Tengo que reconocer que la tercera generación del Peugeot 308 me impresionó mucho por su diseño, más si cabe en un segmento de los compactos que como todos sabemos está un poco en descenso. Cuatro años después le llega su renovación de mitad de vida y creo que de nuevo han vuelto a conseguir los diseñadores franceses un conjunto atractivo. Tanto en su carrocería berlina como en el familiar SW.
Desde la marca han definido el cambio como “un nuevo diseño refinado”. Esto se traduce en que se ha acercado mucho más al 408, con ese estilo de parrillas que parecen deconstruidas y con el mismo color de la carrocería. Y fíjate en ella porque tiene un detalle innovador dentro de la marca, será la primera en la que el logo y una serie de rayitas colocadas por encima se iluminen (solo para el acabado GT y GT Exclusive).

Focalizando después en los faros el cambio es muy evidente, desapareciendo los colmillos de la iluminación diurna para dar paso a un conjunto de tres garras sobre una óptica fina y estilizada. Más abajo deberás buscar las luces principales, ahora separadas, que pueden contar con tecnología Full LED o Matrix LED, según el equipamiento escogido. Todo ello culminado con un paragolpes en el que se enfatizan todavía más las salidas de aire tanto frontal como las laterales.
Del resto del conjunto, lo que tiene que ver con el lateral o la zona posterior, no encuentro diferencias, más allá de que nos han confirmado en Peugeot que ahora la firma luminosa trasera será de serie en todos los acabados la que imita las tres garras y que cuenta con tecnología LED. Por si esto te dejo un poco más frío, llegan nuevas llantas que parten desde las 17 pulgadas y llegan hasta las 18”, así como nuevos colores para la carrocería denominados Lagoa Blue e Ingaro Blue.

Lo mismo podríamos decir del interior, en donde nos seguirá recibiendo el particular Peugeot i-Cockpit con ese volante de reducidas dimensiones y el panel de instrumentación de 10 pulgadas por encima. Este incorpora nuevos gráficos en 3D para “mejorar la legibilidad” en palabras de la marca. A su derecha vuelve a aparecer el display multimedia del mismo tamaño del anterior al que se han actualizado sus cinco i-Toggles (accesos directos). No faltarán materiales como el aluminio genuino o la Alcantara, así como asientos AGR o una iluminación ambiental con ocho colores diferentes.
La misma gama de motores
Hasta ahora el 308 se caracterizaba por contar con una gama muy variada de motorizaciones y por ahora se va a mantener inalterable. Aunque empezaré desgranándola por el eléctrico, el conocido como E-308, pues gracias a una serie de mejoras se ha podido aumentar su autonomía homologada.

Como sabíamos, se parte de un motor de 115 kW (156 CV) que cuenta con 270 Nm de par motor. Trabaja en conjunto con una batería de 58,4 kWh de capacidad (útiles son 55,4 kWh) que se puede cargar a 11 kW en alterna y hasta 100 kW en continua, con los que pasa del 20 al 80% en 32 minutos. Con ella consigue homologar 450 km de autonomía, lo que suponen nada menos que 34 kilómetros más por las mejoras.
Acompañándole con la etiqueta 0 emisiones está el Plug-in Hybrid que combina un motor de gasolina 1.6 de cuatro cilindros con otro eléctrico para conseguir una potencia conjunta de 195 CV. Está asociado a una transmisión automática e-DCS7 de doble embrague y siete relaciones, así como una batería de 17,2 kWh que le permiten homologar una autonomía exclusivamente eléctrica de 85 kilómetros.

Las otras dos alternativas completarían las viñetas que tiene la DGT. Por un lado está el híbrido ligero avanzado (mueve el coche con electricidad) con 145 CV, mientras que los que quieran una opción diésel con etiqueta C todavía pueden encontrar el BlueHDi de 130 CV en la gama.
Disponible con los acabados Style, Allure, GT y GT Exclusive (este es nuevo) todas las versiones del 308 y 308 SW se benefician de la garantía Peugeot Care que alcanza los 8 años o los 160.000 km. Desde la marca nos han comunicado que los pedidos se abrirán en la próxima estación de otoño, será entonces cuando os contemos sus nuevos precios.