El respeto por el medioambiente se ha convertido en una prioridad para los fabricantes de automóviles, y por eso muchos conductores se preguntan qué es EV y qué papel juega en la configuración de los vehículos eléctricos actuales. Si estás pensando en comprar uno o acogerte a ayudas como el Plan MOVES III, te interesa entender el significado de estas siglas y conocer las distintas opciones de movilidad eléctrica que existen en el mercado.
A continuación, repasamos los principales tipos de vehículos electrificados y qué características los definen.
Las siglas más comunes en los vehículos electrificados
La transición hacia una movilidad más sostenible ha llevado a fabricantes y administraciones a emplear acrónimos para clasificar los coches según su tecnología. Esta nomenclatura ayuda a identificar los modelos y sus ventajas de forma rápida.
EV o BEV: Vehículo eléctrico puro
Las siglas EV (Electric Vehicle) o BEV (Battery Electric Vehicle) hacen referencia a los coches 100 % eléctricos. Estos vehículos funcionan exclusivamente mediante baterías recargables que se enchufan a la red eléctrica doméstica o a puntos de carga rápida.
No tienen motor de combustión, por lo que no generan emisiones contaminantes durante su uso. En España, cuentan con la etiqueta Cero emisiones de la DGT. Sin embargo, algunos usuarios se muestran reticentes a adquirirlos debido a su precio y a la escasez de puntos de recarga en determinadas zonas, a pesar de que su mantenimiento y consumo son más económicos a largo plazo.

HEV: Híbrido no enchufable
HEV son las siglas de “Hybrid Electric Vehicle”. Estos modelos combinan un motor de combustión con otro eléctrico que se recarga automáticamente durante la marcha. No necesitan conexión a la red eléctrica y pueden circular durante trayectos cortos en modo totalmente eléctrico.
Su popularidad creció notablemente en España por ofrecer una alternativa intermedia entre el coche convencional y el eléctrico puro. Tienen etiqueta ECO y son ideales para quienes quieren reducir emisiones sin complicarse con la recarga.
PHEV: Híbrido enchufable
Los coches PHEV (Plug-in Hybrid Electric Vehicle) permiten cargar la batería desde una toma de corriente. Este sistema ofrece más autonomía eléctrica —normalmente entre 40 y 60 km, aunque en los últimos meses está aumentando mucho, con numerosos vehículos ya por encima de los 100 km—, lo que permite hacer recorridos urbanos diarios sin utilizar gasolina.
Además de reducir el consumo de combustible, emiten menos gases contaminantes y, si cumplen ciertos requisitos, también pueden beneficiarse de la etiqueta Cero emisiones.

EREV: Autonomía extendida
Los EREV (Extended Range Electric Vehicle) incorporan un motor de combustión que no impulsa directamente las ruedas, sino que se utiliza únicamente para recargar la batería. Funcionan como eléctricos puros, pero con la ventaja de tener una fuente adicional de energía que les proporciona más autonomía.
Este tipo de vehículo es menos común, pero resulta útil para quienes quieren circular en modo eléctrico sin preocuparse por quedarse sin batería en trayectos largos.
MHEV: Híbrido ligero
Los MHEV (Mild Hybrid Electric Vehicle) son vehículos que utilizan un pequeño motor eléctrico para asistir al motor térmico, especialmente en arranques y aceleraciones. No permiten circular sólo con energía eléctrica, pero mejoran la eficiencia y reducen el consumo.
Utilizan frenada regenerativa para recargar la batería y también cuentan con etiqueta ECO. Son una opción económica para quienes buscan reducir emisiones sin renunciar al motor de combustión.

FCEV: Vehículo de pila de combustible
Los FCEV (Fuel Cell Electric Vehicle) funcionan mediante una pila de combustible que genera electricidad combinando hidrógeno y oxígeno. No necesitan enchufarse, ofrecen autonomías superiores a 500 km y solo emiten vapor de agua.
A pesar de sus ventajas, su uso está muy limitado debido al elevado coste y la falta de estaciones de hidrógeno en España.
¿Qué opción es la más adecuada para ti?
La elección entre uno u otro tipo de vehículo depende de tus necesidades, hábitos de conducción, presupuesto y disponibilidad de infraestructura de recarga. Si haces trayectos urbanos diarios y tienes acceso a un punto de carga, un EV o un PHEV puede ser ideal. Si prefieres evitar enchufes, los HEV o MHEV son más prácticos. Para mayor autonomía o avances tecnológicos, un FCEV es una opción a considerar, aunque poco accesible por ahora.
Además, conviene revisar los incentivos del Plan MOVES III, que pueden reducir notablemente el precio final del vehículo.

Conocer qué es EV te abre las puertas a la movilidad del futuro
Entender qué es EV y cómo se diferencian las siglas más habituales —HEV, PHEV, EREV, MHEV o FCEV— te permitirá elegir mejor tu próximo coche. La movilidad eléctrica sigue evolucionando, con nuevas soluciones que buscan reducir las emisiones y facilitar el día a día del conductor.
Saber identificar estas diferencias te permitirá aprovechar mejor las oportunidades actuales y apostar por una conducción más eficiente, económica y sostenible.