En muchas ocasiones se ha acusado a Toyota de ir un paso por detrás en materia de coches eléctricos. Es verdad que ahora mismo solo cuentan con cuatro modelos eléctricos, aunque tres de ellos llegan de un acuerdo con Stellantis, pero pronto los acompañarán el C-HR+, en el que ya nos hemos podido montar, y el Urban Cruiser. Y ahora te voy a contar la gran novedad que tienen casi preparada para volver a ser pioneros como en su día lo fueron con los motores híbridos.
Porque según han anunciado desde la propia compañía japonesa van a empezar a producir en masa coches eléctricos con baterías de estado sólido en 2027 o 2028. Este es el avance del que muchos esperan que revolucione definitivamente la electromovilidad y que marque la próxima generación de coches de este tipo. Aunque no podemos olvidar que esta firma ya comentó que podría tenerlas listas en 2025, algo que como hemos comprobado no ha pasado, pero parece que se han adelantado al 2030, la fecha que se estaba barajando últimamente.
¿Por qué son tan prometedoras las baterías de estado sólido?
A nivel estructural interno, las baterías de estado sólido están equipadas con un electrolito sólido en lugar de uno líquido. Esta característica permite conseguir una mayor densidad energética y, por lo tanto, una mayor autonomía para el coche eléctrico, a la vez que acorta los tiempos de carga. También se dice de ellas que son más seguras, más duraderas y compactas, factores todos ellos muy importantes para tener en cuenta.
Los socios de Toyota
Para poder llegar a ser pioneros en coches eléctricos equipados con baterías en estado sólido Toyota se ha buscado una serie de socios para poder acelerar al máximo el desarrollo de esta tecnología. Uno de ellos es Sumitomo Metal Mining, con los que llevan trabajando desde 2021 en la búsqueda de los materiales catódicos adecuados para la producción en masa de este tipo de producto. Juntos han desarrollado una síntesis de polvo para producir un material catódico especialmente robusto y duradero.
Tampoco podemos olvidarnos de Idemitsu Kosan, otro grupo japonés que se dedica a la energía y los productos químicos. Ellos han sido los encargados de la producción del sulfuro de litio, un componente que se antoja clave para este tipo de baterías, del que esperan poder fabricar en una nueva planta en Japón hasta 1.000 toneladas a partir de 2027. Por cierto, esta medida se ha tomado desde el Gobierno nacional para depender menos de la cadena de suministro de países vecinos como China o Corea del Sur.
Lo que está claro es que la producción industrial de estas baterías de estado sólido presenta enormes desafíos para un sector que ahora mismo tiene mucha incertidumbre a su alrededor. Para su ensamblaje se requiere de materiales especializados, técnicas de fabricación precisas y una inversión significativa. Por ello, desde Toyota ya cuentan con la aprobación del Ministerio de Asuntos Económicos de Japón (METI) para producir baterías de estado sólido, como base regulatoria para que este producto llegue lo antes posible a las carreteras de todo el mundo.










