Por unos motivos u otros, el Renault Megane E-Tech no ha terminado de encandilar al público. Lanzado en 2021, este compacto con alma de crossover (mide 1,5 metros de alto) ha visto como le han salido numerosos competidores en su mismo segmento, al que podríamos sumar también los SUV que han aparecido de un tamaño similar.
Ante esta tesitura, tal cual avanzan nuestros compañeros de L’Argus, desde el fabricante están haciendo todo lo posible para revitalizar a un modelo que este año ha matriculado 260 unidades en nuestro país, registrando una caída del 83,59%. Y a la esperada renovación estética, se espera también una gran novedad para poder reducir su precio de partida.
Más barato con la misma autonomía
Si te acercas a un concesionario de Renault a preguntar por un Megane te comentarán que ahora mismo solo está disponible con una batería de 60 kWh, cuya composición química es NMC (níquel, manganeso y cobalto) y que fabrican los coreanos de LG. Con ella le ha permitido homologar una autonomía eléctrica de 468 kilómetros y es movido por un motor de 162 kW (220 CV).
Por esta configuración asociada a su acabado de acceso denominado techno se piden 35.251 euros y lo que comentan nuestros compañeros franceses que hay opciones más económicas que ofrecen más ventajas. Como ejemplo ponen al MG4 Luxury que se queda en 30.980 euros con una autonomía de 450 kilómetros y 150 kW (204 CV), al que sumamos nosotros al último Kia EV4 con la misma potencia que el británico, un rango de 440 kilómetros y un precio de 32.330 euros.
La idea para poder bajar mucho más el precio de partida del Megane es montar en la versión de acceso una batería de LFP, a la postre más económica que la NMC. En teoría así se perdería densidad energética por el camino, pero según cuentan en L’Argus se utilizarían celdas flexibles, de tipo “pouch”, que permiten alojar una cantidad mayor en el mismo espacio. De esta manera se podría conseguir la misma autonomía con un coste más barato. Y de nuevo se encargaría de fabricarla LG en Polonia.
Esta llegada desencadenaría otra serie de decisiones importantes. La primera es que se trasladaría también para el Scenic, con el comparte plataforma AmpR Medium e incluso su fabricación de Douai (Francia). El objetivo sería el mismo, poder ofrecer una variante más económica. Y de paso también se trasladaría la pila de NMC de 87 kWh que actualmente monta el hermano mayor para poder contar con una autonomía que ya superase los 600 kilómetros en el Megane.
Diseño más deportivo
Más allá de todas las novedades que te contamos que estrenaba el Megane este mismo año, lo que veremos en 2026 (en L’Argus apuestan a que será en la primavera) también contará con cambios estéticos. Incluso apuestan a que será una evolución bastante significativa, adaptando su nuevo estilo a los últimos lanzamientos de la marca.
Por ello, esperamos que el compacto eléctrico cambie por completo su frontal, que todavía cuenta con esas “patillas” de LED que tenían antes los modelos de Renault, para adoptar ahora una parrilla con un entramado de rombos, un logo quizás algo más pequeño y manteniendo más o menos las luces principales del mismo tamaño. Sin cambios esperados en lo que concierte a su parte lateral, en la zaga se espera que desaparezca la banda actual que va desde un extremo al otro, para sustituirla por unos faros separados en los dos lados. Incluso podría adoptar un contorno triangular.
