 2024 en el que AUTOPISTA es revista organizadora.
Pues el último producto es la moderna reinterpretación del R5, que, por supuesto, es completamente eléctrico. Lo primero que llama la atención es su diseño, que recuerda a su antecesor, pero dejando claro su mirada al futuro. Pero recoge un estilo “pop” que se evidencia en sus cinco (cómo no) colores, donde dos son el amarillo pop y el verde pop. Aunque es de destacar como han conservado esa característica luneta trasera muy vertical a 50º o unos pasos de rueda que, siendo circulares, ofrecen una estructura de los arcos con la forma identificativa de los R5 de la época. Eso sí, esos pasos envuelven unas ruedas de 18”, algo que los originales R5 no podrían ni soñar.

El nuevo Renault 5 tiene unas dimensiones perfectas
Sin duda es todo un acierto tanto que sus dimensiones parecen mayores que las reales. Mide poco menos de los 4 metros y se sitúa a caballo entre lo que sería un Twingo (30 cm más corto) y un Clio (13 cm más largo). Mientras la batalla de 2,54 metros es solo 4 cm más corta que la de un Clio, lo que junto a sus ruedas en las esquinas, con cortos voladizos, buena anchura de vías (1,55 m delante y 1,53 m detrás) y la buena ubicación de las baterías, permite una habitabilidad interior superior a lo que cabría esperar de un coche de este tamaño y segmento.
A sus mandos te encuentras el volante conocido de otros eléctricos de la marca, con los satélites a la derecha como el cambio de marchas que se puede incluso personalizar. La pantalla central es la que se manifiesta de forma horizontal sobre el salpicadero con 10,1” (7” en la versión de acceso) y está orientada al conductor. Delante hay otra pantalla con información de conducción. Este estilo de pantalla horizontal difiere de las pantallas más grandes y de colocación vertical en el centro del salpicadero de otros eléctricos tipo Scenic, pero que en este caso permite liberar espacio y dejar los aireadores centrales más grandes y unos botones debajo con diferentes funciones de fácil acceso y manejo. La verdad es que la consola central se queda muy liberada y limpia, lo cual deja más protagonismo a la zona del salpicadero del pasajero que sí que nos ofrece la nostalgia de una forma abultada y acolchada como sus ancestros.

Siéntate y siéntete reciclado
Otro aspecto a destacar es que los asientos se inspiran en el diseño del mítico R5 Turbo. En la versión iconic Cinq estos asientos presentan un tejido gris acentuado con amarillo moteado en la “H” mientras luce un gran “5” también en este color. La tapicería también está fabricada con tejido 100% reciclado. Y es que el nuevo R5 está fabricado en un 19,4% de materiales reciclados, en un 26,4% de materiales procedentes de economía circular, los tejidos 100% reciclados de botellas de plástico y, también importante, el coche es reciclable al 88,6%. Si a esto unimos que se fabrica en la fábrica de Douai, el motor en la de Cléon, el paquete de baterías en la de Ruitz, las baterías propiamente dichas en la de Douai, y que el 75% de los proveedores se encuentran a menos de 300 km de este conjunto de fábricas (Electricity) y que el 75% de los clientes del coche están a menos de 1.000 km de este núcleo, pues nos encontramos con un coche que disminuye muy mucho la huella de carbono en todo el proceso.
De buena habitabilidad para su tamaño, podemos destacar como su maletero anuncia 326 litros (más 27 litros en un hueco delante), lo que no es mucho menos que la de un Clio de mayor longitud y casi el doble que la de un Twingo que poco menos de longitud. Sin duda el milagro que desarrolla Renault con la colocación de baterías y motor eléctrico como ya nos demostró con el Scenic. Y como en este, destaca sobre todo por su altura, con un plano de carga bajo.

