Quizás haya que esperar al 2025 para tener un verdadero duelo sobre la carretera, pero lo que está claro que tanto el Ford Capri como el Cupra Tavascan se convertirán inmediatamente en esos SUV de los que hacen girar el cuello inevitablemente por la calle. Y aunque por raro que parezca, ambos parten desde una misma base. Ya saben cosas de la economía de escala.
Ford vuelve a recuperar una denominación clásica para su Capri
Según nos han informado desde Ford, se espera que las primeras unidades de su nuevo Capri se estén montado en la planta de Colonia (Alemania) a finales de año, por lo que llegará a los concesionarios a principios de 2025. Como he comentado antes, este nuevo SUV de corte coupé hereda la plataforma MEB del Explorer, que también es utilizada por otros modelos de similares aspiraciones del Grupo Volkswagen como el ID.5, el Enyaq Coupé, el Audi Q4 Sportback o el Cupra Tavascan, su rival en este particular enfrentamiento.

Partiendo de esa premisa, el Capri es más largo que un Explorer, 16,6 cm en concreto, pero comparado con el Tavascan las medidas se asemejan bastante. Comento esto porque en longitud se queda en 4,63 metros, lo que es un centímetro menos que el modelo español, la anchura es de 1,87 metros (aquí 1 cm de ventaja para el americano) y la altura es de 1,63 metros, superando en cuatro centímetros al Cupra. Teniendo en cuenta esto esperamos que sus habitáculos se asemejen bastante en cuanto a amplitud, pero el Ford logra imponerse en la batalla de la capacidad del maletero. Sin un hueco en la parte delantera en ninguno de los dos, como encontramos en otros eléctricos del mercado, ofrece 572 litros (567 en el caso del equipamiento Premium) por los 540 litros de su contendiente.
En un principio la gama de motores también será la misma para ambos SUV coupé, escalonándose en dos niveles diferentes. El primero utiliza una configuración de un propulsor eléctrico que manda al eje trasero 210 kW (286 CV), mientras que el segundo añade otro bloque extra en la parte delantera para contar con tracción total y nada menos que 250 kW (340 CV). Aunque teniendo en cuenta las aspiraciones deportivas de ambos modelos hay que indicar que el Capri es más rápidos en términos de aceleración imponiéndose por cuatro décimas con el menos potente y por dos décimas en el otro, marcando todos los 180 km/h como velocidad máxima.

También encontramos una ligera ventaja en el Capri en las baterías que alimentan el sistema. Mientras que el Tavascan siempre ofrece 77 kWh en cualquiera de sus dos motorizaciones homologando 568 y 522 km de autonomía, respectivamente, el Capri parte de la misma cifra para su variante de acceso, pero alcanza los 627 km de rango, mientras que la otra sube a 79 kWh y permite recorrer 592 km con una sola carga. Y esa pila más capaz incluso puede cargar más rápido, en concreto a un máximo de 185 kW, mientras que el resto se quedan siempre en 135 kW de tope.
La última batalla en la que se impone el Capri tiene que ver con los precios. Ambos superan los 48.000 euros para empezar, (sin incluir posibles ayudas del Plan Moves III), pero el Tavascan lo hace con una "First Edition” que estará disponible unos pocos meses. Una vez retirada su precio sube a los 51.790 euros. En cuanto al motor de 250 kW (340 CV) la diferencia es mucho mayor, pues en el Ford te costará 57.383 euros, mientras que en el Cupra son 62.040 euros.
El Cupra Tavascan podrá tomar la delantera
Se suele decir que quién golpea primero lo hace dos veces y esa puede ser la primera ventaja que tenga el Tavascan para imponerse a su rival americano. El SUV español llegará a los concesionarios una vez acabe el verano, por lo que al menos tomará un trimestre de ventaja. Aunque esta cifra dependerá de cuándo anuncie Ford la llegada del Capri.

Y si bien en el apartado de los precios el Tavascan no ha salido muy bien parado hay que indicar que se debe a una gran estrategia por parte de Ford. El Capri ofrece dos acabados, uno base y el Premium, lo que le permite al primero bajar el coste quitando ciertos elementos de equipamiento. Esto no sucede en el Cupra, que no tiene equipamientos.
También teniendo en cuenta que el comprador de este tipo de coches premia la deportividad creo que el Tavascan está un peldaño por encima. Empezando ya por su diseño exterior, con líneas muy marcadas por sus cuatro costados y adornado con llantas muy llamativas. Aunque no descarto que en el futuro Ford Performance pudiera “meter mano” de alguna manera a este Capri.

Esta característica quizás se remarque todavía más en el interior del Tavascan. Para mí su puesto de mando es mucho más espectacular con esa espina dorsal que une la consola central con el salpicadero, o este último con formas más sensuales que las rectas del Capri. Por no hablar de unos asientos cuyo diseño se acercan más a los que vemos en las carreras. Porque en materia digital ambos apuestan por un panel de instrumentación pequeño y una multimedia muy grande, aunque en esta última creo que es mejor la ubicación en el Cupra, al no tener que bajar tanto la vista para consultarla mientras conducimos.