La decisión, en principio, ya estaba tomada… y desde hace tiempo. En la primavera de 2023, los países de la Unión Europea acordaron que, a partir de 2035, no se podría matricular en el continente ningún coche nuevo con motor de combustión, a menos que quemen exclusivamente combustibles sintéticos respetuosos con el clima. En Alemania, desde entonces, la medida ha sido objeto de un intenso debate.
Tras la aceptación por parte del anterior gobierno alemán de coalición de la exención para los e-combustibles, el actual gobierno de gran coalición, liderado por el canciller Friedrich Merz (CDU), se opone sin embargo ahora a ella (acordada en principio por las propias presiones alemanas) y sigue promoviendo una prórroga o eliminación total ya de la normativa.
Hasta 6 países piden ya a la UE que no prohíba los coches de combustión
Y Alemania no está sola ya en este esfuerzo; otros seis Estados miembros de la UE quieren que se levante o, al menos, se suavice esta prohibición de los nuevos vehículos con motor de combustión a partir del próximo año 2035. Como han informado varios medios de comunicación, los primeros ministros de Bulgaria, República Checa, Hungría, Italia, Polonia y Eslovaquia han firmado ya una carta dirigida a la Comisión Europea en la que exponen estas demandas.
La carta afirma, entre otras peticiones, que “podemos y debemos perseguir nuestros objetivos climáticos de forma eficaz sin destruir nuestra competitividad, porque nada es verde en un páramo industrial”. Además, los políticos piden a la Comisión Europea que permita la venta de vehículos híbridos o modelos con otras tecnologías existentes o futuras incluso después de 2035.
Según todos estos países que podemos llamar opositores, estas tecnologías también podrían contribuir al objetivo de reducción de emisiones previsto por la Unión Europea. Los primeros ministros estatales también exigen ya que se incluyan combustibles bajos en carbono y renovables en el plan para reducir las emisiones de carbono en el sector del transporte.
La Comisión Europea trabaja en un nuevo plan
La Comisión Europea, ante esta realidad, sigue trabajando en la elaboración final de su plan. El objetivo previsto era presentar un paquete de medidas para apoyar a los fabricantes europeos de automóviles este próximo miércoles, día 10 de diciembre de 2025, es decir, mañana. Tal y como se ha venido adelantando, este paquete incluiría ya incluso una propuesta de modificación de los límites de CO₂ para los vehículos nuevos y una flexibilización de la prohibición de los motores de combustión a partir de 2035.
“Estamos abiertos a todas las tecnologías”, ha declarado recientemente el comisario europeo de Transporte, Apostolos Tzitzikostas, en una entrevista con el periódico económico alemán Handelsblatt. La Comisión incorporará todos los avances tecnológicos en la nueva normativa, “incluido el papel de los combustibles de cero emisiones y de bajas emisiones, así como de los biocombustibles avanzados”. Sin embargo, informaciones de última hora apuntan a que es posible que la decisión final se retrase, incluso algunas semanas, ante la falta de acuerdo y a las muchas presiones, de uno u otro bando, que está recibiendo la Comisión Europea.
Hay que recordar que, por el contrario, otro bloque de países, entre los que se encuentran España y Francia, así como numerosas asociaciones ecologistas y medioambientales, abogan por la prohibición ya final de la venta de los vehículos de combustión para el año 2035, sin contemplar prórroga ni aplazamiento alguno. Consideran, además, que numerosas empresas ya se han venido adaptando a esta regulación, invirtiendo grandes cantidades de inversión para su transformación y no sería justo que ahora hubiera una marcha atrás.
Conclusión: la decisión final, inminente
La UE planeaba prohibir los coches nuevos con motor de combustión a partir de 2035, a menos que utilizasen combustibles respetuosos con el medio ambiente. Sin embargo, la normativa, acordada desde hace tiempo, está cada vez más en duda. Alemania y otros seis países (Bulgaria, República Checa, Hungría, Italia, Polonia y Eslovaquia) piden ya que se flexibilice la prohibición. Y la Comisión Europea parece estar atendiendo sus demandas. Próximamente debería presentar un paquete de nuevas medidas donde conoceremos la decisión final. A estas horas, todo puede pasar.









