La planta prevista por VW para la producción del modelo Trinity, en el distrito de Warmenau (Wolfsburgo), podría no llevarse a cabo finalmente. Oliver Blume, Consejero Delegado de VW AG, y Thomas Schäfer, Director General de Volkswagen, tienen que seguir reorganizando los calendarios de los diferentes modelos y lanzamientos. Y la razón es de peso: se ha retrasado la arquitectura electrónica de la nueva plataforma SSP en la que se basa el modelo Trinity (Scalable Systems Platform), técnicamente equivalente a la PPE de Audi en la que se unifica una misma arquitectura para modelos de diferente categoría o tamaño.
Tanto el VW Golf como el Tiguan tendrán versiones eléctricas puente entre la familia ID.
El primer modelo de esta nueva familia, anunciado con capacidades autónomas y autonomías de gran alcance no estará listo hasta 2028, y en primera instancia ya no será una berlina, sino un SUV. Con miras ahora en nuevos horizontes, entre ellos, rehacer el VW ID.3 más a gusto del cliente mejorando calidades, arquitectura eléctrica y software, la construcción de una nueva planta en Warmenau, parece quedar en un segundo plano.

Para compensar los retrasos de la nueva arquitectura, VW planea modernizar su kit modular MEB para convertirlo en MEB+ y rescatar algunos de los sus nombres más poderosos en el mundo de los coches eléctricos. Uno de ellos será el Golf, el otro, el Tiguan, pero VW tampoco quiere dejar morir otras denominaciones como el Polo. El primero lo hará en su novena generación, posterior a una actualización aún pendiente —llamémosle VW Golf 8.5— siendo un modelo puente entre los futuros ID.2 y el ID.3. El VW Tiguan lo hará en la tercera generación, aunque en este caso, compartiendo gama con motorizaciones de combustión.
La tercera generación del Tiguan compartirá versiones de combustión con una variante eléctrica
La tercera generación del Tiguan está previsto para 2024 en sus dos carrocerías, normal y Allspace con capacidad para siete pasajeros. El VW Tiguan eléctrico lo hará en 2026, un año más tarde, y si la primera incógnita podría ser qué esqueleto usará la marca para este modelo, aunque con el e-Golf, VW demostró que MQB podría ser compatible para hacer un vehículo mixto en cuanto a sistemas de propulsión, cuando se rumorean objetivos de autonomía de hasta 700 km, parece claro que este futuro Tiguan Eléctrico está hecho con base MEB, tal vez, sólo con versiones de tracción a las cuatro ruedas para evitar distinciones estructurales. Aquí, por tanto, habrá mucho contenido técnico derivado del ID.7, sobre todo en cuanto software, mejoradas velocidades de carga y también conectividad y multimedia, porque los Tiguan de nueva generación también estandarizarán la nueva pantalla XL de 15 pulgadas que estrenará la berlina eléctrica, mejorada en cuanto a estructura de menús, rapidez, etc.

En la gama del Tiguan de tercera generación convivirán, por tanto, motorizaciones de combustión con la citada versión eléctrica. En cuanto a los primeros, es más que probable que toda la oferta gire en torno a motorizaciones de gasolina, sean microhíbridas con tecnología de 48 voltios o híbridos enchufables. Entre las versiones térmicas, ya parece claro que el motor 1.5 eTSi de 150 CV será el epicentro de la oferta. Los híbridos enchufables probablemente se desdoblen en dos niveles de potencia, uno con apellido R-Line y enfoque más deportivo. Es probable que se mantengan los niveles de rendimiento del actual sistema usado por VW, con una versión en el entorno de los 200 CV y la superior con alrededor de 250 CV, aunque el actual sistema debería evolucionar en varias áreas. Uno de ellos, ya confirmado, es el uso de baterías con nuevas características que deberían asegurar autonomías eléctricas cercanas a cien kilómetros.
Los primeros prototipos ya están en fase de pruebas, incluso en versión eléctrica. Será un SUV algo mayor que la generación actual cuya estética será un cruce de caminos entre clásica línea de los VW tradicionales y la familia ID.