Daba la sensación de que en Japón se estaban haciendo dos “bandos” mediante las uniones de sus fabricantes locales. Por un lado se estaba conformando el de Toyota, junto con Subaru, Isuzu, Mazda y Suzuki, mientras que por el otro emergía Honda junto con la malograda Nissan y Mitsubishi. Pues según las últimas informaciones de nuestros compañeros de Automotive News, quizás no quede finalmente así el panorama automovilístico de la isla asiática.
Como te hemos venido contando últimamente, Nissan no atraviesa su mejor momento actualmente. Precisamente en la presentación de las cuentas del ejercicio de 2024 declaró una pérdida neta de 670.900 millones de yenes (4.127 millones de euros al cambio de hoy), cuando venía de un 2023 en donde había anunciado unas ganancias de 426.600 millones de yenes (2.624 millones de euros). Ante esta situación, la empresa ha pasado a un modo de gestión de emergencia, anunciando recortes en su producción y grandes despedidos a nivel mundial.

Todas esas medidas que se fueron no tomando con el paso del tiempo se ha visto que no han sido suficientes para reflotar a Nissan. Fue entonces cuando se planteó la posibilidad de poder fusionarse con Honda y de esta manera formar uno de los grupos automovilísticos más grandes del mundo. Las partes llegaron a firmar un memorando de entendimiento en diciembre del pasado año, pero en el pasado febrero conocidos que el acuerdo había fracasado, entre otras cosas, porque los primeros no querían convertirse en una subsidiaria de la segunda.
Con el fin de intentar reconducir la situación, en Nissan decidieron cambiar a su CEO, como si de un entrenador de un equipo de fútbol se tratara. Makoto Uchida, en el cargo desde 2019, dejaba en su lugar a Iván Espinosa. Parecía que con el mexicano se podría volver a tratar el acuerdo con Honda, pero da la sensación de que las partes han separado sus caminos, aunque continúan cooperando en el desarrollo de software y electrificación.

Nissan busca un nuevo socio
Ante esta tesitura, la que aparece ahora en escena, según nuestros compañeros de Automotive News, es Toyota. Ellos basan su argumento en que el pasado mes de enero, durante la celebración del CES, el propio Akio Toyoda señaló que la propia Nissan se había acercado a ellos con una propuesta de fusión. Ante ese movimiento, parece que ahora son los primeros los que se han acercado a los segundos en la búsqueda de un posible acuerdo. Pero desde la publicación por ahora no revela ningún detalle de la posible negociación.
La posición de Toyota ahora es de las más cómodas de la industria, como demuestra que por quinto año consecutivo haya conseguido ser el mayor fabricante de automóviles del mundo. A esto hay que sumar que en la actualidad posee acciones tanto de Subaru (20%), como de Isuzu (5,9%), Mazda (5,1%) y Suzuki (4,9%).

Por el otro lado del pacto, Nissan todavía forma parte de la alianza con el Grupo Renault y con Mitsubishi, por lo que todo acuerdo que quiera alcanzar con cualquier otro socio debe, en un grado u otro, ser aceptado por los otros miembros de este particular grupo.
Mientras tanto, el fabricante japonés sigue pensando en cómo sobrevivir a la crisis en la que se encuentra. La semana pasada dio a conocer el plan Re:Nissan impulsado por Espinosa, en el que se pretende despedir a nivel mundial a 20.000 personas hasta el 2027, lo que representaría el 15% del total, y que en principio no afectaría a las dos plantas en España. También se quieren reducir los plazos de desarrollo de los coches y e incluso se ha hablado de la posibilidad de alquilar instalaciones a sus socios de Dongfeng.

Ahora mismo no son los únicos compañeros de viaje que tienen dentro del gigante asiático, porque también cuentan con una empresa conjunta con Zhengzhou, con la cual han desarrollado la pick-up Frontier Pro para el mercado chino y con la que han entrado dentro del accionariado de la planta jienense de Linares para resucitar a Santana.