Tras las últimas imágenes que nos mandaron desde BMW de su prototipo Vision Driving Experience, ya nos comentaron que lo veríamos sin camuflaje en el Salón de Shanghái y los alemanes no han faltado a su palabra. Denominado también como VDX, representa una versión más vitaminada del otro concepto conocido como Vision Neue Klasse, que anticipa la llegada de la arquitectura SDV (definida por software) de la próxima generación de los modelos del fabricante alemán. Así como del próximo M3 o iM3 eléctrico.
Quizás de primeras no te puede parecer tan deportivo, pero el espíritu está ahí. Los faldones negros buscan acentuar la silueta del coche, bajo unas proporciones distintas respecto al primer prototipo. Así, los paragolpes son más anchos, mientras que en los pasos de rueda se han colocado unos neumáticos con llantas de nada menos que 21 pulgadas, sin olvidar la suspensión rebajada. Los aspectos aerodinámicos se concentran en la zona posterior, con un pequeño alerón en el maletero, así como un difusor que permite generar un efecto suelo de 1,2 toneladas de apoyo, suficiente para permitir aceleraciones laterales que puedan alcanzar los 3G, según el fabricante.

Para darle más espectacularidad al VDX, se le ha aplicado una curiosa pintura autoiluminante. Esta se carga durante el día con la luz solar para cambiar su color cuando llega la noche. Mientras, la parte trasera modifica el tono tras ser estimulada por luz ultravioleta. Sin olvidar que las llantas iluminadas del prototipo camuflado se mantienen, aplicando ciertos colores según estemos acelerando, frenando con regeneración o haciéndolo con el sistema hidráulico.
Lo que nos sigue dejando con la boca abierta de este VDX es su sistema de propulsión. Hablamos de cuatro motores eléctricos distribuidos en cada rueda para proporcionarle no solo la tracción total, sino una cantidad ingente de potencia que llega hasta los 956 kW (1.300 CV) y un excelso par motor de 18.000 Nm. Para mostrar su rendimiento, como podrás comprobar en la galería que acompaña esta noticia, la marca hizo subir al prototipo por una rampa con una inclinación del 55%.

A esto hay que sumar que la transmisión, el sistema de frenado, la recuperación de energía y la gestión electrónica estarán controlados por un único ordenador al que se la ha llamado “Heart of Joy” (se podría traducir como el corazón de la alegría). De él dicen en BMW que tiene una respuesta casi instantánea y se montará en todos los modelos de la Neue Klasse.
Teniendo en cuenta todos estos detalles y que el interior del VDX ya tenía una apariencia más cercana a un vehículo de producción, podemos decir que el definitivo no variará mucho respecto al visto en China. Para su tapizado se utilizó microfibra en gris, mientras que la tela de los asientos era verde pálido y los paneles de las puertas en beige. Y se acompaña del sistema iDrive Panoramic y su característica franja bajo el parabrisas.

Pero todavía no nos podemos emocionar mucho con una llegada próxima de este iM3. Siguiendo la hoja de ruta marcada por BMW, la idea es que a finales de este año veamos al nuevo iX3, el primero de la Neue Klasse, al que seguirá, ya en 2026, el sedán i3 o nuevo Serie 3. Mientras que para nuestro protagonista habría que esperar casi hasta el 2028.