Poco peso en baterías y gran autonomía
Las baterías del R5 E-Tech eléctrico pesan unos 300 kg, o lo que es lo mismo, 30 kg menos que las de un Zoe, lo que demuestra como está evolucionando este mundo. En su lanzamiento, solo se ofrece el motor de 110 kW (150 CV) asociado a la batería de 52 kWh y es de Níquel Manganeso Cobalto. Con esta capacidad, el R5 anuncia 410 km de autonomía. Y es que anuncia un consumo medio de 14,9 kWh/100 km que estoy seguro se podrá reducir en nuestros recorridos de consumos ya que pesa 1.449 kg y su referente Scenic, mucho más grande y pesado, logra en nuestras manos consumos por debajo de los 145 kwh/100 km muy fácilmente. Más adelante habrá versiones de 95 y 122 CV con baterías de 40 kWh. Destacar la utilización de una bomba de calor que garantiza el confort térmico en el habitáculo ahorrando toda la energía posible de la batería.
En cuanto al cargador de a bordo viene de serie con el de 11 kW, más que de sobra para lograr cargas de 10-100% en 4 horas y media. Y en continua es de 100 kW máximo, lo que consigue recargas del 15-80% en 30 minutos. Y para completar sus prestaciones dinámicas, apuntar una velocidad punta de 150 km/h, además de una aceleración de 0 a 100 km/h de 8 segundos, o el kilómetro saliendo de parado en 31,4 segundos.

Un motor optimizado para el nuevo Renault 5
Sin duda son cifras muy lógicas y muy por debajo de lo que ofrece el chasis, donde se ha optado por aprovechar la experiencia del Megane E-Tech. Es decir, el motor es derivado de ese modelo pero con 15 kg menos y la longitud de su rotor ha disminuido 3 cm para poder encontrar espacio bajo el capó un coche mucho más corto. Siguiendo con la optimización del espacio, en el cargador se han integrado el convertidor AC/DC que transforma los 400 V de la batería en 12 V y la caja de accesorios que controla la distribución de la corriente. Este nuevo grupo motopropulsor pesa solo 105 kg, cargador incluido. Por supuesto es un tracción delantera, donde se heredan las suspensiones del citado Megane, con la arquitectura trasera tipo multibrazo. Es un coche equilibrado en todos los sentidos, con la potencia justa, el reprís necesario, el consumo frugal y una estabilidad por encima de la media del segmento. Y un apunte: se empieza a dejar notar un peso más moderado que los primeros eléctricos lo que contribuye a un mejor comportamiento.
Los precios del nuevo R5 indican que ya se empiezan a ajustar
Falta por comentar el precio. Solo hay de momento la versión más potente de 150 CV que en su versión Techno cuesta 31.584 euros (33.504 euros el Iconic Cinq). Es un precio que entra en directa competencia con gallos que entrarán en el mercado como el Kia EV3 (más grande, capaz y potente), pero que con las versiones que llegarán próximamente de menos caballos y batería pequeña permitirá un precio más competitivo con rivales más directos como el Citroën C3 o el Dacia Spring.

Todas las versiones vienen con llantas de 18" de serie, todas cuentan con una pantalla central de 10,1", acceso y arranque manos libres, compatibilidad inalámbrica con smartphones Android Auto y Apple CarPlay, freno de mano eléctrico y faros 100% LED con cambio automático de luces cortas/largas.
El acabado Techno ofrece llantas de aleación de serie, una pantalla de instrumentos de 10'', ajustes multi-sense, cámara de marcha atrás, sistema multimedia openR Link con Google integrado, cargador por inducción para smartphone, indicador luminoso de carga en el capó y la función “auto-hold” para estabilizar el vehículo cuando, estando parado, el conductor suelta el pedal del freno. A esto el acabado Iconic Cinq añade pintura bitono, asientos y volante calefactables (3 niveles), parking con manos libres, sensores de obstáculos delanteros, traseros y laterales, así como numerosas características de diseño. Y es que conviene destacar que nada menos que 200 combinaciones estarán disponibles en el lanzamiento del vehículo para permitir a los clientes crear su coche personalizado.