Es conocido que BYD es uno de los máximos estandartes en el desarrollo y fabricación de baterías para coches eléctricos. Ese fue su primer cometido cuando se creó la empresa, aunque posteriormente pasaran a fabricar coches con el claro objetivo de desbancar a Tesla del primer puesto de este tipo de vehículos. Y para mantener su estatus, no podían quedarse atrás en la carrera por las pilas de estado sólido.
Según informan nuestros compañeros de Auto Motor und Sport, tras más de diez años de investigación, parece que la compañía asiática está más cerca del objetivo. Pues tras deslumbrar al mundo con su Blade Battery por su tamaño o rendimiento, el siguiente hito es producir los primeros coches con una batería que pase del estado líquido de las actuales al sólido a partir del 2027.

Como te hemos contado varias veces, las baterías de estado sólido se consideran en sí mismas una tecnología clave para la movilidad del futuro en la industria del automóvil, aunque terminarán llegando a cualquier otro campo en el que se utilicen pilas como los móviles o los ordenadores portátiles. A diferencia de las actuales, estas más modernas ofrecen una mayor densidad energética, un menor riesgo de incendio, una estructura celular más robusta y una mayor vida útil.
Como primer dato, desde BYD creen que se podría conseguir una densidad energética de 400 Wh/kg, casi el doble de las que montan actualmente. Pero hay más pues se espera que sean la mitad de ligeras, algo que se agradecerá a nivel dinámico, y podrán almacenar mucha más energía en un tamaño igual al actual.

Aunque quizás el mayor avance que celebrarán sus futuros compradores son las velocidades de carga que prometen estas nuevas baterías de estado sólido. En pruebas internas realizadas por BYD algunos de sus prototipos han logrado recorrer distancias por encima de los 1.500 km (según el ciclo chino CLTC) y han alcanzado el 80% de su capacidad en apenas doce minutos de carga. Si lo convirtiéramos al ciclo europeo, probablemente estaríamos hablando de más de 800 kilómetros.
¿BYD con baterías de estado sólido en carretera abierta?
Últimamente han aparecido varias informaciones procedentes de medios de comunicación chinos en los que se afirmaba que BYD ya estaría probando la nueva tecnología en prototipos basados en su berlina Seal. Precisamente este, competidor de los Tesla Model 3 o BMW i4, podría ser el principal candidato para lanzarse en 2027 con estas baterías. Sin embargo, fuentes consultadas por nuestros compañeros alemanes dentro de la compañía china niegan que se hayan realizado hasta el momento pruebas en condiciones reales.

Si los planes siguen el camino previsto, la producción en masa para toda la gama de BYD comenzaría entre el 2030 y el 2032. Antes de esa fecha, lo que serían los tres primeros años, la idea es equiparla en los vehículos destinados a los segmentos de precio medio-alto. E incluso podría estar acompañada de una red de carga de la propia marca en Europa, preparada para voltajes de 1.000 V como tendrán estos coches.
Otro de los aspectos que se ha comentado mucho sobre las baterías de estado sólido es su precio. Está claro que toda esta innovación no puede costar lo mismo que las pilas que se utilizan ahora mismo, aunque desde BYD son optimistas y esperan que para finales de la década ambas tecnologías puedan tener ya el mismo coste.
Mientras llegan estas baterías de estado sólido de BYD, numerosos fabricantes de todo el mundo están investigando sus propias versiones con socios competentes. Son sabidos ya los casos de Volkswagen, Mercedes, Toyota o Nissan. Aunque lo que parece por las informaciones que nos van llegando es que estos se encuentran todavía en una fase más inicial de laboratorio.