La amenaza de las autoridades de tráfico comienza a aplicarse y España suma casi cada semana nuevos radares de tramo para controlar largos trazados de carretera, con cámaras en puntos de salida y entrada para calcular las velocidades medias y sancionar todos los excesos. Si la DGT ya confirmó a comienzos de año que este sería su elemento estrella en la vigilancia para este año, anunciando la instalación durante 2024 de 88 radares de los que el 60% serían ya de tramo por considerarlos más justos y efectivos, ahora es el Servei Catalá de Tránsit (el SCT que tiene en Cataluña las competencias de tráfico) quien también apuesta decididamente ya por estos dispositivos.
A día de hoy, Cataluña cuenta ya con más de 200 kilómetros de su red viaria contralados por este tipo de sistema de control de velocidad media, contando con un total de 41 radares de tramo de los 242 dispositivos de control que hay actualmente en funcionamiento en la comunidad. Y la cifra sube cada año con la instalación de más cinemómetros de este tipo.
Nuevo radar de tramo en el Túnel del Bruc, en la A-2
El último, precisamente, ya ha entrado en funcionamiento y no será, ni mucho menos, uno más ni uno cualquiera. Instalado en una de las grandes vías principales de España, el SCT y el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible han colaborado en su puesta en marcha sobre la autovía A-2, la que comunica Madrid con Barcelona.

En concreto este nuevo radar de tramo de la autopista A-2 está ya ubicado a la altura del túnel del Bruc, en dirección Barcelona, controlando la velocidad media entre los puntos kilométricos 563,225 y 570,127. Su instalación coincide además con las obras de reparación de un viaducto cercano, lo que ha obligado a desviar el tráfico de camiones con materiales peligrosos a través de este mismo túnel, que recibirá ahora más tráfico todavía.
Una de las particularidades de este nuevo radar de tramo es su gran longitud. Aunque obviamente no alcanza los 33 kilómetros que ya cubre el radar más largo de España, ubicado en la carretera CL-615, sí se posicionará ya entre los 15 radares de tramo más amplios de España al medir prácticamente 7 kilómetros de longitud de la A-2. Un recorrido considerable y que, en muchas ocasiones, lleva a los conductores a olvidar que se les está controlando y terminan excediendo la velocidad máxima permitida.
Velocidad limitada a 80 km/h
La otra particularidad de este nuevo radar de tramo de la A-2, y que lo convierte en uno de los más temidos del momento, es que controla un recorrido de carretera en el túnel del Bruc que cuenta, a pesar de ser una autovía, con una limitación máxima permitida de 80 km/h, una cifra baja y que suele excederse por la mayoría de vehículos que transitan por esta carretera, de ahí que el SCT haya querido controlar la velocidad para reducir la siniestralidad vial en una zona considerada de “riesgo de accidentes”.

El SCT ha explicado que esta nueva actuación en la A-2 responde a las directrices fijadas en el Plan de Seguridad Vial (PSV) 2024-2026, que prioriza la instalación de este tipo de radares de tramo al ser “una herramienta eficaz para alcanzar los objetivos europeos de reducción de las víctimas”.
Este tipo de radares ya no mide la velocidad en un punto fijo de paso, sino que controlan un tramo íntegro de carretera. Lo hace mediante un sistema de cámaras gemelas que, por un lado, registran el paso inicial de vehículos en un primer punto de control, y por otro captan la misma información en otro punto de salida. Un ordenador es el que se encarga inmediatamente de trazar y calcular la velocidad media de paso de un vehículo por todo el tramo, procediendo automáticamente a emitir la propuesta de denuncia si se han excedido los límites máximos.
Otros dos nuevos radares de tramo que instala ya la DGT
En los últimos días la instalación de otros dos radares de este tipo ha estado también de máxima actualidad en España. Uno, ubicado en la A-8 en Cantabria, y conocido como el radar de Saltacaballo, por establecerse también en una vía de gran volumen de tráfico, controlando más de 6 kilómetros de recorrido y con limitación de 100 km/h.

Otro, por ubicarse en la A-3 en Valencia, en un tramo que es una larga recta también con limitación de solo 100 km/h, en un trazado que empieza a la altura del Centro Comercial Bonaire y recorre toda la zona paralela al aeropuerto de Manises hasta Quart de Poblet. Así que atentos, que ya no vale solo con pisar el acelerador al ver una cabina de radar: ahora hay que controlar las velocidades a lo largo de tramos muy largos.