Si Opel quería llamar la atención en el próximo Salón de Múnich (9 al 14 de septiembre) creo que lo van a conseguir. Dentro de esta nueva estrategia de creación de una gama deportiva bajo las siglas GSE, de la que ya tuvimos la primera entrega con el Mokka, ahora le toca el turno al Corsa. Pero como se puede apreciar, en este caso tiene más de virtual que de coche de calle.
Porque como su propio nombre nos anticipa, este Corsa GSE Vision Gran Turismo va a formar parte de ese grupo de prototipos que se crea exprofeso para el conocido juego de conducción. Estos trabajos comenzaron en 2013, con el GT6, y ya han alcanzado nada menos que los 43 coches, a falta de sumar a nuestro protagonista que tendrá el honor de ser el estreno de Opel en esta franquicia.

Un prototipo con toques de realidad
Todo aquel que haya jugado a Gran Turismo sabe perfectamente que los “Vision” son modelos que buscan el máximo rendimiento. De ahí que no sea de extrañar que este Corsa GSE VGT cuente con una potencia total de 588 kW (800 CV) y un par instantáneo de 800 Nm, proporcionados por dos motores eléctricos que le permiten también contar con tracción total. Incluso por si te pudieran parecer pocos, cuenta con una función de “overboost” que podría sumar otros 59 kW (80 CV) adicionales durante cuatro segundos con tan solo pulsar un botón. Este sistema estaría disponible de nuevo en tan solo 80 segundos.
Y atención a este dato porque es muy importante, ya que se ha estimado que su peso total sería de tan solo 1.170 kg, cifra buena para un deportivo y que le permite firmar un 0 a 100 km/h en solo dos segundos, así como una velocidad máxima de 320 km/h. Sin olvidar que cuenta con una batería bastante grande para un utilitario, pues hablamos de 82 kWh, cuando el Corsa de calle llega como máximo a 54 kWh.

Siendo sinceros, este Corsa GSE Vision Gran Turismo poco se parece al modelo que sale de la planta española de Figueruelas. Aunque su planta sea similar, este prototipo es más bajo y claramente más ancho (alcanza los 2 metros). Por no hablar de unos pasos de rueda extremadamente abultados y que van aderezados con deflectores de aire, o esas piezas de color amarillo que destacan la gran entrada de aire frontal, el difusor trasero o los faldones laterales.
No faltarán los elementos de aerodinámica activa repartidos por los cuatro costados. Podríamos empezar por el destacado alerón, que sobresale en altura, capaz de moverse para variar la carga. Y todo ello va decorado por los colores típicos de Opel Motosport como el blanco en efecto perla para la carrocería, el vibrante amarillo y el negro para el techo.

Esa misma paleta se utiliza en sus poderosas llantas, que alcanzan las 21 pulgadas en el eje delantero y las 22 en el trasero. Van calzadas con neumáticos Goodyear y por detrás de ellas se pueden encontrar amortiguadores Bilstein, que se han montado horizontalmente y que están controladas por varillas de empuje.
Pero más allá de esta estética especial digna de videojuego, quizás este Corsa GSE Vision Gran Turismo ya nos esté dando pistas de cómo puede ser la próxima generación (la séptima ya) del utilitario alemán. Estirándolo para contar con cinco plazas, obviamente, la iluminación quizá sea un elemento que se termine trasladando al modelo de producción, tanto en la parte delantera que se parece mucho al último Grandland, como también en su llamativa trasera con las letras “Opel” en rojo”.

Para completar la descripción de este Corsa GSE Vision Gran Turismo nos quedaría introducirnos en su interior. Como es de esperar, se ha reducido el puesto de mando a lo esencial. Para el conductor se ha preparado un asiento ligero bastante envolvente y con un arnés de seis puntos. Desde ahí sujetará un volante con los laterales planos y recibirá toda la información necesaria a través de un Head-up Display.
No faltará tampoco la reglamentaria jaula antivuelco que se combina con otros materiales más originales, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de un coche de carreras. Si te fijas en el salpicadero y los paneles de las puertas, se los ha revestido con una tela beige que no suele ser muy habitual en este tipo de modelos. Comento esto porque su composición le permite convertirse en una superficie luminosa que interactúa con el entorno, iluminándose por ejemplo si algo se acerca por el ángulo muerto.